LOS ROCAMBOLES SE DAN CUENTA DE QUE «FALTA OFERTA» ES UNA PARIDA QUE PUDIERA RESULTARLES CARÍSIMA.—
«Falta oferta», aparte de que es mentira —la oferta es una cosa que no existe contablemente—, equivale a dos cosas:
•
Rogarle al Estado intervenga con un tsunami de construcción o, cuando menos, limitando precios.
•
Reconocer que el capitalismo ha fracasado en la provisión de un bien básico y consumo obligatorio y que el 'mercao' es mentira; o no es verdad que, de acuerdo con el «bicurvismo de 1.º de Económicas», las empresas tendrían que estar hinchándose a explotar esta situación excepcionalmente desequilibrada sin airear tanto falso victimismo exculpatorio?
Son víctimas de su propia política de comunicación. Corren el peligro de que empiece a saberse que se trata de una
estafa anticapitalista y que el Estado se ponga a construir millones de viviendas donde se supone que hacen falta (centros y costas).
Además, está empezando a oírse que
habría que prohibir la compra-no-para-vivir, como pasa con la pólvora en situaciones de guerra. Nosotros estamos muy muy a favor de la penalización de la compra-para-'himbersión', incluso tratándose de particulares.
El caso es que el sector percibe que
toca ya el giro copernicano en la política de comunicación. Ahora
toca vender-para-vivir.
Incluso el jefe del Tesoro imperial,
Bessent, ya dice que, aunque todo marcha a pedir de boca,
hay una recesión inmobiliaria:
https://www.transicionestructural.net/index.php?topic=2630.msg251681#msg251681https://gbm.com/media/noticia/bessent-dice-que-altas-tasas-de-interes-en-eeuu-pudieron-causar-la-recesion-inmobiliaria/«
2 nov. (Reuters). Algunas partes de la economía estadounidense, en particular el sector de la vivienda, podrían estar ya en recesión debido a las elevadas tasas de interés, dijo el domingo el secretario del Tesoro, Scott Bessent, reiterando su llamamiento a la Reserva Federal para que acelere los recortes de tipos.'Creo que estamos en buena forma, pero creo que hay sectores de la economía que están en recesión', dijo Bessent en el programa 'State of the Union' de CNN. 'La vivienda', dijo, 'se encuentra efectivamente en una recesión que está afectando más a los consumidores de gama baja, porque tienen deudas, no activos'. El secretario del Tesoro calificó el entorno económico general de período de transición. 'Si se contrae el gasto, la inflación disminuirá. Si la inflación disminuye, la Reserva Federal debería bajar las tasas', sostuvo».
Estamos en un cambio radical de la política de comunicación de la política económica. Se habrían hecho ya los deberes (aranceles, DOGE, 'deals', sanciones exteriores, freno a la UE, 'stablecoins', petróleo-fetiche, xenofobia, desamparados y purpurina) y ahora estaríamos esperando a la efctiva transmisión de estas políticas 'big and beautiful' a la economía real.
Histórico 2025, primer año de la hégira del pobre imperio anglo venido a menos, primer año de la nueva Era Cero.
La consigna es llevar este nuevo escenario al timojuego de dinero sin trabajar de El Ladrillo.
La primera andanada es contra la línea de flotación del faltaofertismo: «
Tened cuidado, porque no hay correlación estadística entre el nivel de precios y la falta de oferta». A este asalto ideológico, consistente en cargarse el faltofertismo, corresponde la publicación de este gráfico tumbativo que revela, para todos los países de la UE, lo que se han incrementado los precios de la vivienda en los últimos 3 lustros en relación con el poco aumento de la oferta, expresado como porcentaje de permisos de construcción respecto del stock de vivienda:
Este gráfico es importantísimo por lo críptico que es el R^2 del recuadro. Casi nadie sabe qué quiere decir que el coeficiente de determinación sea:
R^2 = 0,0036
Pero significa una cosa sencillísima: ¡¡¡
El 96,4% del nivel de los precios absurdos que padecemos no se explica por la oferta!!!
Es tan llamativa la indeterminación estadística, que condena al silencio a los faltaofertistas y obliga a todos a pensar por qué tenemos los precios que tenemos.
¿Se dan cuenta de lo
peligrosísima que es la situación para el sector? Estamos a un tris de que empiece a extenderse el uso de la palabra
estafa, estafa o timo que se escucha en la calle.
Les urge, por tanto, pasar a comunicar que «
es el momento idóneo de olvidarse de perder el tiempo y decidirse a comprar-para-vivir». Pero hay un problema insalvable: los que necesitan vivienda para vivir no pueden permitirse este nivel de precios de compraventa. Ha cundido que '
comprar caro es de tontivano'. Nadie, ni el sector mismo (vid. sus propias operaciones corporativas
–60%), se cree los valores de catálogo. El actual es un nivel que estaba diseñado para las
matemáticas financieras del exprimeinquilinato, para justificar la reestructuración inmobiliaria y que, el que quisiera comprar, lo hiciera con dinero, no con deuda, y para refugiarse de una hipotética inflación que ha resultado apestar a bluf, todo en un intento bienintencionado pero frustrado por reequilibrar precios relativos.
Blanco y en botella: o tiene lugar una rebaja sustancial de los tipos de interés, como dice Bessent, o
hay que proceder un rebajón generalizado de precios nominales que vuelva a instalar por enésima vez la cultureta de la oportunidad, esta vez para desaguar los inmuebles de los Balances de sus actuales tenedores, que son ya de segunda división.
La rebaja de tipos de interés no funciona. No solo es mentira que haya correlación entre tipos de interés y El Ladrillo, sino que,
tipos de interés bajos significan deflación en sentido amplio y ello implica vuelta al amor por el dinero como reserva de valor (el dinero ya no sería la basura que dicen los tontos del Ladrillo, el oro y las criptos, todo el día con sus alucinaciones IA o no IA).
Además, la política monetaria de endurecimiento por la inflación rara pospandemia de cóvid ha revelado un problema muy serio de
histéresis: los toqueteos de los tipos de interés de intervención tardan una eternidad en rendir los efectos que sí tenían cuando éramos más inocentes. Es más, algunos de los efectos entonces (2022-UE) cantados (corrección valorativa de inmuebles, Bolsa y dólar) aún están inéditos —y hay demasiados muertos eslavos o palestinos de por medio—. Solo ha habido consecuencias en materia de Deuda, lo que es importantísimo para nosotros, por cierto, toda vez que la Deuda ha quedado inutilizada para amortiguar nada.
Por donde lo mires,
no queda más camino que el rebajón de precios nominales, camino que empieza bajando los valores de catálogo y que ya ha sido ensayado en otros momentos de estas cuatro décadas ominosas. Pero esta vez está
todo teñido de dramatismo: este rebajón, que querría dosificarse, ¡ja!, en el tiempo (triple A: años, años, años), es un solo proceso de descomposición y será para siempre.
Jamás volverá a haber timojuego del Ladrillo, ¡jamás! La vivienda básica ya va a ser siempre de provisión pública o semipública. El patrón de Producción-Renta-Gasto ya no es el popularcapitalista, sino otro nuevo de
planificación central capitalista. La banca de depósitos no está secuestrada por los timadores, sus ganchos y sus primos, por mucho que, resentidísimos, ganen votaciones populares: no pintan nada.