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Aviso a navegantes, en el país de hoy:No queremos volver a la España de los 50.Necesitamos cambiar radicalmente nuestra estrategia de negociación con la UE, abandonar el populismo y no acusar a Bruselas de las reformas que hay que hacer con apoyo de los partidos mayoritariosLUIS GARICANO / TANO SANTOS / JESÚS FERNÁNDEZ VILLAVERDE 1 JUN 2013 - 00:07CitarEspaña camina a trompicones, pero inexorablemente, por un sendero que conduce a perder los avances conseguidos por dos generaciones de españoles. En un país donde las familias, las empresas, los bancos y el sector público están excesivamente endeudados, la falta de crédito supone un parón que, si bien gracias al BCE no es por ahora repentino, sí que es dramáticamente real. Los mercados están cerrados a cal y canto y la única financiación que entra viene del BCE, que no solo nos financia la actividad económica sino que también sustituye una acelerada fuga de capitales al exterior.Ante esta situación, cunde el desánimo y el victimismo entre los españoles incluyendo los editorialistas de la prensa: nosotros lo hemos hecho todo y no nos hacen caso. La culpa de todo, nos explican, es de Europa que en el fondo “no nos quiere”. Esto es una falacia. Tras cuatro años de crisis seguimos con los bancos en situación crítica y dependientes de la financiación del eurosistema (ningún país se ha beneficiado tanto de las operaciones de liquidez como España). Ninguna de las reformas acometidas han alterado sustancialmente un estado insostenible. En vez de ello, las reformas, particularmente las fiscales, han modificado solo los márgenes y, a menudo, en la dirección incorrecta. Las continuas sorpresas sobre la situación fiscal de las administraciones, central y autonómicas, demuestran que España tiene un problema constitucional que pocos consideran y que otros, como el presidente del Gobierno, niegan.Es por ello que nuestra postura en la negociación con Europa es tan absurda que raya en lo incomprensible: ni el BCE “no nos ayuda” ni nosotros hemos “hecho nuestros deberes”. Contrariamente a lo que nos hacen crear, en Europa ha habido siempre una enorme comprensión hacia España, fruto de la transición y de un liderazgo pasado con visión y capacidad de sacrificio. Pero este respeto está siendo destruido por nuestra infantil amenaza de romper la baraja.Hay una España posible por la que queremos luchar, moderna, con instituciones fuertesY es que salirnos del euro, por mucho que resulte tentador, sería, muy probablemente, mucho peor de lo que imaginamos. Los que escuchan el canto de esta sirena nos dicen que eliminaría a la vez la deuda privada y pública y mejoraría la competitividad. La realidad es que, el día después de la salida, la situación sería complicadísima. La nueva moneda se devaluaría considerablemente, los salarios y pensiones perderían gran parte de su poder de compra y todos los productos importados subirían de precio. Al aumentar la carga de la deuda, empresas, bancos y sector público se enfrentarían a la bancarrota. Las empresas, muy integradas en cadenas de valor global, suspenderían pagos con sus proveedores y perderían sus relaciones con sus clientes. Los bancos quebrarían. El pago de bienes importados sería difícil. Además, para dar credibilidad a la nueva moneda, y evitar una hiperinflación en un contexto de descenso de los ingresos, el Estado tendría que proceder a una brutal consolidación fiscal, eliminando de una vez el déficit primario, lo mismo que de momento rehúsa a hacer.La esperanza que tienen los que sueñan con esta quimera es que España rebotaría en dos años. Y sí, tarde o temprano, lo haría. Pero esa España sería la España de los 50, con ingresos bajos, derivados del turismo, con baja productividad, bajos costes y con un control brutal ejercido por los caciques locales, que controlarían los monopolios de la nueva economía cerrada. Del control de cambios y de exportaciones, aparecería, como en Argentina, una nueva clase privilegiada, estrechamente ligada al poder, nacida del chanchullo, la chapuza y el compadreo. Nosotros no nos reconocemos en esa España, que hemos pasado varias generaciones enterrando. Y como nosotros, muchos otros. Sin ir más lejos, Cataluña y el País Vasco verían su independencia como más atractiva que nunca.Lo triste es que a muchos de nuestros políticos este escenario no les asusta: una economía cerrada es una economía en la que pueden hacer y deshacer a su antojo, usando las palancas de la peseta para dar dádivas a sus amigos a discreción. Es a los españoles, por el contrario, a los que les conviene mantener el euro, que es la única forma de preservar el mínimo control de los desmanes de nuestros dirigentes.Nos dirán que no hay alternativa. Mentira: la alternativa es clara. España tiene que hacer su parte, y Europa la suya.Para empezar, necesitamos cambiar radicalmente nuestra estrategia de negociación con Europa. Este es un juego cooperativo, con ganancias potenciales enormes para todos si encontramos la solución, no un juego de suma cero. En la construcción europea no hay acuerdo posible sin confianza mutua, no hay rescate sin alianza. Contrariamente a la propaganda que escuchamos, Alemania no quiere dominar Europa. El problema es precisamente el contrario, que Alemania desea que le dejen en paz y asegurarse que no se impone una solución en la que le toman el pelo y en la que debe hacer transferencias al resto de Europa hasta el fin de los tiempos.Nos conviene mantener el euro, única forma de control de los desmanes de nuestros dirigentesSegundo, debemos abandonar el populismo. Olvidémonos de Gibraltar: entran más españoles a vivir en Londres en un año que la entera población del Peñón. ¿Queremos hablar de esto cuando empresas cruciales españolas dependen de la voluntad del regulador financiero, energético o aeroportuario inglés? Igualmente, dejemos de clamar a gritos nuestra soberanía en peleas abiertas a pecho descubierto con el BCE —que es el único que provee ahora mismo de financiación a la economía española— y con nuestros socios. La histeria debe pasar a mejor vida.Y no acusemos a Bruselas por lo que nos piden hacer. Las reformas hay que defenderlas en sí, porque es en el interés de España que el estado sea sostenible. España debe expresar un claro compromiso con la construcción europea y con soluciones que minimicen en lo posible las transferencias a largo plazo. España debe decir un claro sí a Europa, que es lo único que nos protege del peronismo empobrecedor, y que estamos dispuestos a pagar el precio que esto acarrea.Para ello, necesitamos urgentemente un nuevo gobierno, con apoyo de todos los partidos mayoritarios y de nuestros expresidentes, compuesto por políticos competentes y técnicos intachables con amplios conocimientos de su cartera. Este gobierno debe trabajar con tres prioridades. Primero, poner de verdad en marcha las reformas necesarias reconstruyendo la confianza de inversores extranjeros, contribuyentes españoles y socios europeos. Segundo, afirmar, sin ambigüedad, el compromiso absoluto con el euro y la construcción europea. Y, tercero, plantear a nuestros socios, desde la confianza generada por un gobierno coherente y serio, una ayuda económica en condiciones para resolver el único problema que no podemos resolver solos: el agujero creado por la burbuja inmobiliaria en el sistema financiero, a cambio de un control europeo de los bancos rescatados y de un sistema regulador común.La sociedad española debe decidir qué España quiere. Hay una España posible por la que queremos luchar, una España moderna, con instituciones fuertes e independientes, con un nivel de vida elevado, un sistema educativo abierto pero exigente y con un Estado del bienestar sostenible. Este modelo de España está en su misma esencia ligado a Europa.Y esta respuesta debería ser obvia, pues ya la dio Ortega hace 102 años en un discurso al club de opinión de Bilbao. Frente a los que acusan a Europa de todos nuestros males, hoy como ayer, España es el problema, Europa la solución.Jesús Fernández-Villaverde es catedrático de Economía, University of Pennsylvania; Luis Garicano es catedrático de Economía y Estrategia, London School of Economics; Tano Santos es catedrático de Economía y Finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia.
España camina a trompicones, pero inexorablemente, por un sendero que conduce a perder los avances conseguidos por dos generaciones de españoles. En un país donde las familias, las empresas, los bancos y el sector público están excesivamente endeudados, la falta de crédito supone un parón que, si bien gracias al BCE no es por ahora repentino, sí que es dramáticamente real. Los mercados están cerrados a cal y canto y la única financiación que entra viene del BCE, que no solo nos financia la actividad económica sino que también sustituye una acelerada fuga de capitales al exterior.Ante esta situación, cunde el desánimo y el victimismo entre los españoles incluyendo los editorialistas de la prensa: nosotros lo hemos hecho todo y no nos hacen caso. La culpa de todo, nos explican, es de Europa que en el fondo “no nos quiere”. Esto es una falacia. Tras cuatro años de crisis seguimos con los bancos en situación crítica y dependientes de la financiación del eurosistema (ningún país se ha beneficiado tanto de las operaciones de liquidez como España). Ninguna de las reformas acometidas han alterado sustancialmente un estado insostenible. En vez de ello, las reformas, particularmente las fiscales, han modificado solo los márgenes y, a menudo, en la dirección incorrecta. Las continuas sorpresas sobre la situación fiscal de las administraciones, central y autonómicas, demuestran que España tiene un problema constitucional que pocos consideran y que otros, como el presidente del Gobierno, niegan.Es por ello que nuestra postura en la negociación con Europa es tan absurda que raya en lo incomprensible: ni el BCE “no nos ayuda” ni nosotros hemos “hecho nuestros deberes”. Contrariamente a lo que nos hacen crear, en Europa ha habido siempre una enorme comprensión hacia España, fruto de la transición y de un liderazgo pasado con visión y capacidad de sacrificio. Pero este respeto está siendo destruido por nuestra infantil amenaza de romper la baraja.Hay una España posible por la que queremos luchar, moderna, con instituciones fuertesY es que salirnos del euro, por mucho que resulte tentador, sería, muy probablemente, mucho peor de lo que imaginamos. Los que escuchan el canto de esta sirena nos dicen que eliminaría a la vez la deuda privada y pública y mejoraría la competitividad. La realidad es que, el día después de la salida, la situación sería complicadísima. La nueva moneda se devaluaría considerablemente, los salarios y pensiones perderían gran parte de su poder de compra y todos los productos importados subirían de precio. Al aumentar la carga de la deuda, empresas, bancos y sector público se enfrentarían a la bancarrota. Las empresas, muy integradas en cadenas de valor global, suspenderían pagos con sus proveedores y perderían sus relaciones con sus clientes. Los bancos quebrarían. El pago de bienes importados sería difícil. Además, para dar credibilidad a la nueva moneda, y evitar una hiperinflación en un contexto de descenso de los ingresos, el Estado tendría que proceder a una brutal consolidación fiscal, eliminando de una vez el déficit primario, lo mismo que de momento rehúsa a hacer.La esperanza que tienen los que sueñan con esta quimera es que España rebotaría en dos años. Y sí, tarde o temprano, lo haría. Pero esa España sería la España de los 50, con ingresos bajos, derivados del turismo, con baja productividad, bajos costes y con un control brutal ejercido por los caciques locales, que controlarían los monopolios de la nueva economía cerrada. Del control de cambios y de exportaciones, aparecería, como en Argentina, una nueva clase privilegiada, estrechamente ligada al poder, nacida del chanchullo, la chapuza y el compadreo. Nosotros no nos reconocemos en esa España, que hemos pasado varias generaciones enterrando. Y como nosotros, muchos otros. Sin ir más lejos, Cataluña y el País Vasco verían su independencia como más atractiva que nunca.Lo triste es que a muchos de nuestros políticos este escenario no les asusta: una economía cerrada es una economía en la que pueden hacer y deshacer a su antojo, usando las palancas de la peseta para dar dádivas a sus amigos a discreción. Es a los españoles, por el contrario, a los que les conviene mantener el euro, que es la única forma de preservar el mínimo control de los desmanes de nuestros dirigentes.Nos dirán que no hay alternativa. Mentira: la alternativa es clara. España tiene que hacer su parte, y Europa la suya.Para empezar, necesitamos cambiar radicalmente nuestra estrategia de negociación con Europa. Este es un juego cooperativo, con ganancias potenciales enormes para todos si encontramos la solución, no un juego de suma cero. En la construcción europea no hay acuerdo posible sin confianza mutua, no hay rescate sin alianza. Contrariamente a la propaganda que escuchamos, Alemania no quiere dominar Europa. El problema es precisamente el contrario, que Alemania desea que le dejen en paz y asegurarse que no se impone una solución en la que le toman el pelo y en la que debe hacer transferencias al resto de Europa hasta el fin de los tiempos.Nos conviene mantener el euro, única forma de control de los desmanes de nuestros dirigentesSegundo, debemos abandonar el populismo. Olvidémonos de Gibraltar: entran más españoles a vivir en Londres en un año que la entera población del Peñón. ¿Queremos hablar de esto cuando empresas cruciales españolas dependen de la voluntad del regulador financiero, energético o aeroportuario inglés? Igualmente, dejemos de clamar a gritos nuestra soberanía en peleas abiertas a pecho descubierto con el BCE —que es el único que provee ahora mismo de financiación a la economía española— y con nuestros socios. La histeria debe pasar a mejor vida.Y no acusemos a Bruselas por lo que nos piden hacer. Las reformas hay que defenderlas en sí, porque es en el interés de España que el estado sea sostenible. España debe expresar un claro compromiso con la construcción europea y con soluciones que minimicen en lo posible las transferencias a largo plazo. España debe decir un claro sí a Europa, que es lo único que nos protege del peronismo empobrecedor, y que estamos dispuestos a pagar el precio que esto acarrea.Para ello, necesitamos urgentemente un nuevo gobierno, con apoyo de todos los partidos mayoritarios y de nuestros expresidentes, compuesto por políticos competentes y técnicos intachables con amplios conocimientos de su cartera. Este gobierno debe trabajar con tres prioridades. Primero, poner de verdad en marcha las reformas necesarias reconstruyendo la confianza de inversores extranjeros, contribuyentes españoles y socios europeos. Segundo, afirmar, sin ambigüedad, el compromiso absoluto con el euro y la construcción europea. Y, tercero, plantear a nuestros socios, desde la confianza generada por un gobierno coherente y serio, una ayuda económica en condiciones para resolver el único problema que no podemos resolver solos: el agujero creado por la burbuja inmobiliaria en el sistema financiero, a cambio de un control europeo de los bancos rescatados y de un sistema regulador común.La sociedad española debe decidir qué España quiere. Hay una España posible por la que queremos luchar, una España moderna, con instituciones fuertes e independientes, con un nivel de vida elevado, un sistema educativo abierto pero exigente y con un Estado del bienestar sostenible. Este modelo de España está en su misma esencia ligado a Europa.Y esta respuesta debería ser obvia, pues ya la dio Ortega hace 102 años en un discurso al club de opinión de Bilbao. Frente a los que acusan a Europa de todos nuestros males, hoy como ayer, España es el problema, Europa la solución.Jesús Fernández-Villaverde es catedrático de Economía, University of Pennsylvania; Luis Garicano es catedrático de Economía y Estrategia, London School of Economics; Tano Santos es catedrático de Economía y Finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia.
PS) Voy a intentar entrevistar al pavo, porque ayer dejó acojonado al personal vikingo diciendo cosas que llevamos años diciendo por aquí.
Bankia, como buen técnico que es su presidente, ha querido adelantarse y forzar acontecimientos viendo que Rajoy alargaba el proceso de rescate, ergo, el bazooka. Bankia sabe perfectamente que los auditores anglos iban a sacar todos loa activos mark-to-market de aquí a octubre y que lo de Grecia puede explotar en Julio-Agosto.Saludos cordiales
Ayer tuve una visión becerrista. Esta movida transciende España. Vamos hacia un gran reset y cambio de paradigma.Estuve en una charla motivacional del presentador de la versión sueca de "Ajuste de Cuentas" de la que ya he hablado en el otro foro. Mucho rollo "pasivo vs Activo" y rollo Robert Kiyosaki. Pero dejó caer una bomba burbujista que de los 300 y pico asistentes más de un tercio pasaron la noche en el cuarto de baño fijo. "Las casas, aunque las tengamos pagadas, siempre son una deuda porque cuestan dinero cada mes. Nos puede gustar o no, pero esto es así. Y por mucho que se diga lo contrario, que son una inversión, la única verdad es que las casas son una deuda. Y os preguntaréis, pero... pero... esto no puede ser, porque los bancos y los estados dicen que son una inversión, que somos más ricos porque nuestras casas suben. ¿Pero os habéis parado a pensar que si, que vuestras casas suben, y que aunque las vendáis cinco veces más caras os va a tocar comprar otra casa que también ha subido 5 veces? No conozco a nadie que se haya hecho rico comprando una casa y vendiéndola para irse luego a vivir en una tienda de campaña en el bosque". "Y os preguntaréis ¿Si todo el mundo hace lo mismo, si los bancos dicen que esto es lo mejor, si los estados y los medios dicen que la casa es una inversión? ¿Como puede ser esto? Y yo os digo... es verdad, qué intereses pueden tener los ricos y los bancos en hacer esto, verdad? Solo os recomiendo una cosa. Haced lo contrario que el 95% de la población. "Seguro que veíais el programa y pensábais, ¿donde narices encuentran estos a estas familias tan frikis? Esas familias tan frikis y tan llenas de deudas sois vosotros, si vosotros, después de 3 meses sin trabajo. Eso es lo que os separa de estar en el programa. Hay un millón de personas en Suecia (ndla: 9 millones de habitatntes) que no podrán hacer frente a sus hipotecas con tan solo que los intereses vuelvan a lo normal, que es el 5 o 6 por ciento. Os creéis muy listos, más listos que los griegos y tal. Pero esto ha pasado en EE UU, en Irlanda y en todos lados".Cuando dijo esa cifra de un millón de personas comprendí... Vamos al reset, si o si. Esto no hay dios que lo aguante por ningún lado, ha sido la trilada final, la carambola final de esta gran fantochada de las impresoras de dinero. Agarraos las calandracas, que lo siguiente es Suecia. PS) Voy a intentar entrevistar al pavo, porque ayer dejó acojonado al personal vikingo diciendo cosas que llevamos años diciendo por aquí.
El libro de Rogoff/Reinhard ("This time is different") es muy revelador porque se comprueba en él no solamente que las crisis se repiten en algunos países de modo contumaz, sino que los "mercados financieros" también tienen poca memoria.
Cita de: Avi Siset en Mayo 31, 2012, 12:08:48 pmCita de: Urbanismo en Mayo 31, 2012, 01:41:29 amPero si queremos que el pais salga de esta situación de verdad, la faena la tendremos que hacer nosotros, que a pesar de todas las putadas que nos han hecho, de la destrucción consciente de la educación, de los valores del esfuerzo, el trabajo, el mérito, de la justicia (dios, que verguenza con el sabrino ); estamos donde estamos, y tenemos muchas cosas detras y mas aun delante.Me permito terminar con el clásico que empieza con su nombrel'estaca - lluis llach en concert 1985.aviUn saludoEn primer lugar le agradezco las palabras de bienvenida, no sabe usted lo que se agradecen cuando llegas a un sitio nuevo.Gracias también pos sus aclaraciones y, como no, gracias por poner a Llach.Soy ya muy maduro, he estado en muchas guerras, he creído en muchas cosas, pero, ahora, ando con un desánimo enorme.Pese a todo, algo dentro de mí me dice que algo hay que hacer; que no hay derecho a que nos hayan arruinado nuestro país; que tenga ante mí un futuro incierto (por no decir negro), después de haber cotizado más tiempo que la mayoría de los miembros de la castuza; etc.Espero que este foro me insufle ánimos para no quedarme quieto.
Cita de: Urbanismo en Mayo 31, 2012, 01:41:29 amPero si queremos que el pais salga de esta situación de verdad, la faena la tendremos que hacer nosotros, que a pesar de todas las putadas que nos han hecho, de la destrucción consciente de la educación, de los valores del esfuerzo, el trabajo, el mérito, de la justicia (dios, que verguenza con el sabrino ); estamos donde estamos, y tenemos muchas cosas detras y mas aun delante.Me permito terminar con el clásico que empieza con su nombrel'estaca - lluis llach en concert 1985.aviUn saludoEn primer lugar le agradezco las palabras de bienvenida, no sabe usted lo que se agradecen cuando llegas a un sitio nuevo.Gracias también pos sus aclaraciones y, como no, gracias por poner a Llach.Soy ya muy maduro, he estado en muchas guerras, he creído en muchas cosas, pero, ahora, ando con un desánimo enorme.Pese a todo, algo dentro de mí me dice que algo hay que hacer; que no hay derecho a que nos hayan arruinado nuestro país; que tenga ante mí un futuro incierto (por no decir negro), después de haber cotizado más tiempo que la mayoría de los miembros de la castuza; etc.Espero que este foro me insufle ánimos para no quedarme quieto.
Pero si queremos que el pais salga de esta situación de verdad, la faena la tendremos que hacer nosotros, que a pesar de todas las putadas que nos han hecho, de la destrucción consciente de la educación, de los valores del esfuerzo, el trabajo, el mérito, de la justicia (dios, que verguenza con el sabrino ); estamos donde estamos, y tenemos muchas cosas detras y mas aun delante.Me permito terminar con el clásico que empieza con su nombrel'estaca - lluis llach en concert 1985.aviUn saludo
Administración ineficaz01 de Junio de 2012Cómo no vamos a estar al borde del precipicio financiero y a punto de que nuestra banca sea rescatada en bloque si nuestra Administración es incapaz siquiera de administrar los bienes que hereda por el morro de ciudadanos despistados que mueren sin herederos a la vista.Lo explicaré con más detalle: Don Clemente Rodríguez falleció sin herederos en 1976 y su pisito de la madrileña calle de Pinilla del valle fue a parar a las manos del voraz Estado. Concretamente ahora está a nombre del Instituto de la Vivienda de Madrid.Pues oído al parche, porque el IVIMA lo ha ignorado desde entonces, no habiéndolo reformado ni alquilado ni dado ningún uso provechoso ni nada de nada desde que Don Clemente salió del piso con los pies por delante. Se limitaron a inscribir el título en el Registro de la Propiedad y hasta hoy.El caso es que los últimos cuatro años tampoco han pagado las cuotas de comunidad y, claro, eso sí que no. Sale a subasta en los próximos días por una deuda de 4.300 euros.
Ayer tuve una visión becerrista. Esta movida transciende España. Vamos hacia un gran reset y cambio de paradigma.Estuve en una charla motivacional del presentador de la versión sueca de "Ajuste de Cuentas" de la que ya he hablado en el otro foro. Mucho rollo "pasivo vs Activo" y rollo Robert Kiyosaki. Pero dejó caer una bomba burbujista que de los 300 y pico asistentes más de un tercio pasaron la noche en el cuarto de baño fijo. .....Agarraos las calandracas, que lo siguiente es Suecia. PS) Voy a intentar entrevistar al pavo, porque ayer dejó acojonado al personal vikingo diciendo cosas que llevamos años diciendo por aquí.
Estos de FEDEA han tardado, pero ya se estan dando cuenta del percal. ¿Cuántos conceptos transicionalistas han aparecido, de golpe, en un medio generalista?Hay un ataque frontal a la Casta, a la honestidad de nuestros políticos: el interés de los políticos podría ser salir del Euro. Hay una defensa de Alemania y de la UE. Se aboga por el gobierno de concentración con tecnócratas... Hay varias gemas que nunca pensé que veríamos en El País.Llama la atención que los supuestos anglófilos -no dudo que lo sean, sí de lo que esto pueda significar- defiendan a Alemania y al Euro como solución para España.Y, en medio de todo, lo de Geithner. Me resulta muy inquietante. También me pregunto qué ha motivado el artículo de arriba.Por cierto, patético como sale ahora de Güindows hablando sobre la política expansiva de principios de los 00; si lo hubieran mencionado antes, en campaña, no quedaría como un clavo ardiendo, una excusa desesperada y germanófoba. Tal vez pensaron que era un concepto demasiado complicado para el pueblo, necesitado de más populsimo.Además hay un reconocimiento implícito de que la burbuja fué mala.Empiezo a pensar que no llegamos al día 1. Creo que el Bobierno no quiere, temen a esa fecha como Drácula al ajo. Esperemos que todo se quede en pataleta.
No hemos firmado como investigadores de FEDEA para dejar todo lo claro posible que esta es solo nuestra opinión estrictamente personal. Lo ligamos para vuestra información, pero no lo colgamos en el blog para enfatizar la diferencia.
Anécdota: a la CAM le sobran pisos y no tiene dinero ni para pagar las cuotas de comunidad.CitarAdministración ineficaz01 de Junio de 2012Cómo no vamos a estar al borde del precipicio financiero y a punto de que nuestra banca sea rescatada en bloque si nuestra Administración es incapaz siquiera de administrar los bienes que hereda por el morro de ciudadanos despistados que mueren sin herederos a la vista.Lo explicaré con más detalle: Don Clemente Rodríguez falleció sin herederos en 1976 y su pisito de la madrileña calle de Pinilla del valle fue a parar a las manos del voraz Estado. Concretamente ahora está a nombre del Instituto de la Vivienda de Madrid.Pues oído al parche, porque el IVIMA lo ha ignorado desde entonces, no habiéndolo reformado ni alquilado ni dado ningún uso provechoso ni nada de nada desde que Don Clemente salió del piso con los pies por delante. Se limitaron a inscribir el título en el Registro de la Propiedad y hasta hoy.El caso es que los últimos cuatro años tampoco han pagado las cuotas de comunidad y, claro, eso sí que no. Sale a subasta en los próximos días por una deuda de 4.300 euros. http://www.rankia.com/blog/subastas-judiciales/1292039-administracion-ineficaz
«España es un país grande de tamaño, internacionalizado, con alta renta per cápita. Los máximos interesados en que a España le vaya bien son los tenedores de nuestra deuda. ¿O es que no quieren cobrar sus deudas? Europa se está moviendo muy rápido para lo que son las decisiones tan complejas en una UE donde participamos 27 unidades de decisión».
Montoro, en calidad de ministro de Hacienda, presenta al Gobierno un informe sobre la ejecución presupuestaria de las comunidades autónomas durante el primer semestre con un «resultado muy bueno», según fuentes citadas por Efe.
El Gobierno de Mariano Rajoy pondrá en marcha un «instrumento financiero de apoyo a la liquidez de las comunidades autónomas», según ha avanzado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Solo las regiones que hagan más ajustes —adicionales a los que ya presentaron en sus planes de saneamiento— podrán recurrir a ese fondo.Montoro ha detallado que esa facilidad exigirá a los gobiernos regionales nuevas medidas «además de las que ya se incluyan en los planes económico financieros». «No se van a ahorrar nada», ha avisado el ministro, quien ha aclarado que «nadie va a diluir sus responsabilidades a la hora de devolver los créditos».La medida, que se presenta ahora como la alternativa a la posible creación de los «hispanobonos», estará lista la próxima semana, según las previsiones de Moncloa. Eso sí, el Ejecutivo popular todavía no ha decidido cómo se financiará ese fondo —una suerte de FROB para las autonomías— ni con qué volumen de dinero será dotado.Esta facilidad de liquidez se suma a la ya aprobada a principios de año y que adelantó el pago de la liquidación del año 2010, ejercicio en el que las autonomías recibieron como anticipos menos ingresos de los que finalmente les correspondían, más de 5.000 millones de euros.Gracias al ingreso anticipado de esas transferencias del Estado, las comunidades han podido cerrar el primer trimestre del año en equilibrio presupuestario, esto es, déficit cero. Sin embargo, y en términos homogéneos —sin tener en cuenta ese anticipo—, el déficit de las regiones ascendió entre enero y marzo de 2012 al 0,45% del PIB, frente al 0,75% que registraron un año antes.«Las comunidades están haciendo un gran esfuerzo por reducir el déficit público y estas cifras demuestran que el plan del Gobierno está funcionando desde principios de año», ha celebrado Montoro, quien ha asegurado que ese dato del déficit de las autonomías en el primer trimestre «está en línea con la consecución de los objetivos de déficit». Las comunidades autónomas deben reducir su déficit público este año hasta el 1,5% del PIB
[...] Rato sale al paso del plan de recapitalización de Bankia en un documento distribuido a todos los consejeros en la reunión celebrada el miércoles. En ese texto, Rato defiende su actuación y afirma que el plan “lo que hace es provisionar o dotar posibles pérdidas futuras derivadas de unas inversiones inmobiliarias excesivas realizadas en el pasado”. Es decir, despeja cualquier responsabilidad durante el tiempo que ha estado como responsable de la entidad. Según el documento, “se trata de provisiones contables y no de pérdidas reales ya producidas con salida de caja alguna”.[...]