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«Les attentats sont la suite logique des bombardements»La France a eu tort d’intervenir en Syrie, estime affirme Pierre Conesa, ancien haut fonctionnaire au Ministère de la défense. Elle est en train de payer au prix fort une guerre qui n’est pas la sienne
Fracasa el golpe de Estado en TurquíaPublicado el julio 16, 2016 por llegalaultimaTurquía retomó este viernes la tradición golpista de su Ejército (cuatro entre 1960 y 1997) A primera hora de la noche comenzaron a llegar informaciones en relación a la ocupación, por parte del Ejército, de lugares estratégicos en Estambul y Ankara, con el consiguiente llamamiento a la población para que se refugiara en casa.La presencia del Ejército en las calles se acompañó de imágenes de aviones caza que sobrevolaron las principales ciudades del país muy cerca del suelo y con la presencia militar en lugares simbólicos como los puentes sobre el Bósforo, el aeropuerto internacional de Estambul o la televisión pública.Pasadas las dos de la mañana, se registró una explosión en la sede del Parlamento, la entrada de militares en la sede de CNN Turquía cuando ésta emitía en directo y se informaba de heridos por tiroteos en distintos puntos en refriegas entre militares golpistas y agentes de policía.A pesar de la confusión inicial, no hubo muchas dudas: El primer ministro turco,Binali Yildirimi, habló claramente de una intentona golpista y denunció publicamente que un grupo de militares “había tomado ilegalmente las armas saltándose la cadena de mando”, que se había producido un “levantamiento” y aseguró estar al mando. “No permitiremos que triunfe”, dijo. Se habló de la acción de un grupo minoritario y, horas después, los servicios secretos turcos confirmaron que el golpe de Estado había fracasado, por falta de apoyo en lo que antes denominábamos poderes fácticos y también en la calle.Las redes sociales se convirtieron en la plataforma que dio eco a movimientos extraños en Estambul y Ankara durante la tarde del viernes. Twitter y Facebook sirvieron para seguir en directo lo que estaba ocurriendo en Turquía, a pesar de las denuncias que apuntaban a que tanto Youtube como esas aplicaciones habían sido bloqueadas. Una constante cada vez que hay cierta contestación interna en Turquía, como hemos visto durante estos años.El aparente bloqueo de las redes sociales no impidió que se pudiera seguir lo que ocurría en el país, con informaciones (a menudo por contrastar), vídeos e imágenes que iban glosando que estábamos ante un golpe de Estado militar clásico. La prueba la tuvimos a medianoche, cuando los militares golpistas emitieron un comunicado a través de la televisión pública en el que anunciaban “la toma de control sobre la administración del país” y la creación de un “consejo de la paz” que garantizará la seguridad del país “independientemente de raza, lengua o religión”. También impusieron el toque de queda y la ley marcial que fueron violadas sistemáticamente a lo largo de la noche.CapturaErdoganEl golpe de Estado se produjo cuando el presidente, Tayipp Erdogan, se encontraba de vacaciones en Bodrum. De ahí que, en los primeros momentos, la duda giraba en torno a su paradero, con la difusión de rumores que apuntaban a que habría pedido asilo en Alemania.Antes de la medianoche, hora española, el presidente turco rompió su silencio e intervino en directo a través de la aplicación FaceTime de IPhone. En declaraciones a CNNTürk, Erdogan hizo un llamamiento para que sus partidarios se defendieran del golpe en la calle: “Insto a nuestra gente, a todo el mundo, a que llene las plazas del país para darle (al ejército) la respuesta necesaria”. Ironías de la vida: Erdogan, el principal responsable de la represión del movimiennto Occupy Gezi, con el bloqueo de Twitter y Facebook, finalmente usó una aplicación para remarcar que seguía al frente del país y para reclamar el apoyo de sus partidarios frente a la intentona golpista.La respuesta fue inmediata. Durante toda la noche se difundieron a través de Twitter imágenes en las que se veía cómo cientos de personas salían a la calle de las principales ciudades para rechazar el golpe de Estado con banderas nacionales turcas. Erdogan se jugaba así baza más potente, aun a riesgo de tensionar una situación que derivara en enfrentamientos en la calle: Demostrar que el apoyo que recibe en las urnas desde las elecciones de 2003 también se trasladaba a la calle.De la equidistancia a la condena de la comunidad internacionalDurante las primeras horas del golpe de Estado, los principales actores de la comunidad internacional guardaron un enigmático silencio sólo roto con llamamientos a la contención por las partes. Como si se esperara a ver si el golpe fracasaba o no, durante las primeras horas no hubo una condena expresa de la sociedad internacional. Éste fue el tuit con el que la responsable de Política Exterior de la UE valoró el golpe de Estado:Según transcurrió la noche, sí comenzó a virar esa posición equidistante, sobre todo cuando se constató que la asonada no era tan masiva como parecía por la primera reacción de Erdogan. Entendemos que ayudó a virar la posición las condenas expresas del golpe de Estado por parte de los partidos de la oposición al AKP, como fue el caso del Partido Republicano del pueblo (CHP) y del Partido Democrático de los Pueblos (HDP, kurdo).En la comunidad internacional, la condena más directa llegó, en primer lugar, desde EEUU, país que mostró su respaldo al orden constitucional establecido. Barak Obama también señaló que “todos los partidos de Turquía deben apoyar al Gobierno democráticamente elegido”:El secretario general de la OTAN también se inclinó por ese mensaje bien entrada la madrugada. Hasta entonces, silencio absoluto por parte del organismo al que pertenece Turquía como miembro de pleno derecho desde la década de 1950.Por su parte, desde Rusia se instó a evitar un derramamiento de sangre en Turquía. Su titular de AAEE lo dejó meridianamente claro: “Por supuesto, nosotros partimos de que es necesario evitar cualquier enfrentamiento sangriento y solucionar todos los problemas que surgen en cada país exclusivamente en el marco constitucional”.Un aviso a navegantesDesde hace meses se venía especulando con el malestar creciente del Ejército turco, contestado desde las instituciones con una depuración de los elementos más conflictivos, ante la deriva del país en varios frentes:El juego que Tayipp Erdogan, presidente del país desde 2014, decidió jugar en relación a Oriente Medio, con Siria, Irán y el IS como puntales de una política exterior no siempre clara. En las últimas semanas, Ankara se ha postulado públicamente como país central en la zona debido a su posición para gestionar los flujos de refugiados hacia Europa procedente de los países en conflicto y también como pieza clave para buscar una solución a la guerra de Siria.El intento golpista ocurre apenas una semana después de la reunión anual que celebró la OTAN en Varsovia en la que Rusia volvió a aparecer como la principal amenaza para la Alianza (Rusia y no el terrorismo islámico, conviene resaltar). También después de que Turquía se haya confirmado como uno de los objetivos del terrorismo yihadista (la última acción, la registrada en el aeropuerto internacional de Estambul, con 41 muertos).Este movimiento se produce dos semanas después de que Ankara decidiera iniciar pasos para normalizar sus relaciones con Rusia e Israel con dos objetivos: Estar en la solución de los problemas derivados de la situación de Palestina y Siria y equiparar la lucha contra el terrorismo del IS con la del Partido de los trabajadores del Kurdistan (PKK). El gesto que se esperaba, las disculpas a la familia del piloto ruso que murió en Siria después de que la Fuerza aérea turca derribara su caza.La propia deriva interna del AKP, desde que aceleró su programa para islamizar el país, un programa que tuvo su epicentro en las protestas que hace tres años confluyeron en el movimiento Occupy Gezi, sofocado por la policía en la calle (con el beneplácito de la UE y de EEUU) y por los ciudadanos en las urnas con la victoria de Erdogan en las presidenciales de marzo de 2014 y del AKP en las legislativas celebradas en 2015.También por los casos de corrupción (que arrastra desde finales de 2013, sin que ello impidiera ser elegido presidente del país con el 51% de los votos en marzo de 2014) y la situación económica que vive el país, que hace unos meses sí se apuntó un tanto en política exterior al negociar con la UE convertirse en el gendarme que gestione los flujos de inmigración hacia Europa a cambio de reabrir capítulos relacionados con la futura adhesión a la UE.Sea como fuere, el Gobierno turco volvió a señalar a los seguidores de Fethullah Gulen como los instigadores del golpe de Estado, una idea en la que insistió Erdogan en su primer mensaje tras aterrizar en el aeropuerto de Estambul. Gulen, una figura controvertida que, desde finales de 2013, aparece como rival directo del AKP, reside en EEUU, país que ha ignorado las peticiones de extradición realizadas por Ankara por movimientos conspirativos contra el país.Hasta las primaveras árabes, recordemos, Turquía fue presentada como modelo de democracia exportable hacia los países de Oriente Medio y Próximo. Esta noche se habló directamente de un nuevo intento por acabar con el islamismo político en una zona que cada vez más se proyecta como un avispero que abarca más países.
Gulen and his influential supporters in Turkey, including key members of the police and judiciary, supported Erdogan for three successive elections.Recently, however, there have been signs that the informal coalition is crumbling, which could be a major problem for Erdogan in the next election — or sooner.Case in point was yesterday, when at least 52 people, including the sons of three Cabinet members, businessmen, officials, and a mayor detained in investigations of real estate fraud and other corruption. Gulenists have been accused of instigating the scandal, using their covert influence to gather evidence against Erdogan's followers, reports The Economist.
Golpe de Estado en TurquíaEE UU suspende sus operaciones aéreas contra el ISIS desde TurquíaWashington advierte a Ankara que insinuar que pudo tener algún papel en el golpe es "totalmente falso" y "dañino"
Los golpistas han regalado una soga a Erdogan para que se ahorque soloEntre los países que desean ver derrocado a Tayyib Erdogan están EEUU, Alemania, Francia, Israel, Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Siria e Irak entre otros, aunque el único con capacidad de hacerlo es EEUU, aliado acusado por las autoridades turcas de haber organizado el motín militar del 15 de julio. En esta línea, el atentado en el aeropuerto de Atatürk del 28 de junio podría formar parte del mismo plan que desde 2012 intenta apartar al rebelde y chantajista presidente turco del poder.Días después de la chapuza intentona golpe de Estado del 15 de julio, tres elementos se destacan para aumentar la confusión sobre los hechos:1.– Que la base militar de la OTAN de Incirlik (el almacén de armas nucleares más grande de la Alianza Atlántica fuera de EEUU) ha sido el centro de las operaciones de los golpistas. ¿Ofrecerá el Pentágono alguna explicación al respecto?2.– Que los golpistas, a pesar de darse cuenta de que el plan había sido descubierto antes de empezar, decidieran seguir. Según algunos diarios de Oriente Próximo, los rusos desde su base militar en Hmeymim (Siria) interceptaron las comunicaciones de los golpistas cuatro horas antes del inicio del golpe y avisaron al Gobierno de Erdogan.3.– Que el equipo de Erdogan dejó que el golpe sucediera, organizando apresuradamente el teatro de su fracaso. Ahora tendrá tres largos meses de estado de emergencia para difundir terror y pánico entre la población y vengarse de todas las voces críticas. Los golpistas han triunfadoDichos elementos se añaden a otros datos de interés: que los golpistas no querían matar o arrestar a Erdogan, provocando una guerra civil. La situación actual parece la que podrían desear: la suicida purga que está realizando el Sultán contra decenas de miles de personas, muchas pertenecientes a los centros del poder, cumpliría con dos de los objetivos de los sublevados: 1. Eliminar, a mano de un Erdogan absolutamente desatado, a aquellas fuerzas que en el futuro podrán ser obstáculos al avance de los planes de los golpistas. Han sido represaliados, hasta hoy, cerca de 8.000 policías, 6.000 soldados, 103 almirantes y generales, 3.000 jueces y fiscales, 15.000 empleados del Ministerio de Educación y 8.777 del Interior, 21.000 maestros, 30 de los 81 gobernadores provinciales (arrestados) y 34 periodistas, entre otras miles de personas. 2. El proceso de demonización de Tayyib Erdogan iniciado por los medios de comunicación occidentales y árabes, y semejante al que sufrieron Sadam Husein, Gadafi y Asad, facilitará su cese incluso violento. La UE está advirtiéndole a Ankara sobre la restauración de la pena de muerte, cuando sus dos principales socios, EEUU y Arabia Saudí, la aplican utilizando medios como silla eléctrica o una espada afilada. La UE no cuestiona la democracia de EEUU a pesar de que haya condenado a cerca de 3.000 menores a cadena perpetua o que 70 de estos niños ni siquiera hayan cumplido los 14 años.La fragmentación social y la inestabilidad política de Turquía, serán explotadas por EEUU y sus aliados árabes e israelíes, para conducirla a las puertas del infierno, y acabar con Erdogan. Les costará: el líder turco ha aprendido del error de su hermano egipcio Mohamad Mursi, y está formando un ejército ideológico fiel para neutralizar al Ejercito clásico, como lo hizo el ayatolá Jomeini, creando a Pasdaran, los Guardianes Islámicos, y una docena de grupos paramilitares. Desde la organización juvenil del Partido de Justicia y Desarrollo y de las cerca de 80.000 mezquitas, cientos de miles de hombres han formado grupos parecidos a los camisas negras de Mussolini, haciendo sus prácticas en el escenario de la guerra de Siria. Éstos se integrarían en el Ejército, para cambiar radicalmente su naturaleza, eso sí, siempre y cuando el Pentágono se quedase mirando, cruzándose de brazos.Un paisaje regional cambianteEl primer país en condenar el golpe y que ofreció a Erdogan “todo tipo de ayuda” fue Irán. Las razones son varias: más tensión en la zona y en sus fronteras amenazaría su seguridad nacional; devuelve el favor al líder turco, quien rompió las sanciones económicas impuestas por EEUU y la UE sobre Irán (aunque él y sus hijos ya recibieron lingotes de oro como recompensa); se trata de la solidaridad religiosa: el régimen turco, aunque sunita, es islamista e iba a ser derrocado por una institución laica; finalmente, hay un factor estratégico: Teherán comparte con él la lucha contra las aspiraciones autonomistas de los kurdos; y un factor económico: que pueda unirse, algún día, al proyecto del gaseoducto Trans Anatolia (TANAP).En cuanto a Arabia Saudí, EAU y Egipto, que dirigen el frente internacional anti Hermanos Musulmanes, esperaban el triunfo de la intentona. Riad lo consideró un “problema doméstico”, tardando dos días en mostrar su “satisfacción” por el regreso del orden en Turquía, sin apoyar a su presidente. Los Al Saud han invertido millones de dólares en derrocar a Bashar al Asad para debilitar a Irán, y no admiten que Ankara ahora negocie la paz con Damasco. El Egipto del dictador Al Sisi, miembro del Comando central de EEUU (US CENTCOM), impidió en el Consejo de Seguridad una declaración de apoyo a la democracia de Turquía.Desde Qatar, el único país árabe dirigido por los Hermanos Musulmanes, su ex emir, Hamad Al Thani, acusaba a EEUU y al ministro de Exteriores saudí, Adel Al-Jubeir, de dirigir el golpe. Y no es un secreto que Israel prefiere una Turquía controlable e incapaz de cuestionar su hegemonía en la región. Este país es el oculto y principal beneficiario de la destrucción de los Estados de Irak, Libia, Sudán y Siria.Rusia, el ganadorVladimir Putin, quien será el primer mandatario en recibir a Tayyib Erdogan después del susto a principios de agosto –y acaba de conocer la decisión tomada por la OTAN en la cumbre de Varsovia de aumentar el cerco militar alrededor de Rusia– ahora sí que podrá pedirle a Erdogan que bloquee el plan de EEUU de tener una flota permanente en el Mar Negro. A cambio dejará de jugar con la cuestión kurda y descongelará el proyecto del gasoducto del Corriente Turco: Turquía ganará millones de euros y rublos, y Rusia podrá prescindir de los gaseoductos de Ucrania e impedir que EEUU controlase el flujo de gas que recibe Europa desde esta región. No es prudente pensar que Putin y Erdogan se han unido en una lucha “antiimperialista” como lo hicieron (de forma intermitente) Lenin y Atatürk contra el enemigo común, el imperialismo británico. Erdogan no tiene doctrina, y mañana puede volver a cambiar de bando.Washington no va a perder a TurquíaEn 2012, Barak Obama ideó que en vez de acabar con Asad lo mejor sería convertir Siria es una trampa donde Rusia, Irán, Turquía, Hamas, Hizbolá, Arabia Saudí, incluso Israel, desgastasen sus fuerzas. A Turquía la castigó por “colaborar con los enemigos” y con el fin de mantenerla en la órbita del Occidente, le hundió en Siria y neutralizó su montaje de la “crisis de refugiados”; armó a la rama siria del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), respaldó a organizaciones de derecha religiosa como el Movimiento Gülen, y puede que la CIA siga alimentando las “células dormidas” de los Lobos Grises, Ergenekon, o la “Contraguerrilla” que es la rama turca de la red de Gladio experta en las operaciones de “bandera falsa”. Washington ahora fortalece sus bases militares en Irak, sobre todo en la región kurda, donde planea levantar otras cinco bases (y éste fue uno de los 7 motivos de la ocupación de Irak), mientras disfruta de ver cómo el Donald Trump turco, “va calentando su casa, utilizando de combustible sus vigas y puertas”.
IRVING, TEXAS – The Organization of the Petroleum Exporting Countries is dead. Saudi Arabia killed it. Now, OPEC is just a toothless zombie, attracting attention, but without having any impact on the living.Few have noticed OPEC’s demise for a simple reason: it never really had the impact that it was widely perceived to have. It was never actually a cartel, possessing monopolistic market power. Anyone who thought otherwise was mistakenly attributing to it Saudi Arabia’s market power.And Saudi Arabia’s power is expansive. It remains the dominant producer in world oil markets, and its political and economic decisions shape global energy economics. This impact will be intensified if the Kingdom resurrects Arab Light as the global benchmark crude.Of course, new players in the energy-production game could conceivably deal a blow to Saudi Arabia. But, so far, the Kingdom has managed to avoid serious injury.The shale-energy revolution in the United States, for example, has had a far-reaching international impact – far greater than expected. The Atlantic Basin ran an oil surplus – producing more than it consumed – for the first time in a half-century, while the Pacific Basin became the only dumping ground for crude. The surge in domestically produced shale oil caused OPEC members Algeria, Angola, and Nigeria to lose significant market share in the US.Yet that revolution has had little impact on Saudi Arabia, Iraq, or Kuwait, owing to crude quality. Algeria, Angola, and Nigeria were exporting to the US a kind of light sweet crude that is comparable to shale oil. Yet many US refineries are still geared toward the heavier and more sour types of crude that the country imports from the Middle East. As a result, Saudi Arabia’s market share in the US seems relatively secure.This is not to suggest that Saudi Arabia is invincible. On the contrary, it has lost market share among the largest oil importers in Asia, which have increased their purchases of West African crude (diverted from the US). Perhaps most painful, the Kingdom has lost substantial market share in China to Russia.Russian penetration of the Chinese market was spurred by the imposition of Western sanctions after Russia invaded Ukraine and annexed Crimea in 2014. China took full advantage of the Kremlin’s desperation, securing rock-bottom rates for Russian energy resources. Once the door to Asia was open, however, Russian companies seized the opportunity to enter the downstream markets of India and Indonesia – two countries that are critical to the Saudis’ own strategy.Over the last two years or so, Saudi Arabia has made starkly clear that it will not easily give up its market share – to anyone. It has pursued a campaign to recover its former position not just in crude, but also in petroleum products, natural gas liquids, and petrochemicals. To this end, it has sustained a price war, supported by a boost in production, aimed at pushing out weaker competitors.At first, Saudi Arabia took aim at the shale industry. But its strategy for asserting its dominance over global energy markets evolved over time, adapting to new economic information and political circumstances. Ultimately, Saudi Arabia dragged all of OPEC into the price war. Countries increased their production for as long as they could, causing prices naturally to drop. When production peaked, the bottom fell out of the market, because OPEC members were forced to enter into direct price competition with one another.The permanent internal rifts that all of this has produced were painfully apparent at this April’s OPEC meeting in Doha, where a deal to freeze output fell apart. Saudi Arabia refused to cut production unless Iran would do likewise. But Iran – which, like Russia, had lost considerable market share as a result of Western sanctions – refused to cut production outright. Producers that lost market share in the US will not cut production, either.By now, Saudi Arabia recognizes that low oil prices will not fully restore its market share in Asia and Europe. But it also sees that it has no more use for OPEC, an organization that it foisted on the world with the first Arab oil embargo in 1973 and has since used as a shield for its oil policies. With the US shale revolution having rendered OPEC useless, Saudi Arabia has decided that its creature is not worth keeping alive.But this does not mean that there is no hope for energy cooperation. Saudi Arabia is now pursuing a major shift in its foreign, economic, and energy policies, exemplified by the impending privatization of a portion of Aramco, its national petroleum company, which is set to expand its refining capacity.All of this suggests that competition in energy markets may shift from crude oil to refined products. That would create new opportunities for cooperation: producers with large refining and storage capacity could purchase surplus oil from producers lacking such capacities.A shift from competition in crude to competition in petroleum products would have a profound effect on global oil markets and related industries, like shipping. Ultimately, it would most likely boost the overall efficiency of the oil market and strengthen producers’ capacity to weather market volatility. The producers and refiners with the most sophisticated technologies would dominate – beginning with Saudi Arabia.
El deterioro de las relaciones entre Irán y Arabia Saudí, sin lazos diplomáticos desde principios de este año, ha alcanzado un nuevo nivel esta semana a raíz de que el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, acusara el lunes a los dirigentes saudíes de infieles e incapaces de gestionar los santos lugares del islam. Duras palabras a las que el muftí saudí respondió al día siguiente asegurando que los iraníes, en cuanto chiíes, “no son musulmanes”. Ambos países, que rivalizan por la hegemonía regional, se atribuyen el liderazgo de las dos principales ramas del islam, chií y suní, respectivamente.“Debido al comportamiento represivo de los gobernantes saudíes hacia los huéspedes de Dios, el mundo musulmán debe reconsiderar la gestión de los lugares santos y la cuestión del Haj”, sugiere Jamenei en su mensaje previo a la peregrinación.En vísperas de esa gran cita de los musulmanes y con un lenguaje más hosco de lo habitual, la máxima autoridad de Irán acusa a los dirigentes saudíes de “blasfemos, carentes de fe, dependientes y materialistas”, tras atribuirles la responsabilidad por la inestabilidad regional por su apoyo a los grupos yihadistas, a los que él se refiere como takfiris.“Debemos comprender que aquellos no son musulmanes; son seguidores de magos. Su hostilidad hacia los musulmanes es antigua, en especial hacia los suníes”, afirma el jeque Abdelaziz Bin al Sheij utilizando un término coránico, majus, que se refiere a los zoroastrianos y quienes adoran el fuego. El muftí de Arabia Saudí contestaba al diario Meca sobre las críticas de Jamenei.La mayoría de los iraníes siguen el chiísmo, rama minoritaria del islam que los extremistas suníes consideran herética, una convicción que ha justificado asesinatos y matanzas en Irak, Siria, Pakistán y Afganistán. Que la máxima autoridad religiosa saudí diga que los chiíes no son musulmanes es algo muy serio.“Por supuesto [que] no hay parecido entre el islam de los iraníes y de la mayoría de los musulmanes y el extremismo intolerante que predican el más alto clérigo wahhabí y los maestros saudíes del terror”, se apresuró a responder el ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, en su Twitter.También el presidente iraní, el habitualmente moderado Hasan Rohaní, se ha hecho eco de las palabras de su líder supremo y ha pedido a los musulmanes que se unan para castigar a los responsables saudíes por su mala gestión del peregrinaje.“Los países de la región y el mundo islámico, en general, debieran adoptar medidas coordinadas para resolver los problemas y castigar al Gobierno saudí”, manifestó Rohaní durante una reunión del Consejo de Ministros este miércoles, según la agencia estatal IRNA.En su mensaje para el Haj, Jamenei menciona la estampida y el accidente de la grúa que tuvieron lugar el año pasado, y responsabiliza a las autoridades saudíes “en ambos casos”. Ha sido la postura oficial iraní desde que ocurrieron, añadiendo leña al fuego de las malas relaciones bilaterales. De hecho, las diferencias han impedido la participación de iraníes en la peregrinación de este año, algo de lo que también culpan a los saudíes.El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que agrupa a las seis monarquías de la península Arábiga, ha cerrado filas con Arabia Saudí. Su secretario general, Abdullatif al Zayani, ha calificado las palabras de Jamenei de “inadecuadas y ofensivas”. “Se trata de una clara provocación y un intento desesperado de politizar el peregrinaje”, ha dicho en un comunicado.