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Cita de: Benzino Napaloni en Noviembre 19, 2024, 16:17:03 pmCita de: puede ser en Noviembre 19, 2024, 15:41:00 pm¿Nos toma por tontos?O por interés tiene que vender que todo va bien y que aquí no pasa nada. Es decir, tiene miedo.Cuando el mero hecho de mencionar que los hoteles y la hostelería en general tiene problemas con la falta de personal ya huele. En un país con tanto paro (bajando cada vez más por la cuestión demográfica), si ya no hay tortazos por entrar, es que algo pasa.El resto de la "entrevista" es ruido. No da ningún ejemplo concreto de cómo "retener al talento".Cómo sueles decir las matemáticas son tozudas: la población española sigue aumentando gracias a la inmigración (415.000 personas más en términos anuales - https://www.ine.es/dyngs/Prensa/es/ECP2T24.htm#:~:text=Principales%20resultados,la%20marroqu%C3%AD%20y%20la%20venezolana.)Los hoteles no están suplicando a nadie que vaya a trabajar allí. Las grandes cadenas que pueden ofrecer condiciones dignas tienen candidatos a paladas. A los que echan de allí con todo tipo de subterfugios solo les queda ir a echar horas a cualquier Bar Paco, a limpiar pisitos turísticos para sabe Dios qué subcontrata o a joderse en Mercadona con los chivatos que vigilan si te comes una croqueta.La industria de la conserva ya no puede luchar más con Asia. La automoción está a un paso de exhalar el último suspiro (de CO2, jejé). Para los chips (que también habrá que pasar la mopa a esas fábricas) ya no llegamos.El problema no está en el número de personas sino en el modelo económico.Me acaba de venir a la mente esta canción, siempre me gustó:Ourense-Bosnia Los Suaveshttps://www.youtube.com/watch?v=--sS1HxCvu4
Cita de: puede ser en Noviembre 19, 2024, 15:41:00 pm¿Nos toma por tontos?O por interés tiene que vender que todo va bien y que aquí no pasa nada. Es decir, tiene miedo.Cuando el mero hecho de mencionar que los hoteles y la hostelería en general tiene problemas con la falta de personal ya huele. En un país con tanto paro (bajando cada vez más por la cuestión demográfica), si ya no hay tortazos por entrar, es que algo pasa.El resto de la "entrevista" es ruido. No da ningún ejemplo concreto de cómo "retener al talento".
¿Nos toma por tontos?
CitarEl colapso fiscal del Estado«La economía de supuesto éxito necesita demasiados trabajadores pobres para funcionar, tan pobres que ni tan siquiera se les pueden cobrar impuestos directos»Una mayoría parlamentaria, la del Gobierno del PSOE y Sumar más sus apéndices de las minorías centrífugas varias, que se supo mantener unida y hasta pétrea frente convulsiones políticas y sociales de primer orden, como las vividas durante el peor momento de la pandemia o cuando la concesión de una amnistía irrestricta a los sediciosos catalanes, se acaba de agrietar seriamente hace apenas unas horas por un ramillete de asuntos en apariencia mucho menores, algunos incluso baladís, como puedan ser la subida el tipo del IVA aplicable a las viviendas turísticas o la supresión de ciertas exenciones fiscales para los seguros privados de salud.Si bien no sería extraño que, al modo de lo sucedido en su día con Al Capone, también Pedro Sánchez pudiera terminar cayendo por un asunto de impuestos. Y no sería extraño porque aquí, entre nosotros, tanto la derecha como la izquierda, ambas por igual, coinciden en compartir la creencia casi mística de que todos los problemas económicos de una sociedad moderna, abierta y compleja, absolutamente todos, se pueden resolver tocando los impuestos. Huelga decir que para los unos esa gran panacea universal pasa por subirlos, mientras que los otros creen con idéntica fe devota que el gran secreto de la prosperidad colectiva reside en bajarlos por norma. Así, los ideólogos del PP predican que una fiscalidad en extremo más liviana para empresas y particulares pondría en marcha un bucle virtuoso de emprendimiento y creatividad que, al final, redundaría en beneficio del conjunto. Por su parte, desde la socialdemocracia descafeinada, ahora con mando en plaza, se replica que la muy acusada desigualdad en la distribución de la riqueza que retrata a España frente al resto de la Europa desarrollada sólo se podrá corregir con la intervención decidida del Estado a través del sistema tributario. Comparten, pues, la misma idea de fondo, lo único que cambia es el modo de aplicarla. Por lo demás, se trata de una idea extravagante, mucho; tan extravagante y marginal que, fuera de la Península Ibérica, prácticamente nadie sostiene semejante doctrina esotérica. Y es que esa creencia atávica en el poder milagroso de los impuestos para mejorar el mundo se da de bruces con la realidad empírica, la observable a simple vista. Sin ir más lejos, en Europa hay países a los que les va muy bien, de maravilla, con niveles de presión fiscal muy baja (por ejemplo, Suiza) y países a los que igual les va muy bien, también de maravilla, con niveles de presión fiscal muy altos (por ejemplo, Noruega y el resto de los nórdicos).«El problema de España, no son los impuestos, bien al contrario, es la clase media y su crónico proceso de encogimiento »De todo lo cual se puede extraer ya una lección muy sencilla, a saber: que ni los impuestos altos ni los impuestos bajos constituyen la clave de bóveda de la prosperidad de un país. Porque el problema de España no son ni nunca han sido los impuestos. El problema de España, bien al contrario, es la clase media; más en concreto, su crónico proceso de encogimiento y minorización desde su antiguo estatus de grupo social dominante. Porque la clase media, el gran soporte sociológico y político, pero también fiscal y financiero, de cualquier Estado del bienestar que aspire a resultar sostenible en el tiempo, aquí, se está extinguiendo lentamente. Un achicamiento constante que es el del estrato que cada vez tiende a concentrar más los gravámenes fiscales del Estado. Y ello porque sus rentas, las de esa clase media en continua disminución, resultan ser las únicas que, siendo susceptibles de fácil control por el fisco, alcanzan para algo más que la mera supervivencia. Porque nuestra anomalía diferencial como país no son los ricos y muy ricos, un grupo que se parece mucho en número y en ingresos a sus homólogos del resto de Europa, sino los pobres y muy pobres.La economía de supuesto éxito que va como un cohete, esa cuyo PIB reciente tanto celebra el Ejecutivo, necesita demasiados trabajadores pobres o muy pobres para funcionar a pleno rendimiento estadístico; pobres y muy pobres a los que ni tan siquiera impuestos directos se les pueden cobrar de tan pobres que son. Y de ahí el colapso fiscal del Estado. No, nada que celebrar.José García Domínguezhttps://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2024-11-20/el-colapso-fiscal-del-estado/
El colapso fiscal del Estado«La economía de supuesto éxito necesita demasiados trabajadores pobres para funcionar, tan pobres que ni tan siquiera se les pueden cobrar impuestos directos»Una mayoría parlamentaria, la del Gobierno del PSOE y Sumar más sus apéndices de las minorías centrífugas varias, que se supo mantener unida y hasta pétrea frente convulsiones políticas y sociales de primer orden, como las vividas durante el peor momento de la pandemia o cuando la concesión de una amnistía irrestricta a los sediciosos catalanes, se acaba de agrietar seriamente hace apenas unas horas por un ramillete de asuntos en apariencia mucho menores, algunos incluso baladís, como puedan ser la subida el tipo del IVA aplicable a las viviendas turísticas o la supresión de ciertas exenciones fiscales para los seguros privados de salud.Si bien no sería extraño que, al modo de lo sucedido en su día con Al Capone, también Pedro Sánchez pudiera terminar cayendo por un asunto de impuestos. Y no sería extraño porque aquí, entre nosotros, tanto la derecha como la izquierda, ambas por igual, coinciden en compartir la creencia casi mística de que todos los problemas económicos de una sociedad moderna, abierta y compleja, absolutamente todos, se pueden resolver tocando los impuestos. Huelga decir que para los unos esa gran panacea universal pasa por subirlos, mientras que los otros creen con idéntica fe devota que el gran secreto de la prosperidad colectiva reside en bajarlos por norma. Así, los ideólogos del PP predican que una fiscalidad en extremo más liviana para empresas y particulares pondría en marcha un bucle virtuoso de emprendimiento y creatividad que, al final, redundaría en beneficio del conjunto. Por su parte, desde la socialdemocracia descafeinada, ahora con mando en plaza, se replica que la muy acusada desigualdad en la distribución de la riqueza que retrata a España frente al resto de la Europa desarrollada sólo se podrá corregir con la intervención decidida del Estado a través del sistema tributario. Comparten, pues, la misma idea de fondo, lo único que cambia es el modo de aplicarla. Por lo demás, se trata de una idea extravagante, mucho; tan extravagante y marginal que, fuera de la Península Ibérica, prácticamente nadie sostiene semejante doctrina esotérica. Y es que esa creencia atávica en el poder milagroso de los impuestos para mejorar el mundo se da de bruces con la realidad empírica, la observable a simple vista. Sin ir más lejos, en Europa hay países a los que les va muy bien, de maravilla, con niveles de presión fiscal muy baja (por ejemplo, Suiza) y países a los que igual les va muy bien, también de maravilla, con niveles de presión fiscal muy altos (por ejemplo, Noruega y el resto de los nórdicos).«El problema de España, no son los impuestos, bien al contrario, es la clase media y su crónico proceso de encogimiento »De todo lo cual se puede extraer ya una lección muy sencilla, a saber: que ni los impuestos altos ni los impuestos bajos constituyen la clave de bóveda de la prosperidad de un país. Porque el problema de España no son ni nunca han sido los impuestos. El problema de España, bien al contrario, es la clase media; más en concreto, su crónico proceso de encogimiento y minorización desde su antiguo estatus de grupo social dominante. Porque la clase media, el gran soporte sociológico y político, pero también fiscal y financiero, de cualquier Estado del bienestar que aspire a resultar sostenible en el tiempo, aquí, se está extinguiendo lentamente. Un achicamiento constante que es el del estrato que cada vez tiende a concentrar más los gravámenes fiscales del Estado. Y ello porque sus rentas, las de esa clase media en continua disminución, resultan ser las únicas que, siendo susceptibles de fácil control por el fisco, alcanzan para algo más que la mera supervivencia. Porque nuestra anomalía diferencial como país no son los ricos y muy ricos, un grupo que se parece mucho en número y en ingresos a sus homólogos del resto de Europa, sino los pobres y muy pobres.La economía de supuesto éxito que va como un cohete, esa cuyo PIB reciente tanto celebra el Ejecutivo, necesita demasiados trabajadores pobres o muy pobres para funcionar a pleno rendimiento estadístico; pobres y muy pobres a los que ni tan siquiera impuestos directos se les pueden cobrar de tan pobres que son. Y de ahí el colapso fiscal del Estado. No, nada que celebrar.José García Domínguezhttps://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2024-11-20/el-colapso-fiscal-del-estado/
Cita de: Benzino Napaloni en Noviembre 20, 2024, 13:50:13 pmThe Ojete criticando a Sánchez por el desmantelamiento de la clase media. Cosas veredes, amigo Sancho .¿Los mismos que promocionan el turismo descontrolado van a traer ahora inmigrantes para ponerles batas blancas y fabricar chips?Vale que Su Sanchidad está muy lejos de ser perfecto. Pero me gustaría saber qué planes tiene la derecha para arreglar este problema de la menguante clase media. Hasta Franco hizo cosas que hoy día firmaría alguien que canta La Internacional puño en alto.Sabía que saldrías por ahí. No, no lo ha escrito "The Objective", lo ha escrito José García Domínguez, economista que militaba en un partido comunista y que critica desde esa visión el monocultivo turístico o la entrada descontrolada de inmigrantes que sirve a los empresarios para tirar a la baja los salarios y, de paso, depauperar servicios como la sanidad pública. Cosas que acostumbraba a defender la izquierda cuando todavía existía la clase obrera. Así que no, no lo verás en la sexta.
The Ojete criticando a Sánchez por el desmantelamiento de la clase media. Cosas veredes, amigo Sancho .¿Los mismos que promocionan el turismo descontrolado van a traer ahora inmigrantes para ponerles batas blancas y fabricar chips?Vale que Su Sanchidad está muy lejos de ser perfecto. Pero me gustaría saber qué planes tiene la derecha para arreglar este problema de la menguante clase media. Hasta Franco hizo cosas que hoy día firmaría alguien que canta La Internacional puño en alto.
Alejandra Jacinto@AleJacintoUrang·1hLa falacia de la intervención del mercado desmontada por @JaimePalomera
https://x.com/AleJacintoUrang/status/1859223694695952483CitarAlejandra Jacinto@AleJacintoUrang·1hLa falacia de la intervención del mercado desmontada por @JaimePalomera
(...)¿Que no hay un problema demográfico? No ni na, como dicen en Andalucía. La población menor de edad y joven hace tiempo que tocó techo y empieza a caer. Pero ya tenemos un problema inmediato y es que la población activa envejece. La cantidad total es una cifra engañosa. Las personas en edades de 20 a 44 años crecieron de 1998 a 2009, justo en el inicio de la crisis, de 15 millones a más de 18,5. A partir de entonces, declive hasta el punto de perder la cota de los 15 millones.En el mismo periodo de 1998 a 2022, en el rango de 44 a 65 años hemos pasado de 9 millones a más de 14.¿Va a limpiar igual una habitación de hotel alguien con veintipico y las fuerzas intactas que uno que ha pasado de los 40 y ya empieza a estar quemado?
Trump encarga a la jefa de Hulk Hogan y la Roca, estrellas de la lucha libre, dirigir la educación de EE.UU.