DERECHAS ECONÓMICA, SOCIOLÓGICA Y POLÍTICA, E INSOLENCIA.—
Nuestra propuesta de taxonomía política (basada en Gustavo Bueno):
Habría tres izquierdas y una derecha con tres avatares, y cada una de las seis casillas tendría su versión heterodoxa. 6 X 2 = 12. En cada uno de nosotros se darían combinaciones de estos 12 elementos, alguno con ponderación cero.
En el seno de la derecha, que es una porque
solo hay una forma de estar a favor del 'statu quo', es donde más diversos pretenden ser sus miembros.
Las izquierdas son varias porque varias son las formas de estar contra el statu quo. Por eso, en nuestra infografía, las fronteras de las casillas de las izquierdas no son líneas de puntos sutiles.
El problema de los izquierdistas es que creen que todos los derechistas son diferentes; y el de los derechistas, que todos los izquierdistas son iguales.
Hay otras divisiones no taxonómicas. La derecha tiene una importante en la actualidad:
• derecha económica (ecuación de intereses objetivos del poder económico);
• derecha sociológica (la calle, el voto, el propietariado, lo 'woke', lo 'cripto');
• derecha política (gestores del sector público —el equivalente a los trabajadores-directivos—).
Esta división es de conveniencia, pero explica lo que pasa en situaciones como la actual, de cambio de estructura económica e, incluso, de metamorfosis del sistema económico en capitalismo planificado y estable monetaria y fiscalmente.
En la última fase del modelo popularcapitalista de los 1980, la
derecha económica —la que domina el sistema económico—, entró
en contradicción insalvable con la derecha sociológica. El Capital & Dinero, para sobrevivir, necesitaba de otro modelo o patrón de Producción-Renta-Gasto que sustituyera al de 'todos capitalistitas' (pisitofilia creditófaga). Y comenzó el proceso pinchando la burbuja popularcapitalista (2006-2010) y dando paso a la pertinente reestructuración financiera, que culminó con la Operación Desagüe (2016-2018).
Surge, entonces, el fenómeno del
conservadurismo contestatario: conservar el modelo contra el sistema. Una movilización sociológica reactiva contra el ortograma, que no puede ser desoída por quienes tienen la obligación de ganar votaciones con el voto conservador contestatario, aunque todos sepamos que, cuando esta derecha política acceda al mando, cumplirá cínicamente aquél a rajatabla (v. la Argentina libertarada, la posible España de ayusers —Dios quiera que no—).
Uno de los elementos definidores del conservadurismo contestatario es la insolencia. Se llega así a una combinación diabólica:
insolencia y cinismo.
Los actuales insolentes son los indignados de derecha. Y sus políticos, faltones y refocilados en la chulería y la zafiedad —pero disciplinados por el Capital & Dinero—, van a crucificarlos.
¿Quién está inerme y quién tiene la espada en la contradicción entre la insolencia y el Capital & Dinero?