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(y seríamos 40-42M, que esto es importantísimo y hacemos como que no pasa nada).
En España las dos mafias que trincaban de los fondos de formación para el empleo (7000M al año, ojo, que conocemos pequeños casos de momento), se han coaligado también para incrementar a lo loco la población:-A la mafia CEOEra le viene bien las cabezas porque todo humano en un país rico termina por conseguir rentas y gastar, y presiona al alza sobre precios de vivienda y suministros básicos que ellos controlan y piden poco por su trabajo (en parte porque tienen ingresos extra a cargo del presupuesto).-A la mafia sindicalera-funcionarial le conviene porque "a más ovejas, más pastores" (=placitas para todo, con interinidades y consolidaciones que ellos mangonean).Y así nos han metido en una dinámica perversa porque las externalidades de todo esto las soporta el contribuyente (ya he contado que la diferencia fiscal entre España e Italia es que los pequeños empresarios españoles apenas pagan el 0,2% del PIB en cuotas fiscales y allí el 1,2% solamente en IRPF, que además pagan cosas equivalentes al IAE y otros que en España no existen, y en la SS las diferencias son también importantes, es decir, el asalariado. Este es un país de listillos que quieren ser rentistas aunque todo se hunda a su alrededor.
Como en todo, la gestión (...) en España es penosa, y en los "regeneradores" lo mismo. El enchufismo, el "chupipandismo" y el putiferio son los únicos criterios y por eso tenemos lo que tenemos en la pública y en la privada.
Sinceramente. No creo que estemos tan mal. Otra cosa es creerse que somos el Cid Campeador.Poco a poco me voy dando cuenta de que el mayor problema de España es que no queremos ver la realidad. Nos gusta pensar que los viejos parámetros del viejo sistema funcionan de verdad aunque todos los indicios muestren lo contrario. Y en ese sentido, la gente que cada vez más y más ve la realidad, todavía tiene pudor de expresarla claramente y actuar en consecuencia. Y es más, creo que la verdadera transición se producirá cuando esa gente que anda en los "mandos intermedios", pierda el pudor y empiece a obrar en consecuencia.Les pongo un ejemplo. La semana pasada estuve en uno de esos foros promovidos por gente que quiere llenar el aforo con gente más o menos importante para que otra gente más o menos importante quiera también ir y todos salgamos con una agradable impresión de lo más o menos importantes que somos.En ese foro, en uno de los actos, uno de los presentes, se desgañitó, literalmente, en la rueda de preguntas y aportaciones del público, porque no se había hecho suficiente hincapié en el panorama de inestabilidad e inseguridad política que afrontábamos (las elecciones habían sido hacía unos días y estaba claro que los podemitas iban a cortar el bacalao en el ayuntamiento y en la CCAA).Estoy seguro que una importante parte del aforo pensó lo mismo que yo. Nadie dijo nada, claro. Y lo que pensé es lo siguiente.-No me extraña que TÚ estés muy preocupado con ese tema, dada la cantidad de contratas, contratitas, servicios prestados a la administración, concesioncillas que tienes (y las que tienen tus "amigos").Y digo que estoy seguro porque algunos nos descojonamos del asunto unos días después al recordarlo. Y esos pocos algunos no seríamos la excepción.No voy a dar nombres, por supuesto de gente, ni de empresas. Pero imagínense que quienes se dedican todos los días a producir lavadoras, trenes, papel, maquinaria industrial, vehículos... e intentar venderlos en mercados mundiales, se encuentran en un mundo muy diferente y tienen unas preocupaciones muy diferentes a las que tiene el mamporrero de nivel que se les bebe las cervezas (gracias nunca suficientes serán dadas a mpt).Y todo esto para decirles que en España, con limitaciones y meteduras de pata, hay bastante gente que hace bastantes cosas bien.Otra cosa es que haya mucha gente que se les beba las cervezas.Y creo que gran parte de la Transición Estructural, depende de que a los primeros se les infle finalmente la vena, que realmente vean que hay que perder el pudor, y que logren convencer (desde su posición de líderes, porque lo son) de que el viejo sistema es una puta mierda y que el mundo no funciona así (así sólo malfunciona)....Me estoy cabreando un poco mientras escribo.Verán. En una ciudad como esta es muy fácil trazar la línea entre quienes viven del sistema clientelar y extractor y quienes no. Y es espantoso ver lo realmente insignificantes son los primeros.Si pudiese explicárselo sin delatarme...les haría un PowerPoint.Igual algún día yo también pierdo el pudor.
Ya solamente creo en la psicometría , porque a alguien inteligente, por muchas taras de carácter que tenga, se le puede enseñar.
Cita de: Republik en Junio 18, 2015, 21:39:19 pmYa solamente creo en la psicometría , porque a alguien inteligente, por muchas taras de carácter que tenga, se le puede enseñar.A esos no se le coge.Y si tienen criterio ademas de inteligencia, directamente se les aparta.No se les puede "enseñar".
ATENAS – El economista en jefe del Fondo Monetario Internacional, Olivier Blanchard, recientemente hizo una pregunta simple e importante: «¿Qué ajuste debe hacer Grecia y qué ajuste deben hacer sus acreedores oficiales?». Pero eso da lugar a dos preguntas adicionales: ¿cuál es el ajuste que Grecia ya hizo?, y, los acreedores, ¿hicieron algo?En mayo de 2010, el gobierno griego acordó un ajuste fiscal del 16 % del PBI entre 2010 y 2013. Por ello, Grecia pasó de un déficit primario en su presupuesto (que excluye los pagos de intereses sobre la deuda) de más del 10 % del PBI a un equilibrio primario el año pasado, por lejos la mayor reversión de ese tipo en la Europa poscrisis.El FMI proyectó inicialmente que el PBI real (ajustado por inflación) griego se reduciría aproximadamente el 5 % durante el período 2010-2011, se estabilizaría en 2012 y crecería a partir de ese momento. En realidad, el PBI real sufrió una baja del 25 % y no se recuperó. Debido a que el PBI nominal cayó en 2014 y continúa haciéndolo, el coeficiente de deuda/PBI, que debía estabilizarse hace tres años, continúa aumentando.Blanchard nota que en 2012, Grecia acordó «generar un superávit primario suficiente como para limitar su endeudamiento» e implementar «diversas reformas que debieran incrementar el crecimiento». Las así llamadas reformas incluyen un gasto público marcadamente inferior, reducciones del salario mínimo, privatizaciones a precios de liquidación, el fin de los acuerdos colectivos y profundos recortes a las pensiones. Grecia cumplió, pero la depresión siguió su curso.El FMI y otros acreedores de Grecia han asumido que la masiva contracción fiscal solo tiene un efecto temporal sobre la actividad económica, el empleo y los impuestos, y que recortar los salarios, las pensiones y el empleo público surte un mágico efecto sobre el crecimiento. Quedó demostrado que se trata de una falsedad. De hecho, el ajuste griego pos-2010 condujo al desastre económico y al mayor fracaso predictivo en la historia del FMI.Blanchard debiera ser lo suficientemente sensato como para no insistir con este fiasco. Una vez que el vínculo entre la «reforma» y el crecimiento se rompe –como en el caso griego– su argumento colapsa. Sin vías de crecimiento, la exigencia de los acreedores de un eventual superávit primario del 3,5 % del PBI es en realidad un llamado a una mayor contracción, que comenzará con otra profunda crisis económica este año.Pero, en vez de reconocer esta realidad y hacer los ajustes correspondientes, Blanchard redobló la apuesta sobre las pensiones. Escribe:«¿Por qué insistir con las pensiones? Las pensiones y los salarios representan aproximadamente el 75 % gasto primario, y el 25 % restante ya se ha recortado al máximo. Los gastos en pensiones equivalen a más del 16 % del PBI y las transferencias del presupuesto al sistema de pensiones se acercan al 10 % del PBI. Creemos que es necesaria una reducción del gasto en pensiones del 1 % del PBI (del 16 % actual), que se puede llevar a cabo protegiendo a los pensionados más pobres».Noten primero la admisión condenatoria: a excepción de las pensiones y los salarios, el gasto ya se ha «recortado al máximo». Y recuerden: el efecto de este enfoque sobre el crecimiento fue negativo. Entonces, desafiando a una abrumadora evidencia, el FMI desea centrarse en el sector restante, las pensiones, donde ya se han efectuado recortes masivos (de más del 40 % en muchos casos). Los nuevos recortes exigidos golpearían muy duramente a los pobres.Los pagos de pensiones representan ahora el 16 % del PBI griego precisamente porque la economía del país se redujo un 25 % desde 2009. Sin esos cinco años de desastrosa austeridad, el PBI griego pudo haber sido un 33 % mayor que el actual y la participación de las pensiones en él, del 12 %, en vez del 16 %. La matemática es simple.Blanchard exige al gobierno griego que ofrezca «medidas verdaderamente creíbles». ¿No debiera hacer lo mismo el FMI? Para reducir las pensiones un punto porcentual del PBI, sería suficiente un crecimiento económico nominal de tan solo el 4 % anual durante dos años, sin recortes adicionales. ¿Por qué no hacer que las «medidas creíbles» logren esa meta?Eso nos lleva a la deuda griega. Como todos en el FMI saben, un exceso de deuda es un gran pasivo fiscal sin financiamiento, que indica a los inversores: ingresen a su propio riesgo. En cualquier momento, sus inversiones, beneficios y duro trabajo pueden serles quitados con impuestos para alimentar la difunta mano de los prestamistas del pasado. El exceso de deuda es una barricada al crecimiento. Por eso todas las crisis de la deuda, tarde o temprano, terminan en una reestructuración o con la cesación de pagos.Blanchard es un pionero en la economía de la deuda pública. Sabe que la deuda griega no ha sido sostenible en ningún momento durante los últimos cinco años y que tampoco lo es ahora. Sobre este punto, Grecia y el FMI están de acuerdo.De hecho, Grecia cuenta con una propuesta de deuda creíble. En primer lugar, dejar que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) preste 27 mil millones de EUR (30 mil millones de USD) con largos vencimientos, para retirar los bonos griegos que el banco central europeo tontamente compró en 2010. En segundo lugar, usar los rendimientos de sus bonos para pagar al FMI. En tercer lugar, incluir a Grecia en el programa de expansión cuantitativa del BCE, para que pueda regresar a los mercados.Grecia aceptaría condiciones justas para el crédito del MEDE. No pide ni un centavo de fondos oficiales adicionales para el estado griego. Promete vivir de acuerdo a sus posibilidades para siempre y basar su crecimiento en el ahorro interno y la inversión externa, mucho menos de lo que cualquier país grande en control de su propia moneda haría al enfrentar un desastre de este tipo.Blanchard insiste en que este es el momento de «decisiones difíciles y compromisos difíciles para ambas partes». Efectivamente, lo es. Pero los griegos ya tomaron decisiones difíciles. Ahora le toca al FMI, comenzando con admitir que las políticas que impuso durante cinco largos años crearon un desastre. Para los demás acreedores, la decisión más difícil es aceptar –como el FMI ya sabe– que las deudas griegas deben ser reestructuradas. Los nuevos créditos para políticas fracasadas –la actual propuesta conjunta de los acreedores– no constituyen, para ellos, ningún ajuste en absoluto.