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Cita de: tomasjos en Marzo 11, 2025, 07:25:52 amEl Confidencial lleva en portada la inminente recesión estadounidensehttps://www.elconfidencial.com/economia/2025-03-11/trump-pierde-relato-genio-economia_4083102/El 40% de los votantes estadounidenses decidió su voto en las últimas elecciones pensando en quién sería el mejor gestor de la economía y de ellos, casi el 70% se decantó por el candidato republicano, a la postre presidente de EEUU, Donald Trump. El magnate volvió al poder gracias a su imagen de gurú económico. De hecho, incluso llegó a burlarse de los miembros de la Reserva Federal: "Yo he hecho mucho dinero. He sido muy exitoso. Y creo que tengo mejor instinto que, en muchos casos, personas que están en la Fed, o que su presidente". Toda esta confianza se está diluyendo rápidamente. Los consumidores creen que las decisiones que está adoptando el presidente van a tener un impacto negativo sobre la economía. Es más, el temor gira en torno a los dos pilares de la economía que más criticó Trump de la gestión de su antecesor, Joe Biden: la inflación y el deterioro del mercado laboral. La pérdida de confianza es generalizada. Afecta a los inversores, como evidencian las caídas de Wall Street, que han borrado todas las ganancias conseguidas en los días posteriores a la victoria de Trump; a las empresas y también a los consumidores. El último desplome de la bolsa estadounidense, ocurrido el lunes, responde precisamente a un nuevo sondeo de confianza que muestra el aumento de la preocupación. Se trata de la encuesta mensual que realiza la Reserva Federal de Nueva York. El 27,4% de los consumidores temen que la situación financiera de su hogar sea peor o mucho peor dentro de un año. Se trata del peor dato desde noviembre de 2023, hace casi un año y medio.La caída de la confianza ha sido muy rápida. Cuando Trump ganó las elecciones se produjo un gran salto en las expectativas. El porcentaje de hogares que esperaba que su economía fuese bien o muy bien a 1 año vista dio un salto del 30% al 38%. Y el saldo entre respuestas optimistas menos pesimistas fue el mejor desde los meses posteriores al covid. Trump ha dilapidado su capital intangible en unas pocas semanas. Hay otros datos reveladores en la encuesta. El porcentaje de ocupados dispuestos a abandonar voluntariamente su trabajo se redujo por debajo del 18%, el dato más bajo desde julio de 2023. Este indicador es proporcional a la confianza en el mercado laboral, ya que sólo abandona un trabajo aquel que piensa que encontrará algo mejor. Por el contrario, cuando ganó Trump casi un 21% de los ocupados pensaba en cambiar de trabajo, tres puntos más.La esperanzaTrump está perdiendo su halo de genio económico. No sólo los indicadores de confianza se están deteriorando, también los indicadores duros. Por ejemplo, el mercado laboral ha sufrido una brusca ralentización desde su toma de posesión, las importaciones se han disparado por el temor a los aranceles y la inflación empieza a repuntar. Las evidencias son ya indiscutibles. Es imposible anticipar si las medidas adoptadas, como la escalada arancelaria o los despidos de funcionarios, servirán para mejorar el crecimiento potencial futuro. Pero, a corto plazo, la economía se está frenando bruscamente. El propio Trump ha reconocido, en una entrevista en la Fox, que la economía puede ir mal durante los próximos meses. "Hay un periodo de transición", asumió preguntado sobre si habría una recesión este año, “estamos haciendo cosas muy grandes”.El escenario de recesión, o siquiera de desaceleración, no tenía hueco en el discurso de Trump durante la campaña electoral. Sus medidas harían grande a América otra vez sin necesidad de pasar por una crisis, por muy transitoria que fuera. El relato argumental se complica por momentos. Esto ya no es convencer a los votantes de que existe una cacería judicial contra Trump, sino de persuadir de que la economía va mejor mientras ésta empeora. Trump confía en que la pérdida de confianza sea un bache coyuntural que se recupere cuando despegue la inversión provocada por los aranceles. Algunas multinacionales extranjeras han anunciado que instalarán centros productivos dentro de EEUU para evitar el paso por la aduana. El presidente confía en que este movimiento sea masivo y permita reactivar el empleo y el crecimiento. Sin embargo, la confianza de las empresas será clave para determinar la inversión. Si la demanda interna se contrae porque los consumidores eligen aumentar su ahorro, las empresas no invertirán. Máxime cuando la producción dentro de Estados Unidos ya no sirve para la exportación por los aranceles que están adoptando el resto de países contra EEUU en represalia.Investigadores de las Universidades de Stanford, Chicago y Northwestern elaboran un índice de incertidumbre de política económica para medir cómo afectan las decisiones gubernamentales a la economía. El último dato, correspondiente al mes de febrero, muestra cómo se ha disparado la incertidumbre hasta máximos históricos si se descuentan los meses de la pandemia.¿Qué pasa con la bolsa?Además de la confianza, las empresas necesitan capital y crédito barato para invertir. Sin embargo, lo que está provocando Trump en los mercados es un temor a la estanflación: estancamiento económico y alta inflación. Es el riesgo que conllevan los aranceles en el corto plazo. El miedo al estancamiento económico está provocando una fuerte caída de las bolsas y el temor a una inflación encarece los costes financieros. La encuesta de la Fed de Nueva York también revela una caída de las expectativas en el desempeño de las bolsas. Las probabilidades que dan los consumidores a que la bolsa americana suba durante el próximo año es la más baja desde diciembre de 2023 y se sitúa por debajo de la media histórica.Los ahorradores empiezan a pensar que la bolsa irá a peor con Trump. Ni siquiera el bitcoin escapa a las caídas por la pérdida de confianza de los inversores y cotiza ya en mínimos desde noviembre. Un mal presagio para el precio de las acciones. Y la caída ha sido especialmente intensa entre las rentas altas (de más de 100.000 dólares de ingresos anuales). Trump no sólo está defraudando a las clases populares, también a los capitalistas. Si no consigue que las bolsas vayan mejor que con Biden, tendrá muy complicado mantener su reputación de buen gestor económico.Estados Unidos parece (digo parece porque yo vivo en mañolandia y me entero de lo que me entero) tener un problema cultural grave.Allí parece que el que hace dinero es bueno y ya. Hacer dinero es bueno es una especie de camino hacia la divinidad o al menos hacia el sacerdocio supremo. El que hace dinero ha demostrado, además, ser listo o más bien sabio. Tu haces dinero haciendo tornillos y eso es muestra de que eres una eminencia en el sector público, la defensa, el comercio internacional, los mercados de valores y las políticas monetarias y fiscales, además de en la astrofísica, la investigación contra el cáncer, el COVID, la expansión interplanetaria de la humanidad, sociología actual y futura y cualquier otro campo.Ningún otro logro es comparable. Usted puede ser un as del diseño de buques o ser capaz de tocar el tercer concierto para violín de Sibelius con los pies pero sus opiniones sobre la sociedad del futuro son despreciables comparadas con las de un tipo que ha hecho dinero vendiendo algo. Algo de contagio hay por estos lares. Hace años algunos conocidos se empeñaron en mandarme, reiteradas veces, el discurso de Steve Jobs en Standford. Al final a alguno le contesté que por qué cojones me mandaba un puto (no usé esas palabras) speech new age, totalmente vacío.A mi me sigue pareciendo tremendo que semejante cosa se pronunciase en lo que se supone es uno de los templos máximos del conocimiento moderno. Da pena y miedo.¿Pero quién soy yo para criticar al gran santón laico?. Al fin y al cabo soy una Charo de provincias y él hizo mucho dinero y cambió el mundo.¿Cuántas empresas han puesto en marcha y cuantos trillones han ganado los que dicen que Musk está mal del tarro? Pringados.Cuando Joe Rogan invita a Elon a su podcast se diría que estamos asistiendo a cómo Sócrates instruye a Timeo.
El Confidencial lleva en portada la inminente recesión estadounidensehttps://www.elconfidencial.com/economia/2025-03-11/trump-pierde-relato-genio-economia_4083102/El 40% de los votantes estadounidenses decidió su voto en las últimas elecciones pensando en quién sería el mejor gestor de la economía y de ellos, casi el 70% se decantó por el candidato republicano, a la postre presidente de EEUU, Donald Trump. El magnate volvió al poder gracias a su imagen de gurú económico. De hecho, incluso llegó a burlarse de los miembros de la Reserva Federal: "Yo he hecho mucho dinero. He sido muy exitoso. Y creo que tengo mejor instinto que, en muchos casos, personas que están en la Fed, o que su presidente". Toda esta confianza se está diluyendo rápidamente. Los consumidores creen que las decisiones que está adoptando el presidente van a tener un impacto negativo sobre la economía. Es más, el temor gira en torno a los dos pilares de la economía que más criticó Trump de la gestión de su antecesor, Joe Biden: la inflación y el deterioro del mercado laboral. La pérdida de confianza es generalizada. Afecta a los inversores, como evidencian las caídas de Wall Street, que han borrado todas las ganancias conseguidas en los días posteriores a la victoria de Trump; a las empresas y también a los consumidores. El último desplome de la bolsa estadounidense, ocurrido el lunes, responde precisamente a un nuevo sondeo de confianza que muestra el aumento de la preocupación. Se trata de la encuesta mensual que realiza la Reserva Federal de Nueva York. El 27,4% de los consumidores temen que la situación financiera de su hogar sea peor o mucho peor dentro de un año. Se trata del peor dato desde noviembre de 2023, hace casi un año y medio.La caída de la confianza ha sido muy rápida. Cuando Trump ganó las elecciones se produjo un gran salto en las expectativas. El porcentaje de hogares que esperaba que su economía fuese bien o muy bien a 1 año vista dio un salto del 30% al 38%. Y el saldo entre respuestas optimistas menos pesimistas fue el mejor desde los meses posteriores al covid. Trump ha dilapidado su capital intangible en unas pocas semanas. Hay otros datos reveladores en la encuesta. El porcentaje de ocupados dispuestos a abandonar voluntariamente su trabajo se redujo por debajo del 18%, el dato más bajo desde julio de 2023. Este indicador es proporcional a la confianza en el mercado laboral, ya que sólo abandona un trabajo aquel que piensa que encontrará algo mejor. Por el contrario, cuando ganó Trump casi un 21% de los ocupados pensaba en cambiar de trabajo, tres puntos más.La esperanzaTrump está perdiendo su halo de genio económico. No sólo los indicadores de confianza se están deteriorando, también los indicadores duros. Por ejemplo, el mercado laboral ha sufrido una brusca ralentización desde su toma de posesión, las importaciones se han disparado por el temor a los aranceles y la inflación empieza a repuntar. Las evidencias son ya indiscutibles. Es imposible anticipar si las medidas adoptadas, como la escalada arancelaria o los despidos de funcionarios, servirán para mejorar el crecimiento potencial futuro. Pero, a corto plazo, la economía se está frenando bruscamente. El propio Trump ha reconocido, en una entrevista en la Fox, que la economía puede ir mal durante los próximos meses. "Hay un periodo de transición", asumió preguntado sobre si habría una recesión este año, “estamos haciendo cosas muy grandes”.El escenario de recesión, o siquiera de desaceleración, no tenía hueco en el discurso de Trump durante la campaña electoral. Sus medidas harían grande a América otra vez sin necesidad de pasar por una crisis, por muy transitoria que fuera. El relato argumental se complica por momentos. Esto ya no es convencer a los votantes de que existe una cacería judicial contra Trump, sino de persuadir de que la economía va mejor mientras ésta empeora. Trump confía en que la pérdida de confianza sea un bache coyuntural que se recupere cuando despegue la inversión provocada por los aranceles. Algunas multinacionales extranjeras han anunciado que instalarán centros productivos dentro de EEUU para evitar el paso por la aduana. El presidente confía en que este movimiento sea masivo y permita reactivar el empleo y el crecimiento. Sin embargo, la confianza de las empresas será clave para determinar la inversión. Si la demanda interna se contrae porque los consumidores eligen aumentar su ahorro, las empresas no invertirán. Máxime cuando la producción dentro de Estados Unidos ya no sirve para la exportación por los aranceles que están adoptando el resto de países contra EEUU en represalia.Investigadores de las Universidades de Stanford, Chicago y Northwestern elaboran un índice de incertidumbre de política económica para medir cómo afectan las decisiones gubernamentales a la economía. El último dato, correspondiente al mes de febrero, muestra cómo se ha disparado la incertidumbre hasta máximos históricos si se descuentan los meses de la pandemia.¿Qué pasa con la bolsa?Además de la confianza, las empresas necesitan capital y crédito barato para invertir. Sin embargo, lo que está provocando Trump en los mercados es un temor a la estanflación: estancamiento económico y alta inflación. Es el riesgo que conllevan los aranceles en el corto plazo. El miedo al estancamiento económico está provocando una fuerte caída de las bolsas y el temor a una inflación encarece los costes financieros. La encuesta de la Fed de Nueva York también revela una caída de las expectativas en el desempeño de las bolsas. Las probabilidades que dan los consumidores a que la bolsa americana suba durante el próximo año es la más baja desde diciembre de 2023 y se sitúa por debajo de la media histórica.Los ahorradores empiezan a pensar que la bolsa irá a peor con Trump. Ni siquiera el bitcoin escapa a las caídas por la pérdida de confianza de los inversores y cotiza ya en mínimos desde noviembre. Un mal presagio para el precio de las acciones. Y la caída ha sido especialmente intensa entre las rentas altas (de más de 100.000 dólares de ingresos anuales). Trump no sólo está defraudando a las clases populares, también a los capitalistas. Si no consigue que las bolsas vayan mejor que con Biden, tendrá muy complicado mantener su reputación de buen gestor económico.
Why America betrayed EuropeThere are lots of reasons, actually.(...)The first theory is that Trump (or perhaps Musk) wants to coordinate with Russia and China and divide up the world between them into spheres of influence, while cooperating to suppress global “woke” ideology. This would combine the isolationism of Lindbergh with the reactionary approach of Klemens von Metternich.The second theory is that Trump and his people are trying to pull off a “reverse Kissinger” diplomatic maneuver in which they either flip Russia to the U.S. side against China, or at least make sure Russia stays neutral in any U.S.-China conflict. This is unlikely to succeed, for many reasons, but it does seem like an idea that the Trump people are quite enamored of.Either of these theories would be a convenient way for Trump to try and put a brave face on American weakness. The U.S. has deemphasized manufacturing and let its defense-industrial base go to rot, leaving it incapable of matching even Russia’s rate of weapons production, let alone China’s. The days when America was capable of fighting a two-front war in Asia and Europe are long gone; these days, it would be hard-pressed to fight a one-front war in Asia.Trump probably knows this. He believes (wrongly) that his economic isolationism will eventually restore American manufacturing, but in the meantime, he probably feels the urge to retreat from the world stage — or at least from Europe — in order to both husband America’s dwindling resources and avoid the possibility of military humiliation.In any case, whichever of the theories is true, it seems clear that Trump and many of his followers think Russia would make a better U.S. partner than Europe would. As for why they think this…well, I can speculate.(...)To American rightists, Russia seems strong and Europe seems weakTrump and his people constantly talk about Europe’s need to spend more on their own defense. In fact, when Trump threatened to refuse to honor NATO’s Article 5 mutual defense commitment, he only threatened to abandon European countries that didn’t spend a large amount on their own defense.But this is about more than European free-riding. Trump and his people see Europe as a weak entity — a soft, decadent land incapable of defending itself against its more martial and manly neighbor. Ted Cruz, a Republican senator, famously watched a Russian military propaganda video showing soldiers doing shirtless pushups, and declared that America’s “woke, emasculated military” didn’t stand a chance against them:https://youtu.be/TfnW4epCdAUThe notion that Russia is inherently stronger than Europe is false, of course — Europe has a lot more people and a lot more heavy industry. All the pushups in the world haven’t prevented the vaunted Russian military from turning in a decidedly lackluster performance in Ukraine. But to the American right, perceptions and posturing and vibes are often more important than numbers and statistics. Russia gives off strength, so it must be strong.And to the American right, strength is everything in international affairs. It’s a dog-eat-dog world out there, and concepts like the rules-based international order or international law are laughable. If Russia and Europe are to fight, Trump and company want to bet on the side with the shirtless pushups.Of all the reasons why Trump has abandoned Europe, this is the only one that the region can do anything about. Europeans are not going to give up their fundamental values, and they won’t be able to disabuse Trump of his dreams of partnering with Russia and pretending it’s the 19th century. But what Europe can do is to look strong. It can beef up its defenses by a huge amount, implement universal military training, build up its nuclear arsenal, and boost heavy industry and defense manufacturing. Poland is already doing all of this, and the UK, France, and Germany are already moving in the direction of rearmament. That’s good.Europe can’t make Trump or his party embrace their values. But what they can do is to become strong enough where Trump respects them instinctively. That strength will push Trump toward a posture of neutrality, instead of friendliness toward Russia. And maybe, after the weird rightist minority that has taken over the country no longer holds power, America and Europe can reestablish their storied alliance — on a more equal footing this time.
Cita de: Saturio en Marzo 11, 2025, 13:28:09 pmCita de: tomasjos en Marzo 11, 2025, 07:25:52 amEl Confidencial lleva en portada la inminente recesión estadounidensehttps://www.elconfidencial.com/economia/2025-03-11/trump-pierde-relato-genio-economia_4083102/El 40% de los votantes estadounidenses decidió su voto en las últimas elecciones pensando en quién sería el mejor gestor de la economía y de ellos, casi el 70% se decantó por el candidato republicano, a la postre presidente de EEUU, Donald Trump. El magnate volvió al poder gracias a su imagen de gurú económico. De hecho, incluso llegó a burlarse de los miembros de la Reserva Federal: "Yo he hecho mucho dinero. He sido muy exitoso. Y creo que tengo mejor instinto que, en muchos casos, personas que están en la Fed, o que su presidente". Toda esta confianza se está diluyendo rápidamente. Los consumidores creen que las decisiones que está adoptando el presidente van a tener un impacto negativo sobre la economía. Es más, el temor gira en torno a los dos pilares de la economía que más criticó Trump de la gestión de su antecesor, Joe Biden: la inflación y el deterioro del mercado laboral. La pérdida de confianza es generalizada. Afecta a los inversores, como evidencian las caídas de Wall Street, que han borrado todas las ganancias conseguidas en los días posteriores a la victoria de Trump; a las empresas y también a los consumidores. El último desplome de la bolsa estadounidense, ocurrido el lunes, responde precisamente a un nuevo sondeo de confianza que muestra el aumento de la preocupación. Se trata de la encuesta mensual que realiza la Reserva Federal de Nueva York. El 27,4% de los consumidores temen que la situación financiera de su hogar sea peor o mucho peor dentro de un año. Se trata del peor dato desde noviembre de 2023, hace casi un año y medio.La caída de la confianza ha sido muy rápida. Cuando Trump ganó las elecciones se produjo un gran salto en las expectativas. El porcentaje de hogares que esperaba que su economía fuese bien o muy bien a 1 año vista dio un salto del 30% al 38%. Y el saldo entre respuestas optimistas menos pesimistas fue el mejor desde los meses posteriores al covid. Trump ha dilapidado su capital intangible en unas pocas semanas. Hay otros datos reveladores en la encuesta. El porcentaje de ocupados dispuestos a abandonar voluntariamente su trabajo se redujo por debajo del 18%, el dato más bajo desde julio de 2023. Este indicador es proporcional a la confianza en el mercado laboral, ya que sólo abandona un trabajo aquel que piensa que encontrará algo mejor. Por el contrario, cuando ganó Trump casi un 21% de los ocupados pensaba en cambiar de trabajo, tres puntos más.La esperanzaTrump está perdiendo su halo de genio económico. No sólo los indicadores de confianza se están deteriorando, también los indicadores duros. Por ejemplo, el mercado laboral ha sufrido una brusca ralentización desde su toma de posesión, las importaciones se han disparado por el temor a los aranceles y la inflación empieza a repuntar. Las evidencias son ya indiscutibles. Es imposible anticipar si las medidas adoptadas, como la escalada arancelaria o los despidos de funcionarios, servirán para mejorar el crecimiento potencial futuro. Pero, a corto plazo, la economía se está frenando bruscamente. El propio Trump ha reconocido, en una entrevista en la Fox, que la economía puede ir mal durante los próximos meses. "Hay un periodo de transición", asumió preguntado sobre si habría una recesión este año, “estamos haciendo cosas muy grandes”.El escenario de recesión, o siquiera de desaceleración, no tenía hueco en el discurso de Trump durante la campaña electoral. Sus medidas harían grande a América otra vez sin necesidad de pasar por una crisis, por muy transitoria que fuera. El relato argumental se complica por momentos. Esto ya no es convencer a los votantes de que existe una cacería judicial contra Trump, sino de persuadir de que la economía va mejor mientras ésta empeora. Trump confía en que la pérdida de confianza sea un bache coyuntural que se recupere cuando despegue la inversión provocada por los aranceles. Algunas multinacionales extranjeras han anunciado que instalarán centros productivos dentro de EEUU para evitar el paso por la aduana. El presidente confía en que este movimiento sea masivo y permita reactivar el empleo y el crecimiento. Sin embargo, la confianza de las empresas será clave para determinar la inversión. Si la demanda interna se contrae porque los consumidores eligen aumentar su ahorro, las empresas no invertirán. Máxime cuando la producción dentro de Estados Unidos ya no sirve para la exportación por los aranceles que están adoptando el resto de países contra EEUU en represalia.Investigadores de las Universidades de Stanford, Chicago y Northwestern elaboran un índice de incertidumbre de política económica para medir cómo afectan las decisiones gubernamentales a la economía. El último dato, correspondiente al mes de febrero, muestra cómo se ha disparado la incertidumbre hasta máximos históricos si se descuentan los meses de la pandemia.¿Qué pasa con la bolsa?Además de la confianza, las empresas necesitan capital y crédito barato para invertir. Sin embargo, lo que está provocando Trump en los mercados es un temor a la estanflación: estancamiento económico y alta inflación. Es el riesgo que conllevan los aranceles en el corto plazo. El miedo al estancamiento económico está provocando una fuerte caída de las bolsas y el temor a una inflación encarece los costes financieros. La encuesta de la Fed de Nueva York también revela una caída de las expectativas en el desempeño de las bolsas. Las probabilidades que dan los consumidores a que la bolsa americana suba durante el próximo año es la más baja desde diciembre de 2023 y se sitúa por debajo de la media histórica.Los ahorradores empiezan a pensar que la bolsa irá a peor con Trump. Ni siquiera el bitcoin escapa a las caídas por la pérdida de confianza de los inversores y cotiza ya en mínimos desde noviembre. Un mal presagio para el precio de las acciones. Y la caída ha sido especialmente intensa entre las rentas altas (de más de 100.000 dólares de ingresos anuales). Trump no sólo está defraudando a las clases populares, también a los capitalistas. Si no consigue que las bolsas vayan mejor que con Biden, tendrá muy complicado mantener su reputación de buen gestor económico.Estados Unidos parece (digo parece porque yo vivo en mañolandia y me entero de lo que me entero) tener un problema cultural grave.Allí parece que el que hace dinero es bueno y ya. Hacer dinero es bueno es una especie de camino hacia la divinidad o al menos hacia el sacerdocio supremo. El que hace dinero ha demostrado, además, ser listo o más bien sabio. Tu haces dinero haciendo tornillos y eso es muestra de que eres una eminencia en el sector público, la defensa, el comercio internacional, los mercados de valores y las políticas monetarias y fiscales, además de en la astrofísica, la investigación contra el cáncer, el COVID, la expansión interplanetaria de la humanidad, sociología actual y futura y cualquier otro campo.Ningún otro logro es comparable. Usted puede ser un as del diseño de buques o ser capaz de tocar el tercer concierto para violín de Sibelius con los pies pero sus opiniones sobre la sociedad del futuro son despreciables comparadas con las de un tipo que ha hecho dinero vendiendo algo. Algo de contagio hay por estos lares. Hace años algunos conocidos se empeñaron en mandarme, reiteradas veces, el discurso de Steve Jobs en Standford. Al final a alguno le contesté que por qué cojones me mandaba un puto (no usé esas palabras) speech new age, totalmente vacío.A mi me sigue pareciendo tremendo que semejante cosa se pronunciase en lo que se supone es uno de los templos máximos del conocimiento moderno. Da pena y miedo.¿Pero quién soy yo para criticar al gran santón laico?. Al fin y al cabo soy una Charo de provincias y él hizo mucho dinero y cambió el mundo.¿Cuántas empresas han puesto en marcha y cuantos trillones han ganado los que dicen que Musk está mal del tarro? Pringados.Cuando Joe Rogan invita a Elon a su podcast se diría que estamos asistiendo a cómo Sócrates instruye a Timeo.Que tu sociedad tenga los valores completamente desplazados, o básicamente inexistentes (que no deja de ser el no tener personalidad y ser un postureta, aplicado a una sociedad) es un problema de importancia crítica. Pero como sólo hay tontos de estos en la "elite", no hay nadie que se dé cuenta de que hay que dar un giro de timón.Por eso se veía venir el desastre desde hace mucho, porque inconscientemente se percibe la falta de norte y de inteligencia a nivel general.