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Miami registra la mayor retirada de viviendas listadas para la venta en Estados UnidosLa tasa de deslistados de propiedades en esta localidad se ubica en 59 por cada 100 nuevos anuncios, cifra que duplica el promedio nacionalLa ciudad de Miami experimenta una tendencia sin precedentes en su mercado inmobiliario: los propietarios han comenzado a retirar sus viviendas listadas en el mercado a un ritmo mucho más alto que el registrado en otras regiones de Estados Unidos.De acuerdo con un análisis de Miami New Times basado en datos de Realtor.com, la tasa de deslistados de propiedades en esta localidad se ubica en 59 por cada 100 nuevos anuncios, cifra que duplica el promedio nacional.Este fenómeno afecta sobre todo a los vendedores, quienes enfrentan una reducción significativa en los precios de las viviendas sumada a la prolongada permanencia de los inmuebles en el mercado.La tendencia, identificada en el último informe de Realtor.com, coincide con una disminución generalizada de precios tras el auge inmobiliario posterior a la pandemia de COVID-19, un periodo que se destacó por el rápido incremento en los valores de las propiedades debido al confinamiento y las bajas tasas de interés. De acuerdo con el informe, los vendedores están cada vez más frustrados por el tiempo que sus propiedades permanecen disponibles sin compradores. La publicación detalló que en junio la cantidad de ofertantes superó a los compradores, marcando un récord en esta relación.Este desequilibrio ha impulsado a numerosas personas a retirar sus viviendas antes de aceptar ofertas por debajo de sus expectativas o reducir más el valor de los inmuebles.El análisis del mercado indica que el plazo promedio en el que una casa permanece disponible en Miami se extiende a 88 días, la cifra más alta a nivel nacional, lo que agrava la percepción de estancamiento.Además, la ciudad registra el segundo mayor descenso de precios del país: las viviendas se depreciaron un 4,7% en lo que va de 2024 y alcanzan una caída del 17,8% desde 2022. Ante este panorama algunos propietarios evitan recortes de ganancias retirando sus propiedades, mientras que otros bajan sus precios de forma notable. La situación en otros estadosEl informe de Realtor.com también compara la situación con otros mercados relevantes de Estados Unidos. En Phoenix, Arizona, se produjeron 37 deslistados por cada 100 nuevas publicaciones, mientras que Riverside, California, registró 30. Pese al dinamismo de esos mercados, la diferencia con Miami resulta considerable.Esta oleada de deslistados se da en un contexto de ajuste posterior a la pandemia, donde el auge registrado en los años anteriores dio paso a un proceso de corrección.Austin encabeza la lista de mayores depresiones del valor inmobiliario, con un descenso del 4,9% en 2024 y 14,8% acumulado en dos años. A continuación figuran Miami con sus cifras, seguida por Chicago (4,4 y 7,7% respectivamente), Los Ángeles (4,2 y 18,4%) y Denver (4 y 7,7%).Mientras en varias ciudades del sur y el oeste los precios bajan y la sobreoferta crece, el informe detectó un comportamiento opuesto en regiones del noreste. Allí, los valores residenciales muestran alzas interanuales, con subas de entre 16,7 y 26,1% desde 2022 en lugares como Buffalo, Nueva York; Hartford, Connecticut y Providence, Rhode Island.En julio los precios de lista disminuyeron en 33 de las 50 mayores áreas metropolitanas del país, contra 29 del año anterior, extendiendo así el efecto de esta “corrección de mercado post-pandemia”, como la denominaron los analistas.Entre los factores explicativos del fenómeno, los especialistas apuntan a la saturación de la oferta y a la nueva dinámica entre vendedores y compradores. Muchos propietarios prefieren retirar sus viviendas en lugar de resignar aún más valor, ante la expectativa de un repunte del mercado o mejores condiciones económicas en el futuro.
https://www.infobae.com/estados-unidos/2025/08/14/el-mercado-inmobiliario-de-miami-registra-la-mayor-retirada-de-viviendas-listadas-para-la-venta-en-eeuu/CitarMiami registra la mayor retirada de viviendas listadas para la venta en Estados UnidosLa tasa de deslistados de propiedades en esta localidad se ubica en 59 por cada 100 nuevos anuncios, cifra que duplica el promedio nacionalLa ciudad de Miami experimenta una tendencia sin precedentes en su mercado inmobiliario: los propietarios han comenzado a retirar sus viviendas listadas en el mercado a un ritmo mucho más alto que el registrado en otras regiones de Estados Unidos.De acuerdo con un análisis de Miami New Times basado en datos de Realtor.com, la tasa de deslistados de propiedades en esta localidad se ubica en 59 por cada 100 nuevos anuncios, cifra que duplica el promedio nacional.Este fenómeno afecta sobre todo a los vendedores, quienes enfrentan una reducción significativa en los precios de las viviendas sumada a la prolongada permanencia de los inmuebles en el mercado.La tendencia, identificada en el último informe de Realtor.com, coincide con una disminución generalizada de precios tras el auge inmobiliario posterior a la pandemia de COVID-19, un periodo que se destacó por el rápido incremento en los valores de las propiedades debido al confinamiento y las bajas tasas de interés. De acuerdo con el informe, los vendedores están cada vez más frustrados por el tiempo que sus propiedades permanecen disponibles sin compradores. La publicación detalló que en junio la cantidad de ofertantes superó a los compradores, marcando un récord en esta relación.Este desequilibrio ha impulsado a numerosas personas a retirar sus viviendas antes de aceptar ofertas por debajo de sus expectativas o reducir más el valor de los inmuebles.El análisis del mercado indica que el plazo promedio en el que una casa permanece disponible en Miami se extiende a 88 días, la cifra más alta a nivel nacional, lo que agrava la percepción de estancamiento.Además, la ciudad registra el segundo mayor descenso de precios del país: las viviendas se depreciaron un 4,7% en lo que va de 2024 y alcanzan una caída del 17,8% desde 2022. Ante este panorama algunos propietarios evitan recortes de ganancias retirando sus propiedades, mientras que otros bajan sus precios de forma notable. La situación en otros estadosEl informe de Realtor.com también compara la situación con otros mercados relevantes de Estados Unidos. En Phoenix, Arizona, se produjeron 37 deslistados por cada 100 nuevas publicaciones, mientras que Riverside, California, registró 30. Pese al dinamismo de esos mercados, la diferencia con Miami resulta considerable.Esta oleada de deslistados se da en un contexto de ajuste posterior a la pandemia, donde el auge registrado en los años anteriores dio paso a un proceso de corrección.Austin encabeza la lista de mayores depresiones del valor inmobiliario, con un descenso del 4,9% en 2024 y 14,8% acumulado en dos años. A continuación figuran Miami con sus cifras, seguida por Chicago (4,4 y 7,7% respectivamente), Los Ángeles (4,2 y 18,4%) y Denver (4 y 7,7%).Mientras en varias ciudades del sur y el oeste los precios bajan y la sobreoferta crece, el informe detectó un comportamiento opuesto en regiones del noreste. Allí, los valores residenciales muestran alzas interanuales, con subas de entre 16,7 y 26,1% desde 2022 en lugares como Buffalo, Nueva York; Hartford, Connecticut y Providence, Rhode Island.En julio los precios de lista disminuyeron en 33 de las 50 mayores áreas metropolitanas del país, contra 29 del año anterior, extendiendo así el efecto de esta “corrección de mercado post-pandemia”, como la denominaron los analistas.Entre los factores explicativos del fenómeno, los especialistas apuntan a la saturación de la oferta y a la nueva dinámica entre vendedores y compradores. Muchos propietarios prefieren retirar sus viviendas en lugar de resignar aún más valor, ante la expectativa de un repunte del mercado o mejores condiciones económicas en el futuro.
https://archive.is/nuPkNAmericans Are Getting Priced Out of Homeownership at Record RatesMore Americans are getting priced out of homeownership. The long-term implications could reshape society.By John GittelsohnAugust 13, 2025 at 11:00 AM UTCFor six glorious years, Paul Woods and Nora Stout owned a home in the Los Angeles suburb of Altadena. They grew lemons and oranges and hosted rollicking parties around a backyard pool facing the purple San Gabriel Mountains. After years of renting, the couple had realized their dream of homeownership and, they thought, were on track for long-term financial security.You can probably guess where this is going: up in flames. After the house was destroyed in LA’s catastrophic January wildfires, Woods and Stout sold their burned-out lot for $540,000, 20% less than they paid for the house in 2018 and about half of the home’s peak value right before the fire. They ruled out rebuilding, which would cost too much and take too long in a place that won’t ever be the same. So they’re back to renting—for now, in a one-bedroom apartment in Orange County, 40 miles from Altadena.Woods and Stout at the site of their home, which was destroyed in the Eaton fire.These days, though, it doesn’t take a fire—or even living in a famously in-demand coastal city—for the math of homeownership not to add up. Across the US, the costs of purchasing a home are compounding from a lack of new construction since the 2008 financial crisis, the lock-in effect of homeowners unwilling to relinquish low-rate mortgages, plus government policies that make buying and building more expensive. Combine that with mounting losses from climate-change-fueled disasters and other burdens of ownership, and more residents are finding themselves on the losing end of what was for years a solid bet on economic stability and wealth creation. As home sales fall to near-record lows, one of the cornerstones of the American dream is crumbling—and there’s no clear plan for fixing it.It’s no surprise that home purchasing costs have soared, with mortgage rates hovering near two-decade highs and property prices breaking records. What’s shocking is how quickly prices have ballooned out of reach. The annual income needed to afford monthly payments on a median-priced home in the US was $126,670 in 2024—a 60% jump from $79,330 in 2021, according to the Harvard Joint Center for Housing Studies. Meanwhile the US median household income was $80,610 in 2023, the most recent year for which data is available, up just 1.3% from three years earlier. “There’s no rush to be a homeowner given that differential,” says Laurie Goodman, founder of the Housing Finance Policy Center at the Urban Institute.For decades part of the logic for buying a house was that, after the down payment, mortgage payments were generally cheaper than renting. Ultrapricey cities such as New York and San Francisco were the exception. Well, no more:As of June, renting was on average $908 a month cheaper than buying a starter home, and the cost of owning was higher in 49 of the 50 largest US metro areas, according to Realtor.com. Pittsburgh is the last major city where owning is cheaper than renting. In 2021, when mortgage rates were at rock bottom, buying was still as cheap or cheaper than renting in 21 markets, including Atlanta, Cleveland, Philadelphia and Tampa, Florida.The Affordable American Home Is DisappearingTypical monthly cost of buying versus renting in the 44 largest US metros with available dataNote: Typical monthly costs of buying a home are derived from the median list price of studio to two-bedroom listings in metro areas, with monthly mortgage payments estimated, assuming a 9% down payment and a 30-year fixed rate. Costs also include HOA fees, taxes and homeowners insurance averaged at metro level. Rental costs are from realtor.comThe costs associated with homeownership are all spiraling upward, particularly as climate change exacts its toll. The average insurance bill has jumped 74% across the US since 2010, thanks to the growing prevalence of floods, wildfires and other disasters, according to Cotality, a real estate data service. From 1980 to 2024, Texas—one of the country’s hottest housing markets, with vast stores of land and few rules around development—has led the country in annual disasters exceeding $1 billion in damage. It had 20 such events in 2024, up from five in 2014. That was before July’s flash floods killed at least 135 people in an area with tens of thousands of buildings.As home prices soar, so do assessments; in Florida, for example, property tax bills rose almost 50% from 2019 through 2024, according to Cotality. Property taxes jumped 33% in Dallas and 32% in Clark County, Nevada—home to Las Vegas—over the same period.A house made of sand slips through someone's fingers.Photographer: Tonje Thilesen for Bloomberg BusinessweekBuilding or buying a new house costs even more than purchasing an existing home, and President Donald Trump’s tariffs are making the materials more expensive. Another cost pressure: Immigrant workers—the majority of plasterers, drywall installers, roofers and painters—are going into hiding as US Immigration and Customs Enforcement raids terrorize their communities.Homeownership has long been a prime symbol of having “made it” in American society. The Founding Fathers saw it as a prerequisite for the right to vote. After World War II, tax benefits and appreciating values turned homes into a kind of passive savings account that owners could pass on to descendants.But in some ways the dream of the “ownership society,” as George W. Bush said as president in calling for his vision of all Americans owning homes, is responsible for its own death. In the early 2000s, US homeownership reached a record high as lenders offered so-called Ninja loans, mortgages that required virtually no income, job or assets to obtain. By 2008 millions of families found themselves unable to pay or refinance, triggering the biggest wave of foreclosures since the Great Depression.Builders have held back on construction ever since. The US housing deficit grew to about 4.7 million units in 2023 as household formation outpaced new construction. That shortage is keeping home prices high even when demand goes soft. Low supply has juiced home equity for existing owners, but it’s one more factor in shutting out others.What does it mean that the American dream is increasingly unavailable? For one thing, there are fewer chances for families to step onto the wealth ladder. The median net worth of a homeowner in the US is 43 times that of a renter, according to a 2025 estimate from the Federal Reserve’s Survey of Consumer Finances. And though rents may be cheaper than owning in large swaths of the country, they’re still damn high—so high they’re preventing would-be buyers from saving for a house that would then let them build equity.Other factors are also making it hard to conserve. “Student loan debt forgiveness going away and the increased cost of living—there’s less savings for a lot of reasons,” says Joel Berner, a senior economist for Realtor.com.Younger generations, especially those who grew up in renter households, face some of the steepest barriers to entry. In 2024 the median age of first-time buyers climbed to 38, from 28 in 1991. Also last year, the share of first-time buyers in the housing market crashed to 24% from 32% in 2023, the lowest in records dating to 1981, according to the National Association of Realtors. About a quarter of first-time buyers rely on down-payment assistance from family or friends; these gifts or loans tend to be less available for people whose parents didn’t own.This dynamic isn’t new, of course. Persistent racial gaps in homeownership point to the generational effects of not having property in one’s own name. In Altadena, a historic enclave for Black homeowners dating back a century, the recent fires wiped out decades of equity for property heirs and left some residents homeless. And people of color face ongoing discrimination in the housing market in many ways. But today the odds for homeownership are stacked against anyone who lacks access to gobs of wealth.Can government action make a difference? A few items in the new Trump tax cuts and spending law aim to assist first-time homebuyers, such as expanded child tax credits and “Trump Accounts” that help people save for a down payment or other big investments. But most of the law’s benefits will go to higher-income households and investors, analysts say.In the absence of new federal programs to promote buying, getting people into homes has become more of a local issue. Utah recently allocated $300 million for low-interest loans to build housing aimed at moderate-income buyers. Rhode Island offers gap financing to encourage development of affordable owner-occupied homes. Minneapolis collaborates with nonprofit developers operating lease-to-buy programs. In California, Governor Gavin Newsom signed a law in July to accelerate housing construction by limiting challenges under the California Environmental Quality Act, a longtime delaying tool for opponents of development. But the state’s other legislative efforts to add density haven’t yet borne fruit: Housing permits fell in 2023 and 2024 because of the high costs of building and borrowing.In this era of uncertainty, perhaps ownership is no longer all it’s cracked up to be. Some people may be better off without a mortgage that anchors them in one place and limits mobility. Not plunking down for a house lets people do things they might care more about; 83% of Generation Z renters say they’d rather invest in experiences such as travel and career growth than save for a home, according to a survey by Entrata, a property management software provider. Buyers with a disproportionate share of their assets in a home are also the most vulnerable to volatility in the housing market.In fact, some experts are advising homeowners to cash in their equity and reduce their exposure. These days even older owners with smaller, low-interest mortgages should consider trading in for a rental, says Daryl Fairweather, an economist for Redfin. “I think they overvalue staying in a home,” she says. “Homes are expensive.” America as a society of renters might not be all bad.
Hablando de la burbuja de la IA, me he acordado de Pollo y Benzino con este artículo Los escépticos de la IA avisaron de que nos estábamos emocionando mucho y no les creímos: la IA es tontísima https://share.google/8dEPogbHlKYH15qw5
Este analista tiene un dato revelador más: sin esa inversión en centros de datos de IA, la contracción del PIB de EEUU en el primer trimestre de 2025 podría estar cerca del -2,1%. O lo que es lo mismo: la IA está sosteniendo artificialmente la economía antes de demostrar que sirve para algo.