En Reino Unido hubo una serie de programas que emitían en ITV de rubias que hacían sus shows en OF y todo lo que ganaban (publicidad descarada encubierta de la plataforma y de los ingresos fáciles). La que menos vivía en un casoplón y conducía un Ferrari. A cualquiera de esas le compensaría tener tu propia plataforma dedicada. Seguramente no les importe porque es dinero fácil, y cuando pasas de currar en un supermercado a tener un casoplón y un Ferrari en dos años, te da igual pagar ese 20%.
Y al final esto no se diferencia nada de todo lo que sea hacer dinero fácil. Unas enseñan los pinreles en OF (o lo que haiga que enseñar), hubo quien se metió a youtuber, Twitch también tuvo su temporada, los criptobros... Unos pocos triunfan y se lo llevan crudo, y la mayoría coge las migajas o ni eso.
La publicidad de esas plataformas sirve para mucho más que hacerse visibles. Sirve para anestesiar a muchos. Que te dé igual las injusticias que te rodean o el alto coste de la vida, si a la noche puedes sacarte un extra encendiendo un rato la webcam y enseñando cacho. Porque además de eso están los shows en vivo. Lo que de toda la vida eran las cabinas de los sex shops donde se echaban monedas y la señorita hacía lo que el cliente pedía. Ahora eso se puede hacer con una webcam desde la otra punta del mundo.
Servidor ha trabajado en videojuegos móviles (con micropagos), y en apps de citas. Conozco bien las técnicas que usan las empresas para crear una adicción total del cliente. No quiero ni imaginar lo que ocurre en OF y las plataformas de webcam en vivo, porque ahí también se puede meter en el bucle de explotación a quien enseña, además de a quien mira.
Si a quien enseña no le importa enseñar, no le veo más que ventajas. Quien pringa es exclusivamente el que paga. Hay una diferencia fundamental que estás obviando, y es que a la stripper del barrio le llegaban las migajas que le permitía el local. Aquí si tiene éxito puede llegar a miles o decenas de miles de usuarios, de los cuales se llevan la mayor parte de las donaciones, y eso es un pastón.
Y yo personalmente no le veo nada de malo que a quien quiera enseñar (que insisto, ni todo el mundo sabe ni todo el mundo vale) y le reporte una buena vida, que lo haga. Peor es trabajar (por poner uno de mil ejemplos) de puta en un puesto de informático, porque al final te dan más por el culo que si fuese literalmente.
El problema no es ese. Esto es un síntoma.
Dios me libre de juzgar. Hace siglos que me impuse la obligación de no juzgar nunca. Me cuesta, me cuesta...
Pero lo que sí es cierto es que no todo lo que se expone es igual. Y tenemos mil ejemplos que no incluyen las cuestiones sexuales de que esto es así. Imaginemos que alguien tiene un canal de deporte extremo (ya sea por el riesgo o por la factura física). Tal y como funciona este mundo del espectáculo online, los algoritmos de lo morboso y escabroso uno puede acabar corriendo el riesgo de exponerse físicamente (incluyendo el riesgo de muerte o lesiones) y sicológicamente (estrés, fatiga, dolor) hasta puntos muy peligrosos. O pongamos por ejemplo la gente que hace (ahora se ha pasado de moda un poco) contenido de familias o parejas. Hacer un espectáculo de tus hijos menores, de tu vida familiar o de pareja...no juzguemos a quien lo hace...pero digamos que el hecho, bueno no es. Se podría decir que no hay nada más inocente que hacer contenido con tus hijos haciendo manualidades...y si te ganas un dinerillo...peor es trabajar en la mina. Hasta que, efectivamente, como lo haces por el dinero y la plataforma es así les haces subir seis vídeos por semana y el contenido se va transformando de forma raruna en función de cómo responde la audiencia (como el día en el que descubres que el vídeo en el que hubo un poco de bronca funcionó mejor que otros).
No, no todo el contenido es igual. Y también es cierto que casi cualquier contenido puede derivar en una cosa tóxica (como algunos generadores de contenido han manifestado) dado el funcionamiento de esas plataformas creadas por la peor gente del mundo. Una cosa es subir vídeos para que los vean tus colegas o incluso para actuar como soporte de una actividad que tengas fuera, y otra cosa pretender vivir del asunto y en ese caso verás que
la plataforma es el peor jefe imaginable, mucho peor que tu engominado de cabecera.
Con esto del sexo, se llega a una situación un tanto paradójica. No podemos decir que es muy importante y transcendental y al mismo tiempo decir que en realidad no importa y que cualquier cosa es en realidad neutra, que no es realmente tan íntimo...
Por otro lado, también veo un poco de misoginia muy velada o entreverada en los argumentos defensores de la cosa. Porque, al fin y al cabo, es algo que hacen las mozas y las que se objetifican son ellas. Oiga, que si tan harto está de trabajar de informático, póngase a subir usted videos insertándose cosas por el orto, que
para todo hay público. Vale, cuando no son las otras, sino "yo", la cosa ya no suena tan bien.
OF es en cierta forma anecdótico. Pero una mirada más general nos lleva a las plataformas y las redes sociales tanto desde el punto de vista del usuario como del que sube cosas. Y todavía más allá sobre esos empresones, cómo están gestionados y cómo funcionan. Al tipo que se va a embolsar los 700 millones, las chicas y chicos que "enseñan los pies" no le han ocupado ni medio segundo de pensamiento.
Sí podemos imaginar lo que hace OF por el lado del que enseña. Lo mismo que los demás. Presionar de todas las formas posibles para que cada vez subas más contenido, más extremo y más controvertido.