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Cita de: pollo en Julio 01, 2014, 10:38:06 amNos han acabado martilleando el meme en la cabeza y ahora ya lo damos por hecho. El "valor añadido" es un indicador engañoso sobre la importancia económica de una actividad. Comer tiene muy poco "valor añadido" y sin embargo nos moriríamos si nadie hiciese el trabajo necesario para ello.Me atrevería a decir que el cáncer de nuestro tiempo es que nos dedicamos a hacer imbecilidades "de gran valor añadido" mientras relegamos las actividades básicas verdaderamente necesarias a un octavo plano económico. Y así nos va.El concepto de valor añadido queda totalmente obsoleto en un modelo económico como el que ocurriría en un mundo sin apenas trabajadores a tiempo completo. Al igual que el concepto de plusvalía queda completamente obsoleto en una economía donde el sector primario y secundario no representan la mayor parte del mercado laboral. Incluso el concepto de "mercado de trabajo" perdería mucha de su validez y de su efectividad. El crecimiento económico en términos de producción dejaría de depender significativamente de la actividad humana.Aquí entramos en el farragoso mundo de los "modelos económicos heterodoxos" donde hay cosas muy interesantes pero también hay mucho flipado, y donde casi nada está probado en la práctica, con todo lo que ello conlleva. Bueno, ninguna tiene base práctica salvo tal vez la teoría económica evolucionista ( http://en.wikipedia.org/wiki/Evolutionary_economics ) que en mi opinión por un lado peca de un tecno-optimismo radical, y por otro uno la puede generalizar hasta tal punto que cualquier cosa que resulte se podría llamar economía evolucionista.Lo menos flipado de estas teorías futuristas me parece:http://en.wikipedia.org/wiki/Post_scarcity (englobando el estudio de los problemas que tendría que afrontar cualquier escenario que tuviera éxito en proporcionar todos los bienes esenciales a todo el mundo)http://en.wikipedia.org/wiki/Participatory_economics ("neo-marxismo")http://en.wikipedia.org/wiki/Mutualism_(economic_theory) (neo-anarquismo mutualista)Y todo esto teniendo en cuenta que el maltusianismo, pase lo que pase, siempre seguirá vigente. La mayoría de lo que resta (neuroeconomía, economía feminista, etc etc) me parece de escaso o nulo valor real.Cita de: Mad Men en Julio 01, 2014, 11:36:42 amEn el mundo trabaja más gente que nunca y más horas que nunca. Lo que pasa es que se ha distribuido entre muchos países debido a la globalización. Los afectados son los países con rentas más altas, pues se puede externalizar. Por esta razón la sensación del fin del trabajo.Solución? Pues muy difícil, los países como China India o continentes como África lo tienen fácil para crecer , pero las economías desarrolladas solo tienen el camino de la innovación , lo cual se dice rápido.La globalización lleva unos 10 años funcionando a toda pastilla, y el efecto de que mucha gente que no tenía acceso a las redes económicas mundiales entrara en ellas ha causado unos desequilibrios iniciales importantes, pero solamente en los sitios donde la capacidad de adaptación es baja esto ha creado un paro significativo.El trabajo no es un bien finito que empiece a escasear cuando "entra más gente", sino que el efecto es normalmente el contrario, que se generan un número mayor de "necesidades" (digamos "labores" para no entrar en discusiones sobre lo que es necesario o no) y además se puede afrontar en forma de trabajo formal un número mayor de tareas (que previamente no se hacían o no se consideraban un trabajo).El modelo mental de trabajo "acabándose" cuando entra más gente al mercado laboral es absurdo al ver cómo donde no vive gente no "hay trabajo" y los núcleos poblacionales atraen más y más trabajo. El modelo basado en los recursos naturales también se cae pronto cuando vemos que la mayoría del empleo está alejado de la explotación de recursos (aunque sean infraestructuralmente necesarios).El golpe fundamental de la globalización al mercado laboral proviene del hecho de que un enorme número de trabajadores han entrado de lleno en la economía pero sin embargo su capacidad de consumo se ha mantenido muy baja en proporción a los trabajadores que ya estaban en estas redes previamente. Han entrado al ~100% en la producción pero mucho menos en el consumo, provocando un reajuste muy doloroso en los sectores donde se han concentrado.El posible efecto de la robotización que parece acelerarse rápidamente, es que todos los trabajadores afectados sufrirán una vuelta de tuerca extra y no siempre podrán adaptarse bien a la nueva realidad.De producirse una ultra-mecanización de todos los sectores, sin duda se cambiaría todo el sistema económico para adaptarnos a un mundo donde la mayor parte de la gente apenas necesitaría trabajar (como hoy lo entendemos). Esto es un salto al vacío porque no hay experiencia previa. Pero si solamente ocurre a medias como parece ser el caso, se generarán enormes bolsas de pobreza y no se cambiará de modelo porque la gente que toma las decisiones y tiene el poder no se vería afectada.
Nos han acabado martilleando el meme en la cabeza y ahora ya lo damos por hecho. El "valor añadido" es un indicador engañoso sobre la importancia económica de una actividad. Comer tiene muy poco "valor añadido" y sin embargo nos moriríamos si nadie hiciese el trabajo necesario para ello.Me atrevería a decir que el cáncer de nuestro tiempo es que nos dedicamos a hacer imbecilidades "de gran valor añadido" mientras relegamos las actividades básicas verdaderamente necesarias a un octavo plano económico. Y así nos va.
En el mundo trabaja más gente que nunca y más horas que nunca. Lo que pasa es que se ha distribuido entre muchos países debido a la globalización. Los afectados son los países con rentas más altas, pues se puede externalizar. Por esta razón la sensación del fin del trabajo.Solución? Pues muy difícil, los países como China India o continentes como África lo tienen fácil para crecer , pero las economías desarrolladas solo tienen el camino de la innovación , lo cual se dice rápido.
El problema es que la globalización ha afectado al sector industrial y manufacturero, generador de valor añadido y superávit comercial. Como ejemplo España y la aportación del sector industrial al PIB 1980:30 % 2014: 15,9 %, y la perspectiva es de no mejorar , por más que digan los políticos.Y esto pasa con China, que ellos compran poco, pero venden mucho generando un gran déficit mundial. Quien es el gran damnificado ? Pues los trabajadores de clase media en países desarrollados. Como digo China nunca dejará de ser la fabrica mundial, pues tiene cientos de millones de personas en zonas rurales preparadas para ir a trabajar a las fábricas,controlando así los aumentos de coste. Tampoco se convertirá en un súper-consumidor pues el mundo petaría (por poner un ejemplo si China consumiera el mismo petroleo por habitante que EEUU se bebería 66 millones de barriles/dia, pensad que la producción mundial es de unos 90 millones de barriles/dia)China solo importa bienes super-específicos que ellos aún no se pueden o no saben fabricar, como coches de lujo alemanes y japoneses , tecnología punta o moda de lujo, aparte de materias primas. Por esta razón tenemos la sensación del fin del trabajo, básicamente porque migra hacia otros lugares. Y sí es verdad también existe el sector servicios y hay mucho trabajo que hacer , pero dicho trabajo no genera superávit y poco valor añadido ( me refiero a trabajos como cuidar a gente mayor, limpieza de montes o cualquier trabajo que haga falta y se os pase por la cabeza).
Cita de: Mad Men en Julio 01, 2014, 13:02:51 pmEl problema es que la globalización ha afectado al sector industrial y manufacturero, generador de valor añadido y superávit comercial. Como ejemplo España y la aportación del sector industrial al PIB 1980:30 % 2014: 15,9 %, y la perspectiva es de no mejorar , por más que digan los políticos.Y esto pasa con China, que ellos compran poco, pero venden mucho generando un gran déficit mundial. Quien es el gran damnificado ? Pues los trabajadores de clase media en países desarrollados. Como digo China nunca dejará de ser la fabrica mundial, pues tiene cientos de millones de personas en zonas rurales preparadas para ir a trabajar a las fábricas,controlando así los aumentos de coste. Tampoco se convertirá en un súper-consumidor pues el mundo petaría (por poner un ejemplo si China consumiera el mismo petroleo por habitante que EEUU se bebería 66 millones de barriles/dia, pensad que la producción mundial es de unos 90 millones de barriles/dia)China solo importa bienes super-específicos que ellos aún no se pueden o no saben fabricar, como coches de lujo alemanes y japoneses , tecnología punta o moda de lujo, aparte de materias primas. Por esta razón tenemos la sensación del fin del trabajo, básicamente porque migra hacia otros lugares. Y sí es verdad también existe el sector servicios y hay mucho trabajo que hacer , pero dicho trabajo no genera superávit y poco valor añadido ( me refiero a trabajos como cuidar a gente mayor, limpieza de montes o cualquier trabajo que haga falta y se os pase por la cabeza).Respecto a la parte en negrita, y como diría Rajoy: "... o no"Una suficiente mecanización del trabajo podría reventar hasta el mercado chino y el del subcontinente indio. Ten en cuenta que los chinos rurales aguantan lo que aguantan porque parten de la miseria más absoluta y los cambios a mejor son sencillos. A medida que más gente se va acostumbrando a comer mejor arroz y a ponerle un poco de carne, sin contar con la China de dos velocidades que existe y que daría para otro hilo, el umbral para que esa gente se vea también en la mierda se acerca. La "pax arrocera" también se podría tambalear más pronto de lo que parece porque el modelo de crecimiento chino se agota.
El argumento contra quienes opinamos que el trabajo se acaba es siempre similar.Para empezar, en mi caso al menos, yo no digo que se acabe el trabajo, sino el trabajo humano, y más específicamente, y esto es lo más importante, el reparto de la riqueza a través de las rentas del trabajo.La automatización es imparable, pero es que además es una maravilla: ¿por qué cojones íbamos a querer que un tío tenga que repartir las pizzas a domicilio, pasando frío en una moto, si puede hacerlo un dron, o un vehículo de reparto automatizado sin conductor? Es absurdo. Lo que de verdad está obsoleto es la compra-venta de horas de trabajo humano al precio del salario, ese concepto tan dieciochesco, pero que nadie en el 2014 puede concebir que se acabe...En segundo lugar, está el argumento de la "reconversión". Te dicen que sí, que los apilatchos algún día desaparecerán, o los camareros (spanish horror!), pero que aparecerán otros trabajos de más alta cualificación, y que "alguien tendrá que diseñar esas máquinas", etc. Vamos, que nos vamos a tener que convertir en astronautas con 10 idiomas sólo para poder aspirar a un salario.El fin del trabajo no es más que eso. Que se destruye más trabajo humano del que se consigue reconvertir. Llámalo X. Pero está ahí.
[...]El modelo mental de trabajo "acabándose" cuando entra más gente al mercado laboral es absurdo al ver cómo donde no vive gente no "hay trabajo" y los núcleos poblacionales atraen más y más trabajo. El modelo basado en los recursos naturales también se cae pronto cuando vemos que la mayoría del empleo está alejado de la explotación de recursos (aunque sean infraestructuralmente necesarios).[...]
Repito, antes solo había un bar en el pueblo, el de occidente, y ahora hay muchísimos en el pueblo y todos compiten contra todos. No es que haya desaparecido el curro, se ha trasladado. Antes solo había coches franceses alemanes y estadounidenses, ahora también hay coreanos, japoneses, chinos, indios..... Antes no había super-cargueros ,ahora sí, y son más baratos que un trailer (hablando por peso transportado).Antes costaba más exportar conocimiento tecnología y factorías, ahora no.Antes competías contra el vecino, ahora contra el mundo.Antes Occidente era la repolla en vinagreta ahora no.Esta visión un poco Ludita no es la respuesta. La respuesta es globalización.
Cita de: Mad Men en Julio 01, 2014, 17:06:03 pmRepito, antes solo había un bar en el pueblo, el de occidente, y ahora hay muchísimos en el pueblo y todos compiten contra todos. No es que haya desaparecido el curro, se ha trasladado. Antes solo había coches franceses alemanes y estadounidenses, ahora también hay coreanos, japoneses, chinos, indios..... Antes no había super-cargueros ,ahora sí, y son más baratos que un trailer (hablando por peso transportado).Antes costaba más exportar conocimiento tecnología y factorías, ahora no.Antes competías contra el vecino, ahora contra el mundo.Antes Occidente era la repolla en vinagreta ahora no.Esta visión un poco Ludita no es la respuesta. La respuesta es globalización.En este hilo estamos hablando del futuro principalmente, la globalización ya es presente y pasado reciente.Otros fenómenos aparecerán en mayor medida en el futuro próximo.
Esta visión un poco Ludita no es la respuesta. La respuesta es globalización.
Cita de: Mad Men en Julio 01, 2014, 17:06:03 pmEsta visión un poco Ludita no es la respuesta. La respuesta es globalización....hasta que deje de ser rentable transportar 15.000 Km grano, o mierdas de plástico a 10€ la tonelada. Y entonces, empezaremos a ver globalización, en algunas cosas, y en otras, pues no.
Mourn the fall of the mallThe symbol of US consumerism, the shopping mall, is crumbling.In 1978, George Romero debuted Dawn of the Dead, a movie about flesh-eating zombies who converge on a US shopping mall. Released when malls had begun to supplant downtowns as centres of commerce, Dawn of the Dead critiqued the conformity and consumerism of 1970s America."It's some kind of instinct," one character explains, as brain-dead zombies stumble past escalators and chain stores. "Memory of what they used to do. This was an important place in their lives."In 2012, Gillian Flynn released Gone Girl, a thriller that - in its portrayal of economic desperation, desolation and deception - is arguably the great novel of the recession. Like Dawn of the Dead, Gone Girl stages a key scene in a mall, only here the mall itself is the horror. Returning to his Midwest hometown, Gone Girl's narrator visits his old shopping grounds only to find a graveyard of US enterprise, a shattered structure of shuttered stores where the unemployed seek shelter and drugs."I'd expected the mall smell as we entered: the temperature-controlled hollowness," the narrator observes. "Instead, I smelled old grass and dirt… It was suburbia, post-comet, post-zombie, post-humanity."Malls no longer breed zombie shoppers. Instead, they are graveyards of the US economy. Gone are the brain-dead consumers of a more decadent past, when there were things to buy and buyers to sell them and places with people inside.Now we are zombies with nothing to eat. Since 2008, hundreds of malls across the US have shut down, and half of all US malls are predicted to close within the next ten years. Thwarted shoppers visit online mall mortuaries like DeadMalls and LabelScar, where they post photos of their decimated economic landscapes. Others strip the malls for parts, stealing scrap material found inside.Who would have guessed, a decade ago, that the most valuable part of the mall's brick and mortar economy would be the brick and mortar?Mall memoriesSome rejoice at the fall of the mall, hopeful that it will lead to the revitalisation of downtown commercial districts. This is a faulty assumption. Cities doing well enough to rebuild their downtowns likely did not depend on the mall in the first place.The mall has long been derided by those with the luxury of an alternative. When the US industrial economy faltered in the 1970s, downtowns in many cities crumbled, and shopping malls - homogeneous, enclosed and sterile - both enabled and compensated for their demise.Earthrise - Local Hero: Tree PeopleIn the media, malls were pilloried as monoliths devoid of character. Mockery of the mall spurred pop culture prototypes: vacuous valley girls, meandering mall rats. Underlying the mockery was grief for the loss of a seemingly more connected and welcoming urban life: the independent businesses, local markets, and community ties built around them.But while these were memories for some, for others they were merely rumours. A functional local economy was a story our parents told us.For US citizens raised in cities of post-industrial blight, there was the mall and the mall alone. We did not "choose" between supporting the mall or the local businesses, because by the time we came of age there were few local businesses left to support. There were no independent boutiques and bookstores to protect from corporate takeover: Such battles were plot devices of movies set in more cultured places. We watched from afar, wondering what it was like to have something to lose. Our rundown towns had little anyone wanted: empty lots, boarded windows, vacant stores.Decades passed, and no one rebuilt them. Now the malls follow, and no one will rebuild them either.My generation watches the malls fall like our parents watched the downtowns die. To our children, the mall will be a nostalgic abstraction, a 404 in concrete.Online substitute?The rise in online shopping has been blamed for the demise of the mall. But some economic analysts see a more basic problem."What's going on is the customers don't have the [...] money," notes longtime retail consultant Howard Davidowitz. "That's it. This isn't rocket science."Between 2000-2011, suburban poverty surged 67 percent, as gentrification forced city residents from their homes. Mid-tier malls that depended on middle-class shoppers faltered, as the middle class shrank."They're marginal malls because they're in marginal areas, in many cases," says retail analyst Kenneth Dalto, noting how demographic shifts have drained the revenue base.101 East - Down and UnderThe fall of the mall is a problem for the consumer: With local businesses decimated and chain stores departed, those without Internet access and credit cards can struggle to procure goods. But the fall of the mall is a bigger problem for low-skill workers.Materialism may remain rampant, but now its spaces are secret. Retail work has been replaced with jobs in online shopping warehouses where "pickers" labour unseen in brutal conditions."We are machines, we are robots, we plug our scanner in, we're holding it, but we might as well be plugging it into ourselves. We don't think for ourselves, maybe they don't trust us to think for ourselves as human beings, I don't know," says Adam Littler, who worked undercover at an Amazon.com warehouse to witness conditions first hand. On a given night shift he walked 17km and was expected to collect an order every 33 seconds.Malls were once castigated for turning consumers into zombies. Now, the zombie is the ideal online retail employee, unthinking and robotic. Advice by algorithm, delivery by drone: This is what a dehumanised landscape looks like.Our connections and commerce are dependent on our screens. Pay attention, pay attention, to the men behind the screens."When there's no more room in hell, the dead will walk the earth," the Dawn of the Dead trailer intoned 35 years ago. There is plenty of room in this hell: downtowns replaced by malls replaced by nothing. Old deserted buildings in cities, new deserted buildings in suburbs, always an available parking space, always a worker desperate for work.Do not rejoice at the fall of the mall. The setting may have been artificial, but the people in it were real.
http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2014/07/mourn-fall-mall-201471105835906735.html
Cita de: muyuu en Junio 16, 2014, 21:24:38 pmUn trasto curioso: http://arstechnica.com/gadgets/2014/06/hands-on-with-baxter-the-factory-robot-of-the-future/Más sobre Baxter,http://www.lanacion.com.ar/1702755-robots-industriales-mas-libres-pero-con-sensores-para-no-lastimar-a-los-operarioshttp://www.rethinkrobotics.com/
Un trasto curioso: http://arstechnica.com/gadgets/2014/06/hands-on-with-baxter-the-factory-robot-of-the-future/
[...]Restaurants have been late to the tech party, and many are now scrambling to incorporate tablets, apps, computerized kitchen equipment and data analysis capabilities. Applebee’s is trying out online ordering and tablet payment systems, and in Asia, McDonald’s has been testing what it calls the Happy Table, an interactive table that “plays” with children using mobile devices.Chili’s Grill & Bar has added computerized ovens that use conveyor belts, infrared technology and hot air to prepare food — at a cost of $100,000 per oven — in each of its 1,200 restaurants. Together with tableside tablets that allow customers to order desserts and alcoholic drinks as well as pay their bills and play games without the help of a waiter, new technology has helped Chili’s address one of its customers’ biggest complaints — slow service — and add higher-margin items to its menu.[...]Chili’s has teamed up with Ziosk, a company that offers a tabletop small tablet with a menu, ordering options, games and a payment system. Austen Mulinder, chief executive at Ziosk, says roughly 20 million transactions a month take place over the company’s system.Mr. Roberts of Chili’s said about a fourth of the customers answered a survey about their experience, providing feedback. The system is so sophisticated that it can ask different questions to customers based on their orders, soliciting opinions on a new special or dessert item. A customer who has a coupon can opt to switch on a camera that will read it, or use the camera to upload a photo to Facebook or Pinterest.Chili’s pays Ziosk a monthly service fee, but if enough customers opt to pay to play games on the system — trivia is the most popular game at Chili’s — it can make that money back under a revenue-sharing agreement.Similarly, Panera has found its investment in kitchen technology as beneficial as the tablets and apps it offers consumers. Color-coded screens deliver orders to the kitchen staff: A red stripe over an ingredient means leave it off, a green stripe indicates an addition. Other colors signify takeout.The orders roll in from kiosks in the front of the store where customers peruse a broader menu than can be displayed on boards above cash registers.Customers can add or subtract ingredients, save their preferences for the next visit, swipe credit cards and move on to pick up their meals. “Most of us are creatures of habit; we order the same thing,” said Hope Neiman, chief marketing officer at Tillster, which has built technology programs for Chili’s, Taco Bell and Subway. “Remembering how a customer likes his favorite meal helps create stickiness among guests — and that’s what this is all about, increasing retention, frequency and average check size.”Panera’s customers also can order directly from their tables, using their mobile phones. Those meals can be delivered to the table, eliminating the lines that concerned Mr. Shaich.The new system has helped the Braintree location reduce errors in orders, which could run as high as six out of every 10, in that way increasing profitability, said Chris Hogan, its manager. It has allowed Mr. Hogan to put fewer workers at the cash register and more in the kitchen.Panera has installed the new technology in about 20 company-owned restaurants around Boston and Charlotte, N.C., at a cost of about $125,000 each, the company said. “Profits are up in all of them, and orders have increased,” Mr. Shaich said.[...]
Andrew McAfee and Erik Brynjolfsson call it the superstar economy, where globalization and technologies align to create winner-take-all scenarios. In a world where 85 people are as wealthy as half of the world's population, and automation is increasingly taking over all jobs, both manual and mental, what does the future of work look like for the other 7,174,875,801* of us?[...]As Oxford researchers Carl Frey and Michael Osborne found, about 47 percent of the total US employment is at risk. They concluded that, "as technology races ahead, low-skill workers will reallocate to tasks that are non-susceptible to computerization –i.e., tasks requiring creative and social intelligence. For workers to win the race, however, they will have to acquire creative and social skills."Increasingly calls for drastic measures like a guaranteed income, wealth redistribution and other social engineering measures are being called for. "As the rich and their robots start vacuuming up the world's jobs, it's social innovation we need now, far more than any technological gain," writes Vice's Brian Merchant.[...]Ray Williams writes "Today, people need to gain “employability” rather than “secure employment.” To survive in a multi-career employees need to have multiple intelligences, resilience and employability—essentially survival tools. Jobs now are defined by expertise, multiple skills, not just uniform experience. Employees who continue to practice their skills repetitively without improvement or flexibility run the risk of making themselves obsolete. In that sense, static job mastery is a liability both for the individual and the organization."[...]Essentially what Williams is arguing is that each of us have to become futurists. We have to imaging the future that we want, and chart our own path to attain it. The traditional career is all but dead.