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ESPAÑA 2025ESPAÑA, UNA NACIÓN EN BUSCA NUEVAMENTE DE PROYECTOAntonio Morales MoyaAlfredo Pérez de ArmiñánLa situación actual es mucho más compleja que la de la Transición. Entonces se trataba, como hemos dicho, de establecer un régimen democrático, con una amplia descentralización político-administrativa y una extensión de las prestaciones sociales, a partir de la reforma de las instituciones del anterior Estado autoritario y sin poner en peligro la estabilidad social y económica de España, con vistas a integrarnos en las instituciones europeas, homologándonos a los Estados democráticos de Europa occidental. Ahora, en cambio, nos enfrentamos a la necesidad de “reconvertir” tanto las instituciones del Estado como la sociedad y el modelo económico, seriamente dañados por la crisis económica internacional e interna y por la crisis de la Eurozona, así como de restablecer plenamente la conciencia nacional española, erosionada por tres décadas de “deconstrucción” intelectual y amenazada gravemente por los “procesos de construcción nacional” en el País Vasco y Cataluña.5.- LOS PROBLEMAS FUNDAMENTALESA lo largo de las páginas anteriores, además de referirnos a los problemas económicos de nuestro país –y sobre los que no seguiremos insistiendo-, se han ido esbozando algunos otros problemas que afectan muy gravemente a España. Los resumimos: una sociedad débilmente cohesionada, con riesgo real, aunque por el momento evitable, de implosión; una nación débilmente vertebrada; un modelo de Estado mal concebido y peor desarrollado, amenazado por tendencias secesionistas crecientes; y una manifiesta crisis de valores, que impide una correcta comprensión de la realidad.
Blichon, en el otro foro se colgaron pdfs de esa página de colegio de eméritos. Creo recordar que leí aquellos documentos y mi conclusión fue que eran otro grupo de neocons, eso si, con estilo y buenas maneras.
MAS ALLÁ DE LA CRISIS“los beneficios sociales fueron el fruto de un pacto político durante laguerra fría”. No sólo durante la guerra fría, a no ser que hablemos de una “guerra” de doscientosaños, desde la revolución francesa para acá. Lo que este reconocimiento significa, por otra parte,es que ahora no tienen ya inconveniente en confesar que nos engañaron: que no se trataba deestablecer un sistema que nos garantizase un futuro indefinido de mejora para todos, sino que sóloles interesaba neutralizar a los disidentes mientras eliminaban cualquier riesgo de subversión.Los miedos que perturbaron los sueños de la burguesía a lo largo de cerca de doscientosaños se acabaron en los setenta del siglo pasado. Cada vez estaba más claro que ni los comunistasestaban por hacer revoluciones –en 1968 se habían desentendido de la de París y habían aplastadola de Praga-, ni tenían la fuerza suficiente para imponerse en el escenario de la guerra fría. Fue apartir de entonces cuando, habiendo perdido el miedo a la revolución, los burgueses decidieron queno necesitaban seguir haciendo concesiones. Y así siguen hoy.“una democracia de clase media” que implicaba “un contrato social no escritoentre el trabajo, los negocios y el gobierno, entre las élites y las masas”, que garantizaba unreparto equitativo de los aumentos en la riquezaEl mundo de los negociosdebe aprender la lección que hace tiempo aprendieron los sindicatos y otros grupos de intereses.La lección de que el poder político es necesario; que este poder debe cultivarse asiduamente y que,cuando convenga, hay que usarlo agresivamente y con determinaciónEsta fiebre especuladora se producía en un país que, como resultado de sudesindustrialización, estaba convirtiendo en una actividad fundamental el sector FIRE (Finance,Insurance and Real Estate; o sea Finanzas, seguros y negocio inmobiliario).El problema inmediato al que hemos de enfrentarnos hoy no es, como algunos pensábamoshace unos años, la liquidación del capitalismo, que debe ser en todo caso un objetivo a largo plazo,porque la verdad es que no disponemos ahora de una alternativa viable que resulte aceptable parauna mayoría. Y lo que no puede ser compartido con los más, por razonable que parezca, estácondenado a quedar en el terreno de la utopía, que es necesaria para alimentar nuestrasaspiraciones a largo plazo, pero inútil para la lucha política cotidiana.Josep Fontana
ENTREVISTA A DIEGO GUERRERO SOBREUN RESUMEN COMPLETO DE EL CAPITAL DE MARX Laberinto: En cuanto a la crisis capitalista actual, en qué medida consideras que refuerzael carácter científico de la teoría de la crisis de Marx, y cómo ves la actuación de los teóricosmarxistas, en estos momentos que se suponen sonlos más idóneos para hacerse notar activamenteen la crítica y la alternativa revolucionariaGuerrero: Marx pensaba que las crisis capitalistas se pueden desencadenar por una diversidad de factores, pero todos ellos deberían tener tal efecto desencadenante debido a la existencia de unas pautas intrínsecas de funcionamiento del sistema tales que cualquiera de esas circunstancias, obrando dentro de ese sistema,redundaría en una crisis de rentabilidad o crisis de sobreacumulación de capital. El capital y cada capitalista se ven obligados a crecer tanto como puedan, a acumular tan deprisa como sea posible, a superar cualquier obstáculo que se oponga a ello, como podría ser incluso un plan racional que pusiera límite a esos excesos, que pusiera un límite por ejemplo a la tasa de acumulación a nivel agregado. Y eso signifca que al mismo tiempo que se expande la economía se están poniendo las bases para su paralización más adelante. Por eso ambos momentos son igualmente necesarios. Porque la acumulación normal da paso a la sobreacumulación cuando cualquier factor sea una desproporción en los ritmos sectoriales de crecimiento, un cambio brusco en los precios relativos de las mercancías, una burbuja de crédito o cualquier cosa,incluidas las crisis políticas o el azar– hace que los beneficios sufran una merma suficientemente importante. Si los resultados globales no concuerdan con el esfuerzo inversor realizado, la situación es de crisis para el capital porque la estrategia debe ser ahora paralizar la inversión y con ello la demanda, la producción, el empleo,etc. Así se forman los ciclos.El capital produce demasiado para lo que puede necesitar a largo plazo la demanda solvente, pero esto no signifca que las crisis sean crisis de sobreproducción o de subconsumo; son crisis de rentabilidad que,al estallar, muestran a las claras efectos como lasobreproducción o el subconsumo, pero también desempleo, miseria, etc.La crisis actual es una crisis de rentabilidad de este tipo, agravada por el hecho de que se ha intentado responder a las crisis anteriores de las últimas décadas con una sobre expansión del crédito que contrarrestara las tendencias depresivas estimulando artifcialmente la demanda.Esto hace que la situación sea especialmente grave porque al haber salido a la luz el exceso de endeudamiento ahora queda claro que no se puede salir de ésta sin invertir el camino, lo cual sólo puede ocurrir si las empresas, los individuos, los bancos y los Estados recortan su endeudamiento con todas sus consecuencias. Para ello, deben dedicar una parte de su renta a ese fin, dejando una renta menor para el consumo y la inversión, lo cual prolongará el estancamiento durante mucho tiempo, convirtiendo el efecto estimulante de la deuda en el periodo anterior en un efecto paralizante. La teoría de Marx sale reforzada porque muestra que las crisis tienen que producirse por mucho que lo nieguen loseconomistas y los premios Nobel. Ya en 2011 están creando la sensación de que la depresión ha pasado y volverán a llevarse el chasco de que no es así. No aprenden porque no pueden aprender, porque si quieren ganar dinero no pueden difundir las teorías que explican por que eso les va a costar cada vez más y, sobre todo, porqué todo el capital, que es trabajo que no se pagó en el pasado, debe volver a los trabajadores.El paso de la comprensión correcta a la actuación correcta es muy complicado. La acción colectiva se tiene que basar en una comprensión colectiva. Ningún teórico marxista puede esperar que su infuencia vaya más allá de muy poco. Sus interpretaccones son diversas y cada uno apenas pueden hacer otra cosa que contribuir haciendo su trabajo, cada uno lo mejor que pueda. Y lo mismo le pasa al resto de la gente: cada uno aporta como el que más. Y el que menos. Lo que deben intentar todos es mejorar, comprender cada vez mejor, estudiar la realidad. Afortunadamente, los hechos tienen en sí más importancia que las enseñanzas de los teóricos. La crisis de 2007-8 y la depresión subsiguiente son muy dolorosas pero también nos enseñan muchas cosas. Y lo que se debe hacer es mirarlas con atención, intentar profundizar en el problema, comprender. El sufrimiento que está generando y va a seguir generando esta crisis también dará que pensar. Y lo que hay que procurar es que la gente no se desvíe por falsos derroteros. La gente debe pensar, por ejemplo,que con unos sindicatos que se unen, en unosPactos de la Moncloa-2, a un partido del capital y a un gobierno del capital que gestiona como nadie los intereses de las empresas heridas ensus beneficios, y que por ello también se convierten cada vez más en sindicatos precapitalistas, no se va a ninguna parte. Eso es lo que se puede hacer, contribuir a que las miradas vayan en la dirección correcta
Estoy seguro de que distingues perfectamente una profesión de un oficio.
Dice tomasjos"Parece que el problema de los derivados está concentrado en los bancos de la City y Wall St."J...tomasjos, ¡vaya notición que nos das!