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Stop Structural Reforms And Start Public Investment In Europe In Brussels, Frankfurt and Berlin it is popular to say that this low growth performance of the Eurozone is due to structural rigidities. In other words, the low growth of the Eurozone is a supply side problem. Make the supply more flexible (e.g. lower minimum wages, less unemployment benefits, easier firing of workers) and growth will accelerate.Fuente: Eurostat This diagnosis of the Eurozone growth problem does not make sense. As is made clear from Figure 1 the Eurozone countries recovered as quickly from the recession of 2008-09 as the non-euro countries. If the problem was a structural one, it also existed in 2008-09. Yet these structural rigidities did not prevent the Eurozone countries from recovering quickly in 2010. Why then did structural rigidities from 2011 on suddenly pop-up to produce lower growth in the Eurozone than in non-euro EU-countries, while they did not play a role in 2010? Although this supply-side story does not hold water, it continues to provide the intellectual underpinnings of the Eurozone policymakers who continue to insist on structural reforms.(...)http://www.social-europe.eu/2014/09/public-investment/
Lo que está sucediendo es que nos están sometiendo a un proceso de *saqueo* CALCADO, a los procesos neoliberales que practicaron con latinoamérica con la excusa de la "crisis de la deuda" desde los 70, 80 y 90
¡¡Up, up!!CitarStop Structural Reforms And Start Public Investment In Europe In Brussels, Frankfurt and Berlin it is popular to say that this low growth performance of the Eurozone is due to structural rigidities. In other words, the low growth of the Eurozone is a supply side problem. Make the supply more flexible (e.g. lower minimum wages, less unemployment benefits, easier firing of workers) and growth will accelerate.Fuente: Eurostat This diagnosis of the Eurozone growth problem does not make sense. As is made clear from Figure 1 the Eurozone countries recovered as quickly from the recession of 2008-09 as the non-euro countries. If the problem was a structural one, it also existed in 2008-09. Yet these structural rigidities did not prevent the Eurozone countries from recovering quickly in 2010. Why then did structural rigidities from 2011 on suddenly pop-up to produce lower growth in the Eurozone than in non-euro EU-countries, while they did not play a role in 2010? Although this supply-side story does not hold water, it continues to provide the intellectual underpinnings of the Eurozone policymakers who continue to insist on structural reforms.(...)http://www.social-europe.eu/2014/09/public-investment/AusteridazzzUropah...Excelente artículo donde pone en entredicho la bazofia de las "reformas estructurales" impuestas en la Neo-Uropah con la resultante del no-fun-cio-na nah, que no, que por mas que se empeñen no cuela ya, mireustec. - Ni existen intenciones en políticas hacia el pleno empleo. No, no y no. - Ni existen intenciones políticas en la recuperación salarial. Muy al contrario. - Ni existen intenciones políticas en gasto social. Muuuuy al contrario.Aunque la evidencia nos esté llamando a las puertas día sí día también, ahí sigue Pangloss enfrascado con su teodicea tragándose eso del mejor de los mundos posibles (Uropah UE) aderezado con un síndrome de Estocolmo del copón bendinto.., alabado sea dios y sin pecado concebida para la purísima del amor hermoso. Menudo engendro neoliberata, tú. Ehta Uropah tiene menos futurorrrrl querl Fari en Melrose Place (Chiquito dixit)
Edit: al releer, veo que reacciono esencialmente al primer párrafo, aunque en el segundo se puede considerar que llegamos a la misma conclusion : pero los medios hacen la diferencia, no sólo los fines. Cita de: Republik en Octubre 13, 2014, 17:30:15 pmY es que, ausente una empresa de la lista que verifica la doble y muy restrictiva condición de "domiciliada la matriz en España y cotizada en los mercados financieros españoles", sus obligaciones de transparencia son en la práctica nulas: ni salarios de CEOs y consejeros ni intereses cruzados ni todas esas normas que sobre el papel aplican a las realmente grandes Y españolas. Lo curioso, las filiales de multinacionales foráneas caen dentro de esta "suspensión de la transparecia".....Me temo que mucho antes de comenzar a construir un tejado estupendo en forma de megaproceso constituyente des/re/nacionalizador y puede que pseudorevolucionario/socio-ingenieril, quizá valga la pena abordar la ingrata pero importante tarea de limpiar y desinfectar a fondo los establos, pero esto digamos que luce poco, es como el alcalde enfrentado al dilema de si renovar una caduca red de saneamiento urbano o construir piscinitas y centros de mayores/parques, ya sabemos lo que elegirá. Mucho nos gusta a los españoles (y no tan españoles,que los nacionalismos patrios andan también con su "construcción nacional" tan en el nº1 de la lista de prioridade que, si alguien roba €3.000M, "ya si eso lo dejamos para cuando acabemos con lo grande") soñar con lo elevado y demasiado poco bajar a desatascar las cloacas. Las tuberías está probado que se desatascan con ácido, con florilegios y decretos parece que no tanto.No puedes mantener ese razonamiento : es una vision Estado-centrada caduca y el mundo empresarial actual es global.En este debate, (la transparencia en transnacionales)hay dos alternativas teoricas:-- El gobierno mundial, y ojalá no se dé nunca (éste es otro debate, pero es el arquetipo latente en tu post)-- El ajuste del régimen economico de un Estado para atraer la instalación de empresas radicadas en su territorioSi dejamos la primera porque vamos directos al punto Godwin, entonces solo queda la segunda.Que no significa que sólo hay UNA solucion estandar. Significa que hay tantas soluciones y respuestas posibles como Estados (= soberanias fiscales) existan.Creo que así mirando, se desinfla el debate en su punto Godwin y podemos centrarnos en los "Puntos sello" que es lo que de verdad importa y hacia lo que tú apuntas (en el 2o párrafo). Pero el procedimiento constituyento no va a afectar en nada a esos Puntos sello, porque el movimiento de capitales (privado) simplemente no es relevante politicamente, para la construccion de los Estados. La Constitucion se centrará sobre la distribucion de la Renta y quien decide el cómo se distribuye, pero no afectará ni a su Produccion ni a su Consumo. En cuanto a atraer esos "Puntos Sello" por donde circulan capitales, es decir ¿cómo aplicar la 2a alternativa que apunto?, todos los Estados ya se posicionan:lo hacen por ejemplo Irlanda UK Luxemburgo, Holanda (dentro de la UE) para favorecer la instalacion de empresas. Otros como España razonan de otra forma, ofreciendo terrenos, o prestando (por lo que la UE impone multazos -- a saber qué razón había para prestarles dinero... )Asimismo, fuera de la UE, lo que llamamos paraisos fiscales (comparativamente ) sólo están proscritos cuando no son transparentes, no por el régimen fiscal del que gozan(por ej. el Estado EEUU de Delaware es un "paraiso fiscal" de cara al resto del mundo, basta con no comerciar con EEUU mismo y tienes 100% libre de impuestos todo lo que ganes... por el ancho mundo), Es el _régimen de transparencia fiscal_ lo determinante:A partir del momento en que las cuentas de una Empresa son conocidas, el territorio donde estas empresas están radicadas es secundario. Es lo que conduce a la verdadera diferencia: Estados cooperativos y no cooperativosPor ejemplo, que Apple o Virgin tengan cuentas en Dublin o en las "Islas Paraiso" da soberanamente igual. Lo que si importa es que respeten el principio territorial del impuesto: "el lugar generador del impuesto" como dicen los textos (por ejemplo, dónde se devenga el IVA en la UE, o qué se considera renta imponible según Convenios fiscales) Lo que es determinante, es que el fisco de un pais donde Virgin tiene otro establecimiento, estando fiscalmente radicada en Irlanda, ese fisco de otro país pueda tener acceso a los movimientos internacionales de fondos que transitan entre su propio territorio y Dublin,Con el fin de poder detectar una "fuga no declarada" de beneficios realizados en el territorio propio.Este que describo es el criterio real : "Estados cooperativo o no cooperativo" para la lista negra de paraisos fiscales: Los Estados no cooperativos son los que no comunican el origen de los movimientos de fondos de sus "residentes"Edit: Añado un argumento para pensarlo : una empresa que organiza un montaje fiscal internacional, por la cuenta que le trae, paga escrupulosamente TODOS sus impuestos aplicando escrupulosamente TODAS las disposiciones fiscales en vigor en TODOS los territorios donde opera, precisamente para estar a salvo de cualquier control fiscal. Entonces, ¿donde se plantea realmente el problema fiscal : en la Empresa internacional, o en el dispositivo fiscal tal y como lo tiene montado un Estado que se queja? Piénsalo bien, porque no me parece que el problema fiscal tenga su origen en la propia empresa, sino más bien en el modelo fiscal de los Estados que siguen anclados en las ideas del mercantilismo/fisiócratas. La fiscalidad es el instrumento del Estado, las Empresas sólo tiran por donde el Estado les dice que vayan, y operan respetando precisamente aquella idea que el Estado se hace de la Distribución de la Renta (que generan las empresas)... Sds
Y es que, ausente una empresa de la lista que verifica la doble y muy restrictiva condición de "domiciliada la matriz en España y cotizada en los mercados financieros españoles", sus obligaciones de transparencia son en la práctica nulas: ni salarios de CEOs y consejeros ni intereses cruzados ni todas esas normas que sobre el papel aplican a las realmente grandes Y españolas. Lo curioso, las filiales de multinacionales foráneas caen dentro de esta "suspensión de la transparecia".....Me temo que mucho antes de comenzar a construir un tejado estupendo en forma de megaproceso constituyente des/re/nacionalizador y puede que pseudorevolucionario/socio-ingenieril, quizá valga la pena abordar la ingrata pero importante tarea de limpiar y desinfectar a fondo los establos, pero esto digamos que luce poco, es como el alcalde enfrentado al dilema de si renovar una caduca red de saneamiento urbano o construir piscinitas y centros de mayores/parques, ya sabemos lo que elegirá. Mucho nos gusta a los españoles (y no tan españoles,que los nacionalismos patrios andan también con su "construcción nacional" tan en el nº1 de la lista de prioridade que, si alguien roba €3.000M, "ya si eso lo dejamos para cuando acabemos con lo grande") soñar con lo elevado y demasiado poco bajar a desatascar las cloacas. Las tuberías está probado que se desatascan con ácido, con florilegios y decretos parece que no tanto.
Lo que no PodemosCitar- Con el fichaje de Vicenç Navarro y Juan Torres para la elaboración de su programa económico, Podemos ha optado por la fórmula neokeynesiana del crecimiento sin límites y se ha asegurado, de este modo, el apoyo de una mayoría social. - Nuestra sociedad no es decrecentista; ni sabe ni quiere saber que el decrecimiento ya está en marcha, sin que lo hayan puesto en marcha los decrecentistas, y sin que nadie lo pueda parar.Una fracción minúscula del internet español está estos días revolucionada, no por la aparición del virus del ébola en la capital de España, sino por algo que consideran un desastre todavía mayor: que Podemos, a través de Pablo Iglesias, le haya encargado a Juan Torres y a Vicenç Navarro la elaboración del programa económico de esa formación política. Los miembros de esta fracción internáutica diminuta e imperceptible no se escandalizan porque tengan miedo de que las propuestas de los dos catedráticos sean terriblemente progresistas o porque, dado el crecimiento de la formación, esas ideas puedan llegar a poner en peligro algunos valores tradicionales muy asentados; qué va, hay quienes se preocupan por eso, pero son un grupo que aunque minoritario es mucho mayor que aquellos de los que hoy me ocupo. Lo que realmente preocupa a mi caterva insignificante, despreciable en su pequeñez, es justamente lo contrario: que las propuestas de los dos intelectuales quedarán demasiado cortas; que, dadas las orejeras que les imponen su formación clásica, ni Juan Torres ni Vicenç Navarro aceptarán nunca que el mundo tiene límites y centrarán su discurso en redistribuir, basándose sobre todo en aquello con lo que se crece, sin ver ni querer entender que el mundo está abocado a un decrecimiento duro y prolongado.Conviene no olvidar que hace no demasiados meses estos dos mismos eruditos, Juan Torres y Vicenç Navarro, polemizaban con Florent Marcellesi sobre el significado político del decrecimiento. Desgraciadamente, a pesar de su honestidad intelectual y su compromiso con la sociedad, ninguno de ellos pareció comprender que el decrecimiento no es un movimiento político reaccionario delante de una realidad desagradable, sino una realidad desagradable a la que uno sólo puede reaccionar, en algún caso, a través de un movimiento político.Vicenç Navarro llevó más lejos aún la polémica, lanzando repetidas andanadas contra el decrecimiento en general y contra Florent Marcellesi en particular, alguna de las cuales yo intenté devolver desde mi mucho más modesto navío internáutico, The Oil Crash. Y ahí quedó la cosa... o no quedó, porque unos meses más tarde un pequeño grupo de académicos y activistas, que incluía al citado Marcellesi y accidentalmente a un servidor, decidió lanzar el manifiesto Última Llamada (y más tarde este blog), con el propósito de denunciar que no sólo las medidas de austeridad ciegas llevan a la pobreza y la desesperación a la mayoría, sino que también las políticas neokeynesianas (a las que Navarro y Torres parecen ser adeptos) pueden llevarnos por ese mismo camino, a pesar de tener mayor voluntad social que las otras. En aquel fin de semana extraño en que el manifiesto Última Llamada viera inopinadamente la luz, aparecieron varias decenas de firmantes iniciales de los que yo nunca hubiera sospechado que estuvieran al tanto de lo que estábamos preparando aquel puñado de "mindundis". Y entre los firmantes iniciales del manifiesto está, bien arriba de todo, el nombre de Pablo Iglesias.Última Llamada ha supuesto para ese pequeño grupo que comentaba al principio un atisbo de esperanza en medio de la sinrazón del debate completamente polarizado de hoy en día. Delante de un escenario en que se plantean sólo dos opciones posibles (austeridad del neoliberalismo o “crecimiento vía el ahorro” versus redistribución y neokeynesianismo o “crecimiento vía el consumo”), Última Llamaba creaba una nueva e imprescindible dimensión a lo largo de la cual moverse, como diciendo: “¿Y qué pasa, señores, si crecer ya no es físicamente posible, aparte de no ser deseable?”.Ninguno de los dos leviatanes económicos, neoliberalismo y neokeynesianismo, ha prestado la más mínima atención al alfeñique del decrecentismo hasta que sus tesis no han comenzado a ganar adeptos, a medida que el tiempo pasa y la crisis no se soluciona. Pero ahora que ese tercero en discordia ha comenzado a ganar un cierto (y escaso) terreno, los dos gigantes del pensamiento económico han optado por dos estrategias diferentes respecto a él: ridiculizarle e ignorarle (con mucho, la mayoritaria) o intentar desarmarlo intelectualmente (la opción de Navarro).Los que apuestan por el decrecentismo, seamos honestos, son las personas desencantadas de tantas promesas incumplidas y que ya sólo buscan una tierra firme que pisar, no importa cuán baja sea. Para estas personas, la última y única alternativa final al decrecentismo es el colapso entero de la sociedad, y no es por eso casualidad que uno de los grupos de Facebook donde se contempla el decrecentismo como última esperanza se llame así, “Colapso”. Los decrecentistas han perdido ya la fe en la actual pero moribunda sociedad del consumo, y buscan, como otros muchos sectores de la sociedad, una regeneración, un cambio profundo que haga viable la sociedad desde bases más sólidas y mejor asentadas. Y por eso muchos decrecentistas y personas con pensamiento afín vivieron con gran ilusión la emergencia de Podemos y de Pablo Iglesias como una última esperanza de hacer las cosas bien hechas.Sucede, sin embargo, que aquellos que han transitado por el camino del decrecentismo, que lleva a comprender la necesidad e inevitabilidad del decrecimiento, han ido mucho más lejos que los que sólo perciben la corrupción de nuestro mundo y la necesidad de que nazca un mundo nuevo. Los decrecentistas son, por ello, mucho más críticos, porque ya han pensado mucho en el problema y ya han descartado muchas falsas soluciones; sus mochilas se han vaciado, tras un largo proceso de reflexión y raciocinio, de renuncia a muchos sueños, y ahora ya son libres de toda carga material y sólo esperan que podamos emprender como sociedad el camino del descenso necesario.Por eso resulta comprensible que, ahora que Pablo Iglesias se desmarca de esas ideas con un discurso de tonos ya no sólo neokeynesianos sino incluso socialdemócratas, la decepción de estas personas sea grandísima. Y el fichaje de Vincenç Navarro y Juan Torres para la elaboración del programa económico se percibe como una traición, perpetrada por aquel en el que algunos decrecentistas habían puesto sus últimas esperanzas.Y sin embargo, a mi modo de ver, se equivocan los que piensan así. Se equivocan porque no comprenden qué es Podemos. Por encima de todo, Podemos es un partido político. Uno que aspira a regenerar la vida política, bien es cierto; pero es un partido al fin y al cabo. Y dada la dinámica de los partidos en las democracias liberales, Podemos se ve en la necesidad de hacer más aceptable su discurso si quiere llegar, algún día, a ser alternativa de Gobierno e incluso, más aún, la base de una nueva visión hegemónica. Pero como se repite en las discusiones de estos días, Podemos no puede llegar a ser un movimiento mayoritario con un discurso decrecentista. Y la razón es obvia: como digo desde el principio del artículo, los decrecentistas son cuatro gatos.A la mayoría de la población no le puedes explicar que tiene que vivir con menos porque, aunque se reparta lo que hay entre todos, a la mayoría le acabará tocando a menos (porque cada vez habrá menos); no te querrán creer, porque en la tele, los diarios, las revistas... no se habla del fin del crecimiento ni del fin del capitalismo. Podemos aspira a ser el movimiento de toda esa gente, la que se da cuenta de que un cambio es necesario –que es la mayoría–, pero no de los que se dan cuenta de que ese cambio tiene que ser radical –que es una minoría–. Contentar a ambos colectivos a la vez es imposible sin mentir, y Podemos ha elegido al primero porque, simplemente, son muchísimos más, y con su fuerza aspiran a poder gobernar, y poder al fin hacer los cambios que consideran necesarios.En definitiva, Podemos es o aspira a ser un reflejo de una sociedad que se ha sentido ignorada y engañada por sus dirigentes, y también aspira a ser reflejo de sus cambios. Y, admitámoslo, nuestra sociedad no es decrecentista; no ha entendido el decrecimiento ni sabe ni quiere saber que el decrecimiento ya está en marcha, sin que lo hayan puesto en marcha los decrecentistas, y sin que nadie lo pueda parar.No culpemos a Podemos por no ser como aspiramos que sea, por no ser cómo sabemos que debería ser si no quiere estrellarse. Podemos es sólo el espejo donde se mira la sociedad, y por tanto ese “Podemos” de su nombre es más bien “Lo que podemos”, aquello que la sociedad es capaz de decir, pensar y hacer. Al oír su nombre, “Podemos”, pensamos que son todo posibilidades, que su nombre es la expresión de una voluntad regeneradora e indómita; sin embargo, en realidad su nombre significa “Lo que podemos”: no es todo lo que podríamos hacer, sino una delimitación de lo que nos atrevemos a ser y a pensar; no son todo verdes praderas sino una expresión de nuestras limitaciones como sociedad. Simplemente, no podemos más. Esto es lo que somos y esto es lo que podemos. En realidad, al decir “Podemos” insistimos sobre “Lo que no podemos”.Los decrecentistas, en realidad, tienen que entender que hay que seguir haciendo pedagogía con la sociedad. Hay que seguir explicando que el ecosistema planetario está gravemente enfermo, y que esta frase no es un lugar común sino un hecho constatado y doloroso; hay que seguir diciendo que esta crisis no va a acabar nunca y explicar el porqué; hay que decir en voz cada vez más alta que ni el fracking ni las renovables ni ninguna otra tecnología-milagro van a resolver nuestros problemas; hay que advertir que a pesar de los sueños de recuperación estamos a las puertas de una gran recesión que puede traer consecuencias peligrosas e imprevisibles; hay que gritar, a pleno pulmón, la verdad a la cara. Sólo cuando sepamos podremos comprender mejor lo que sucede, cambiando también lo que somos. Sólo cuando cambiemos lo que somos cambiaremos lo que podemos. Y sólo entonces podremos.Podemos. Hagámoslo.http://www.eldiario.es/ultima-llamada/Podemos_6_313278693.html
- Con el fichaje de Vicenç Navarro y Juan Torres para la elaboración de su programa económico, Podemos ha optado por la fórmula neokeynesiana del crecimiento sin límites y se ha asegurado, de este modo, el apoyo de una mayoría social. - Nuestra sociedad no es decrecentista; ni sabe ni quiere saber que el decrecimiento ya está en marcha, sin que lo hayan puesto en marcha los decrecentistas, y sin que nadie lo pueda parar.Una fracción minúscula del internet español está estos días revolucionada, no por la aparición del virus del ébola en la capital de España, sino por algo que consideran un desastre todavía mayor: que Podemos, a través de Pablo Iglesias, le haya encargado a Juan Torres y a Vicenç Navarro la elaboración del programa económico de esa formación política. Los miembros de esta fracción internáutica diminuta e imperceptible no se escandalizan porque tengan miedo de que las propuestas de los dos catedráticos sean terriblemente progresistas o porque, dado el crecimiento de la formación, esas ideas puedan llegar a poner en peligro algunos valores tradicionales muy asentados; qué va, hay quienes se preocupan por eso, pero son un grupo que aunque minoritario es mucho mayor que aquellos de los que hoy me ocupo. Lo que realmente preocupa a mi caterva insignificante, despreciable en su pequeñez, es justamente lo contrario: que las propuestas de los dos intelectuales quedarán demasiado cortas; que, dadas las orejeras que les imponen su formación clásica, ni Juan Torres ni Vicenç Navarro aceptarán nunca que el mundo tiene límites y centrarán su discurso en redistribuir, basándose sobre todo en aquello con lo que se crece, sin ver ni querer entender que el mundo está abocado a un decrecimiento duro y prolongado.Conviene no olvidar que hace no demasiados meses estos dos mismos eruditos, Juan Torres y Vicenç Navarro, polemizaban con Florent Marcellesi sobre el significado político del decrecimiento. Desgraciadamente, a pesar de su honestidad intelectual y su compromiso con la sociedad, ninguno de ellos pareció comprender que el decrecimiento no es un movimiento político reaccionario delante de una realidad desagradable, sino una realidad desagradable a la que uno sólo puede reaccionar, en algún caso, a través de un movimiento político.Vicenç Navarro llevó más lejos aún la polémica, lanzando repetidas andanadas contra el decrecimiento en general y contra Florent Marcellesi en particular, alguna de las cuales yo intenté devolver desde mi mucho más modesto navío internáutico, The Oil Crash. Y ahí quedó la cosa... o no quedó, porque unos meses más tarde un pequeño grupo de académicos y activistas, que incluía al citado Marcellesi y accidentalmente a un servidor, decidió lanzar el manifiesto Última Llamada (y más tarde este blog), con el propósito de denunciar que no sólo las medidas de austeridad ciegas llevan a la pobreza y la desesperación a la mayoría, sino que también las políticas neokeynesianas (a las que Navarro y Torres parecen ser adeptos) pueden llevarnos por ese mismo camino, a pesar de tener mayor voluntad social que las otras. En aquel fin de semana extraño en que el manifiesto Última Llamada viera inopinadamente la luz, aparecieron varias decenas de firmantes iniciales de los que yo nunca hubiera sospechado que estuvieran al tanto de lo que estábamos preparando aquel puñado de "mindundis". Y entre los firmantes iniciales del manifiesto está, bien arriba de todo, el nombre de Pablo Iglesias.Última Llamada ha supuesto para ese pequeño grupo que comentaba al principio un atisbo de esperanza en medio de la sinrazón del debate completamente polarizado de hoy en día. Delante de un escenario en que se plantean sólo dos opciones posibles (austeridad del neoliberalismo o “crecimiento vía el ahorro” versus redistribución y neokeynesianismo o “crecimiento vía el consumo”), Última Llamaba creaba una nueva e imprescindible dimensión a lo largo de la cual moverse, como diciendo: “¿Y qué pasa, señores, si crecer ya no es físicamente posible, aparte de no ser deseable?”.Ninguno de los dos leviatanes económicos, neoliberalismo y neokeynesianismo, ha prestado la más mínima atención al alfeñique del decrecentismo hasta que sus tesis no han comenzado a ganar adeptos, a medida que el tiempo pasa y la crisis no se soluciona. Pero ahora que ese tercero en discordia ha comenzado a ganar un cierto (y escaso) terreno, los dos gigantes del pensamiento económico han optado por dos estrategias diferentes respecto a él: ridiculizarle e ignorarle (con mucho, la mayoritaria) o intentar desarmarlo intelectualmente (la opción de Navarro).Los que apuestan por el decrecentismo, seamos honestos, son las personas desencantadas de tantas promesas incumplidas y que ya sólo buscan una tierra firme que pisar, no importa cuán baja sea. Para estas personas, la última y única alternativa final al decrecentismo es el colapso entero de la sociedad, y no es por eso casualidad que uno de los grupos de Facebook donde se contempla el decrecentismo como última esperanza se llame así, “Colapso”. Los decrecentistas han perdido ya la fe en la actual pero moribunda sociedad del consumo, y buscan, como otros muchos sectores de la sociedad, una regeneración, un cambio profundo que haga viable la sociedad desde bases más sólidas y mejor asentadas. Y por eso muchos decrecentistas y personas con pensamiento afín vivieron con gran ilusión la emergencia de Podemos y de Pablo Iglesias como una última esperanza de hacer las cosas bien hechas.Sucede, sin embargo, que aquellos que han transitado por el camino del decrecentismo, que lleva a comprender la necesidad e inevitabilidad del decrecimiento, han ido mucho más lejos que los que sólo perciben la corrupción de nuestro mundo y la necesidad de que nazca un mundo nuevo. Los decrecentistas son, por ello, mucho más críticos, porque ya han pensado mucho en el problema y ya han descartado muchas falsas soluciones; sus mochilas se han vaciado, tras un largo proceso de reflexión y raciocinio, de renuncia a muchos sueños, y ahora ya son libres de toda carga material y sólo esperan que podamos emprender como sociedad el camino del descenso necesario.Por eso resulta comprensible que, ahora que Pablo Iglesias se desmarca de esas ideas con un discurso de tonos ya no sólo neokeynesianos sino incluso socialdemócratas, la decepción de estas personas sea grandísima. Y el fichaje de Vincenç Navarro y Juan Torres para la elaboración del programa económico se percibe como una traición, perpetrada por aquel en el que algunos decrecentistas habían puesto sus últimas esperanzas.Y sin embargo, a mi modo de ver, se equivocan los que piensan así. Se equivocan porque no comprenden qué es Podemos. Por encima de todo, Podemos es un partido político. Uno que aspira a regenerar la vida política, bien es cierto; pero es un partido al fin y al cabo. Y dada la dinámica de los partidos en las democracias liberales, Podemos se ve en la necesidad de hacer más aceptable su discurso si quiere llegar, algún día, a ser alternativa de Gobierno e incluso, más aún, la base de una nueva visión hegemónica. Pero como se repite en las discusiones de estos días, Podemos no puede llegar a ser un movimiento mayoritario con un discurso decrecentista. Y la razón es obvia: como digo desde el principio del artículo, los decrecentistas son cuatro gatos.A la mayoría de la población no le puedes explicar que tiene que vivir con menos porque, aunque se reparta lo que hay entre todos, a la mayoría le acabará tocando a menos (porque cada vez habrá menos); no te querrán creer, porque en la tele, los diarios, las revistas... no se habla del fin del crecimiento ni del fin del capitalismo. Podemos aspira a ser el movimiento de toda esa gente, la que se da cuenta de que un cambio es necesario –que es la mayoría–, pero no de los que se dan cuenta de que ese cambio tiene que ser radical –que es una minoría–. Contentar a ambos colectivos a la vez es imposible sin mentir, y Podemos ha elegido al primero porque, simplemente, son muchísimos más, y con su fuerza aspiran a poder gobernar, y poder al fin hacer los cambios que consideran necesarios.En definitiva, Podemos es o aspira a ser un reflejo de una sociedad que se ha sentido ignorada y engañada por sus dirigentes, y también aspira a ser reflejo de sus cambios. Y, admitámoslo, nuestra sociedad no es decrecentista; no ha entendido el decrecimiento ni sabe ni quiere saber que el decrecimiento ya está en marcha, sin que lo hayan puesto en marcha los decrecentistas, y sin que nadie lo pueda parar.No culpemos a Podemos por no ser como aspiramos que sea, por no ser cómo sabemos que debería ser si no quiere estrellarse. Podemos es sólo el espejo donde se mira la sociedad, y por tanto ese “Podemos” de su nombre es más bien “Lo que podemos”, aquello que la sociedad es capaz de decir, pensar y hacer. Al oír su nombre, “Podemos”, pensamos que son todo posibilidades, que su nombre es la expresión de una voluntad regeneradora e indómita; sin embargo, en realidad su nombre significa “Lo que podemos”: no es todo lo que podríamos hacer, sino una delimitación de lo que nos atrevemos a ser y a pensar; no son todo verdes praderas sino una expresión de nuestras limitaciones como sociedad. Simplemente, no podemos más. Esto es lo que somos y esto es lo que podemos. En realidad, al decir “Podemos” insistimos sobre “Lo que no podemos”.Los decrecentistas, en realidad, tienen que entender que hay que seguir haciendo pedagogía con la sociedad. Hay que seguir explicando que el ecosistema planetario está gravemente enfermo, y que esta frase no es un lugar común sino un hecho constatado y doloroso; hay que seguir diciendo que esta crisis no va a acabar nunca y explicar el porqué; hay que decir en voz cada vez más alta que ni el fracking ni las renovables ni ninguna otra tecnología-milagro van a resolver nuestros problemas; hay que advertir que a pesar de los sueños de recuperación estamos a las puertas de una gran recesión que puede traer consecuencias peligrosas e imprevisibles; hay que gritar, a pleno pulmón, la verdad a la cara. Sólo cuando sepamos podremos comprender mejor lo que sucede, cambiando también lo que somos. Sólo cuando cambiemos lo que somos cambiaremos lo que podemos. Y sólo entonces podremos.Podemos. Hagámoslo.
[...] Torres fue más allá y opinó que "incluso si hubiera dinero suficiente para implantarla, sería una opción inadecuada y siempre me ha chocado que propongan organizaciones como IU". "Desvincula derechos de obligaciones y supone tratar igual a los desiguales, principios que no comparto", argumentó, añadiendo que "no tiene en cuenta la individualización de las capacidades humanas y su desigual alcance".[...]
Abundando más sobre el tema; la renta básica tampoco.http://www.eleconomista.es/interstitial/volver/ibcarago/espana/noticias/6150467/10/14/El-dia-que-el-nuevo-guru-economico-de-Podemos-rechazo-la-renta-basica-universal.html#.Kku8NFfZZCj6O5yhttp://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/12/05/andalucia/1386274193_418617.htmlNo me resisto a poner alguna perla:Citar[...] Torres fue más allá y opinó que "incluso si hubiera dinero suficiente para implantarla, sería una opción inadecuada y siempre me ha chocado que propongan organizaciones como IU". "Desvincula derechos de obligaciones y supone tratar igual a los desiguales, principios que no comparto", argumentó, añadiendo que "no tiene en cuenta la individualización de las capacidades humanas y su desigual alcance".[...]
De republik:"(¿lo es la electricidad -tres minutos antes de que la generación distribuida la vacíe de contenido- "Lo es, porque precisamente, vamos a pagar ese vaciamiento de contenido nosotros, además de que se va a retrasar la generación distribuída todo lo posible, también a nuestra costa.Por eso.
Si te parece dedolunismo tener de las electricidades mas caras de la UE cuando deberiamos transicionar hacia una reindustrializacion pues nada. Y han sido bastante mas de 15 euritos al mes. Tampoco implica que no haya otras cosas que tocar claro.
[...]Pero no faltó el "los españoles deben entender que piratear es robar". Ojo a esto porque lo realmente estratégico en una agenda "sigloXXI-ística" es la propiedad intelectual y aquí NHC para plantar cara a los EEUU y su visión altamente restrictiva-acaparadora de estos derechos porque saben que es lo que les queda para aguantar como gran potencia. [...]
Lo interesante es saber que se cuece, y que puede pasar a corto y medio plazo. Más que hablar de las políticas subyacentes. No sé porque insistes en traer política, pero venga. Puede que tengas razón, y lo que le pasa a la Eurozona, o a España, sea fruto de políticas neoliberales.Pero no vale con pedir "otras políticas", a mi juicio, cualquier otra cosa pero esto no, etc. Echo de menos que no traigais alternativas. Decir cosas como que en Polonia hacen esto otro para este problema; y así podríamos hablar sobre algo concreto.No vale tampoco decir cosas como que en Reino Unido hacen esto y les va mejor; cuando la cosa no ha terminado, y no se sabe cómo va a acabar. También conviene aclarar si son políticas de corto o de medio/largo plazo. China crece bastante más... ¿les imitamos?En cuanto al gráfico, que los países de la UE que no son de la Eurozona crezcan más no me dice gran cosa, después de ver como España crecía como nadie, y saber hoy que todo era bastante falso, y un desastre a largo plazo. Mira esta tabla:http://www.datosmacro.com/pib/zona-eurodonde se ve que a crecimientos de -0,7, -0,4 le corresponden +0,4, +0,7 de crecimiento "per cápita". En fin...
Los millonarios en España crecen un 24% hasta junio gracias a la Bolsahttp://economia.elpais.com/economia/2014/10/14/actualidad/1413276020_545357.html
España sufre la crisis más desigualLos ingresos del 10% de los más pobres caen 7,5 veces más que la renta del 10% más ricoEs la mayor diferencia entre los miembros de la OCDEhttp://economia.elpais.com/economia/2014/06/19/actualidad/1403175466_879515.html