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Cita de: R.G.C.I.M. en Junio 22, 2013, 23:45:05 pmCuando tienes deudas y no puedes pagarlas es lo que suele ocurrir.Y si te han timado aprendes.Mirenlo por el lado bueno.Asi podremos construirlo todo de nuevo y mejor.No querian tirar abajo el edificio?Ahi lo tienen.CPM.Sds.La Europa social existía y muy bien antes de la deuda.Ese es el problema. Que basan el expolio social en la deuda.MENTIRA.Con lo de CPM no estoy en nada de acuerdo.
Cuando tienes deudas y no puedes pagarlas es lo que suele ocurrir.Y si te han timado aprendes.Mirenlo por el lado bueno.Asi podremos construirlo todo de nuevo y mejor.No querian tirar abajo el edificio?Ahi lo tienen.CPM.Sds.
....... ya os contare lo que he hecho yo en mi entorno. Os vais a reír.
Esto es una teoría muy personal, pero:Muerto el colonialismo, el Estado del Bienestar tenía los días contados. Recordemos que la primera crisis del EdB es la Crisis del Petróleo.
Despojémonos ya de los financierosEl ascenso al poder de los financieros, facilitado por los Clinton en la década de 1990, está en la raíz de los graves problemas actuales. Aunque en realidad, y siendo justos, los últimos tres presidentes estadounidenses, incluido el actual, así como la inmensa mayoría de las élites políticas occidentales, constituyen una auténtica vergüenza. Teniendo en cuenta el totalitarismo invertido, término acuñado en 2003 por Sheldom Wolin, en que se han transformado la práctica totalidad de las democracias occidentales, se otea muy poca esperanza en el horizonte, a excepción de algunos puntos de luz aislados en medio de una erosión general sin parangón.Mi preocupación es que a medida que la situación empeore, y empeorará, la élite tiende a castigar a los inocentes y los débiles. Esta ha sido su respuesta hasta el momento, mucho más allá de lo que uno podría haber imaginado. Simplemente miren el esperpento en que se ha transformado nuestra querida España. La situación puede llegar a ser tal y acabar tan fuera de control que no descarten ustedes que algún día se empiecen a abrir juicios penales por “crímenes de guerra financieros”. La mayoría de estos individuos, además, no tienen vergüenza, abusan de los juramentos, y son maestros del engaño.Así que probablemente el desarrollo y devenir de la actual dinámica, no sólo económica, sino también política y social, no terminará bien. Pero terminará. Una vez más, lo irónico es que la verdad está saliendo a la luz, poco a poco, pero no en los medios de comunicación dominantes, que se están cubriendo de gloria.El diseño del comienzo del desastreLas élites económicas y políticas, tras una larga secuencia de raquíticos crecimientos económicos, diseñaron a mediados de los 90 una huida hacia adelante a través de una política monetaria excesivamente expansiva que conllevó el proceso de endeudamiento y la burbuja financiera más grande la historia. Además de sostener una expansión artificial de la demanda, que sorteó la caída de la tasa de ganancia del capital, permitió, sobre todo, la financiación de un gigantesco proceso de acumulación y adquisición de riquezas por todo el globo a favor de las grandes multinacionales.Sin embargo, la desigual distribución de la renta, junto a los límites físicos y energéticos del planeta, abortaron el intento de fuga hacia delante que supuso la burbuja financiera, que incluso las elites tecnócratas financieras, valoraron peyorativamente: “la burbuja financiera, no fue sino una vía para sortear artificialmente los limites que la desequilibrada distribución de la riqueza en el mundo” (Strauss-Kahn, 2010).Con la actual crisis sistémica las élites occidentales tratan de rediseñar una nueva política económica que eufemísticamente denominan austeridad fiscal expansiva, a través de la cual, y de espaldas a los poderes democráticos, quieren recuperar sus tasas de ganancia a costa de los ciudadanos.Sin embargo, el equilibrio artificial que mantenía el status quo, a través de expansiones cuantitativas de los bancos centrales y el constante soporte para ofrecer liquidez sin límites, se está resquebrajando. Estamos, como expliqué en mi último blog, a las puertas de un nuevo paradigma, donde se “normalizará” el coste del capital y las primas de riesgo. Es decir, subirán los tipos de interés y caerán fuertemente los precios de los activos de riesgo. Hay dos razones básicas. En primer lugar, la sobrevaloración de la mayor parte de los activos, tanto los de riesgo como los que en su momento se denominaron seguros. En segundo lugar, la falta de ahorro global para reciclar en el futuro.Este proceso ya ha empezado, primero en los mercados de materias primas y en los de los países emergentes, donde ha habido un fuerte incremento en los tipos de interés de la deuda y una notable depreciación de sus divisas; y a continuación en los mercados de riesgo occidentales. Frente a la opinión mayoritaria, los países que más sufrirán en el medio plazo serán curiosamente aquellos donde las élites financieras son dominantes, Estados Unidos y Reino Unido. Sencillamente habrá un momento en que no podrán refinanciar su ingente volumen de deuda, pública y privada; y comenzarán su particular descenso a los infiernos, su recesión de balances.El último misterio de la crisis financieraEl pasado miércoles 19 de junio, el periodista Matt Taibbi, publicó una excelente pieza bajo el título “The Last Mystery of the Financial Crisis”, en español algo así como “El Último Misterio de la Crisis Financiera”. Mediante un nuevo hallazgo de documentos embarazosos explica cómo las agencias de calificación Moody’s y Standard & Poors ayudaron a expandir la crisis. En esos documentos, reunidos en las dos principales demandas judiciales contra las agencias de calificación, se detalla cómo en realidad constituyeron una desvergonzada herramienta para los bancos, dispuestos a dar a cualquier cosa una calificación alta a cambio de dinero.La función principal de estas agencias de calificación es la de ayudar a definir lo que es seguro para comprar, y lo que no lo es. Una calificación triple A según los propios informes de Moody, sólo debería darse a aquellas compañías o países que "sobrevivirían a un escenario equivalente a la Gran Depresión." Pero la realidad fue muy distinta.La Comisión Investigadora de la Crisis Financiera descubrió que Moody’s entre 2000 y 2007 concedió a casi 45.000 títulos respaldados por hipotecas la calificación AAA. Durante un año, cada día, Moody’s repartía calificaciones AAA a un promedio de 30 valores respaldados por hipotecas, el 83 por ciento de los cuales fueron finalmente rebajadas. "Esta crisis no habría sido posible sin las agencias de calificación", concluyó la comisión.La crisis financiera no es algo que acaba de suceder. Simplemente fue un fraude infame perpetrado durante un largo período de tiempo por los mayores bancos y sus facilitadores. Y muchos de ellos son cómplices por encubrimiento. Parafraseando a Franklin Delano Roosvelt, “los monopolios financieros y empresariales, una banca imprudente, y el sectarismo, han llegado a considerar al gobierno simplemente como un apéndice de sus propios asuntos. Ahora sabemos que el gobierno del dinero organizado es igual de peligroso que un gobierno del crimen organizado". Todo esto, les suena, ¿verdad? Pues ya es hora, como hizo FDR, de despojarnos de ello.
Se me ha activado el detector de ornitorrincos negroshttp://internacional.elpais.com/internacional/2013/06/23/actualidad/1371975159_643533.html
La turbulencia de las bolsas ha desmentido el optimismo de la Fed y los mercados financieros mundiales se encuentran en una situación muy peligrosa que acelera su colapso. La reciente declaración de Ben Bernanke dejó en claro el crucial papel que jugó la especulación financiera en los precios de casi todo, y cómo este esquema gestó las enormes burbujas de activos que desataron la actual crisis global. Desde sus orígenes, la virulencia de esta crisis desatada por la adicción a la deuda, un nivel artificial en el nivel de vida, corrupción y usura, no ha sido tomada con seriedad por las autoridades e instituciones. Los bancos centrales se limitaron a una escalada sin precedentes de rescates financieros, sólo para salvar las apariencias y ocultar la corrupción y degradación de todo el sistema. Pero este esquema ya no va más y ahora entra en juego el aumento de las tasas de interés. No porque sea el momento de hacerlo, sino porque los bancos centrales han agotado todo su recetario y ya no tienen recursos para mantener la fiesta. Mientras el único rol de los bancos centrales era cuidar la conducta de los precios básicos, descuidaron completamente la conducta de los precios de los activos que desataron las enormes burbujas que hoy están en implosión. La falta de vigilancia real de los bancos centrales ha sido elocuente, y hoy nadie la puede negar. Y lejos de reparar su error, los bancos centrales se han limitado a mantener el sistema financiero artificialmente a flote por la vía de las inyecciones de dinero fresco. Lo correcto era dejar caer a los bancos irresponsables de inmediato o nacionalizarlos. Pero los gobiernos, maniatados por la hegemonía del poder económico, no fueron capaces de hacer ni una ni otra cosa. Ahora se vive una loca carrera por el dinero en efectivo y todos nuevamente ven la sangre por las calles, como señalábamos ayer. Esta preferencia por el dinero fresco, o preferencia por la liquidez ante tasas de interés cercanas a cero no hace más que debilitar la producción y el ingreso (PIB), como indica el Modelo IS/LM. Venderlo todo, a cualquier precioEste es el sonido de los cañones que impulsa la loca carrera por el dinero en efectivo que obliga a vender todo lo que se pueda vender, sean acciones o materias primas, a cualquier precio. No hay recuperación a la vista y solo pueden venir sonidos de cañones más estruendosos dado que hasta los gobiernos han sido saqueados y debilitados en su fuerza y resultan hoy incapaces de contener la furia del mercado. A diferencia de los años 2007-2008, los gobiernos están hoy en una situación mucho más débil producto del desgaste generado por aventurarse en soluciones de parche que han resultado erróneas.De ahí que resulte insólito que economistas como Kenneth Rogoff, uno de los principales impulsores de los planes de austeridad, diga ahora que “la inflación contribuiría a acelerar el proceso de ajuste, dado que la inflación es un gran antídoto contra la recesión”. Si lo dice Rogoff, esto indica que lo que viene es una profunda deflación global de precios, por la contracción que sufrirá la demanda al agotarse los planes de estímulo a la banca. Por eso las declaraciones de Ben Bernanke de retirar los planes de estímulo a partir del próximo año, provocaron grandes caídas en las bolsas de todo el mundo y un aumento significativo en las primas de riesgo de los países más complicados. Esto demuestra que estamos muy lejos del final de la crisis, y más cerca de la hora de la verdad en la cual los mercados y los precios seguirán cuesta abajo mientras las primas de riesgo escalarán a niveles que harán insostenible el pago de la deuda y la estabilidad financiera de los gobiernos. Después de años de abarrotar con liquidez a los mercados, crear desequilibrios masivos por la vía de los derivados financieros; manipular las tasas de interés como se ha hecho con la Libor; aplicar el fundamentalismo económico en la gestación de los bonos basura y los activos tóxicos, el juego comienza a cerrarse por llegar a un límite que es abiertamente insostenible. Como advertíamos hace algunos años, la “magia del interés compuesto”, tiene un impacto destructivo en la economía que nos pone al borde del precipicio de un momento a otro, de golpe, sin un aterrizaje suave que permita adaptarse a las nuevas circunstancias. La olla a presión del gran esquema ponzi está a punto de desatar una crisis tal vez peor a la que vino tras la quiebra de Lehman Brothers. La diferencia es que esta vez no es sólo un gran banco el que cae, sino que es todo un sistema financiero el que se derrumba, atrapado en su sórdida red de engaños, corrupción, fraudes, y usura.